La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reveló que su Gobierno envió una nota diplomática a Estados Unidos para exigir que ningún ciudadano mexicano sea deportado a la base militar de Guantánamo. La medida surge en respuesta a la decisión del presidente Donald Trump de ampliar el centro de detención para migrantes en la isla.
México rechaza deportaciones a Guantánamo
Sheinbaum confirmó que su administración tomó acción inmediata tras el anuncio de Trump sobre el uso de Guantánamo como destino para ciertos migrantes indocumentados.
“Normalmente esas notas son privadas, pero vale la pena decirlo ahora, para dejar claro que ningún mexicano debe ser enviado a otro lugar que no sea México”, declaró la presidenta durante su conferencia matutina.
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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) envió la nota diplomática el mismo día del anuncio de Trump. Según Sheinbaum, Estados Unidos respondió asegurando que, en la medida en que México aceptara a sus ciudadanos repatriados, serían enviados directamente a su país de origen.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habla en una rueda de prensa en Palacio Nacional en Ciudad de México (México). EFE/ Isaac Esquivel
Guantánamo: un centro de detención para migrantes
El plan de Trump busca ampliar la capacidad del centro de internamiento en Guantánamo hasta 30.000 personas. Su administración ha argumentado que este espacio está destinado a migrantes con antecedentes penales o vinculaciones con bandas criminales como el Tren de Aragua.
Sin embargo, el proceso ha estado rodeado de secretismo. Desde febrero, las deportaciones a Guantánamo han comenzado sin que se revelen detalles sobre la identidad de los detenidos o los delitos que supuestamente cometieron.
El tema ha generado preocupación a nivel internacional, ya que la base militar de Guantánamo ha sido históricamente utilizada para la detención de sospechosos de terrorismo sin juicio previo. Diversos grupos de derechos humanos han criticado la iniciativa de Trump, señalando que podría derivar en violaciones a los derechos fundamentales de los migrantes.
México refuerza su postura sobre Guantánamo
La polémica sobre Guantánamo se intensificó tras la reciente deportación de más de 200 venezolanos a El Salvador, donde fueron encarcelados en la megacárcel del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
Ante estos antecedentes, Sheinbaum subrayó que su Gobierno tiene la certeza de que cualquier ciudadano mexicano deportado por Estados Unidos será repatriado directamente a México.
Desde la llegada de Trump al poder el 20 de enero, Estados Unidos ha deportado a 24.413 personas, de las cuales 19.846 son mexicanas y 4.567 extranjeras, según cifras oficiales del Gobierno mexicano.
En respuesta a estas deportaciones, México ha implementado medidas de apoyo para los repatriados. A los mexicanos deportados se les otorga la ‘Tarjeta Bienestar Paisano’, que incluye un apoyo económico de 2.000 pesos mexicanos (aproximadamente 100 dólares) y asistencia para encontrar empleo. En el caso de los extranjeros, el Gobierno ofrece ayuda para gestionar su regularización o facilitar su regreso a su país de origen.
Fotografía de archivo de una zona del centro de detención de Guantánamo, en la Base militar estadounidense en Guantánamo (Cuba). EFE/ Marta Garde
Guantánamo y la tensión diplomática entre México y EE.UU.
La decisión de Trump de utilizar Guantánamo para retener a migrantes representa un nuevo desafío en la relación entre México y Estados Unidos en materia de política migratoria.
A lo largo de su mandato, Trump ha endurecido las políticas de control fronterizo, impulsando la construcción del muro fronterizo y promoviendo la deportación masiva de migrantes indocumentados. Ahora, con la ampliación de Guantánamo, su administración ha generado preocupación en América Latina, especialmente en México.
Sheinbaum ha reiterado que su Gobierno seguirá presionando diplomáticamente para evitar que los ciudadanos mexicanos sean enviados a la base militar. Mientras tanto, el futuro de los migrantes detenidos en Guantánamo sigue siendo incierto, y organizaciones internacionales continúan exigiendo transparencia sobre las condiciones y el trato que reciben en el centro de detención.