Redadas de ICE golpean al sector de la construcción en EE.UU.
Las redadas migratorias realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en obras de construcción en varios estados del país están generando preocupación en el sector, especialmente en Florida, donde se han registrado los mayores operativos hasta el momento. La semana pasada, más de 100 trabajadores migrantes fueron detenidos en un sitio de construcción en Tallahassee, la capital estatal. Dos semanas antes, otra redada similar tuvo lugar en The Villages, también en Florida, con al menos 25 personas arrestadas.
Entre los detenidos se encuentran ciudadanos de México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras. La situación ha desatado temor entre los trabajadores del sector, muchos de los cuales están optando por dejar sus labores ante el riesgo de ser detenidos y deportados. Aarón Pineda, un obrero hondureño con Estatus de Protección Temporal (TPS) que trabaja en Miami, describió el ambiente actual como uno de incertidumbre: “Nosotros, los latinos, somos los que sacamos este país adelante. Hoy en día uno se siente temeroso por todo lo que está pasando”, afirmó.
Una industria sostenida por migrantes
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La industria de la construcción en Estados Unidos depende fuertemente de la mano de obra migrante. A nivel nacional, el 25,7% de los trabajadores de este sector son inmigrantes, y un 14,1% del total no tiene estatus migratorio regular, de acuerdo con cifras del American Immigration Council. En ciudades como Miami, la proporción es aún más alta: se estima que hasta tres de cada cuatro obreros en obras son de origen migrante.
Ned Murray, director asociado del Centro Metropolitano de la Universidad Internacional de Florida (FIU), advirtió que cualquier disrupción masiva en la fuerza laboral tendría efectos devastadores en el sector. “Está bien documentado que la construcción es tal vez la industria que estaría más lastimada por las deportaciones o cualquier disrupción de este importante mercado laboral”, sostuvo.
Solo en Florida hay 432.100 migrantes trabajando en construcción, lo que representa cerca de dos tercios del total del estado. Las redadas en marcha podrían tener un impacto directo en la continuidad de proyectos de infraestructura y vivienda.
Una amenaza para la crisis de vivienda
La escasez de trabajadores en construcción provocada por las redadas de ICE llega en un momento crítico. Estados Unidos enfrenta una crisis habitacional con un déficit estimado de 3,7 millones de viviendas. Florida es uno de los estados más golpeados, donde el aumento de la demanda, impulsado por la migración interna durante la pandemia, ha elevado los precios de venta y alquiler a niveles históricos.
Según estudios del Urban Institute, si se implementan las medidas prometidas por el Gobierno de Donald Trump de alcanzar 3.000 deportaciones diarias, el país podría perder hasta 1,8 millones de trabajadores del sector construcción. Esto agravaría la ya existente escasez de personal, en momentos en que la industria necesita contratar 454.000 nuevos trabajadores solo en 2025 para satisfacer la demanda.
Preocupación entre defensores y líderes comunitarios
La Coalición Inmigrante de Florida (FLIC) denunció que las redadas están generando un clima de persecución y miedo, además de afectar proyectos clave en comunidades que ya enfrentan serios desafíos de vivienda. Thomas Kennedy, analista y consultor de FLIC, expresó que incluso las grandes desarrolladoras reconocen la escasez de mano de obra. “Si espantamos a la gente que está dispuesta a hacer este trabajo bajo el sol en la Florida y tiene la habilidad para trabajar en construcción, no sé cómo vamos a poder seguir abarcando este tipo de proyectos”, declaró.
Los operativos se han extendido también a otros estados como Luisiana y Nueva York, donde se reportan acciones similares en obras residenciales y comerciales. Organizaciones pro migrantes alertan que la continuidad de estas redadas podría paralizar o demorar cientos de proyectos a nivel nacional.
Apoyo estatal a las redadas migratorias
A pesar del impacto en la economía local, las autoridades de Florida han expresado su respaldo a las redadas y su cooperación con el Gobierno federal. El gobernador Ron DeSantis y el fiscal general del estado, James Uthmeier, han manifestado públicamente su apoyo a las acciones coordinadas con ICE.
“En Florida, estamos liderando el trabajo para ayudar a la Administración Trump a implementar la ley inmigratoria federal”, declaró el fiscal tras el operativo en Tallahassee. Además, se ha confirmado la participación de agencias estatales como la Patrulla de Carreteras de Florida en los operativos, en cumplimiento con leyes migratorias del estado que permiten este tipo de cooperación.
El endurecimiento de las políticas migratorias y la intensificación de las redadas ponen en tensión a un sector clave para el desarrollo urbano en Estados Unidos, con consecuencias directas en la economía, el empleo y el acceso a vivienda para millones de personas.