El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se posicionó en julio de 2025 como el líder sudamericano con mayor aprobación, alcanzando un 49.8% de imagen positiva, según un sondeo de CB Consultora. La encuesta, realizada entre el 21 y el 25 de julio con 11,165 personas en 10 países, refleja el cambiante panorama político de la región, marcado por tensiones económicas y disputas internacionales. Mientras Lula asciende, otros mandatarios enfrentan caídas significativas, con la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en el último lugar con solo un 18.2% de aprobación.
Lula toma la delantera
Lula, quien asumió su tercer mandato en 2023, escaló al primer puesto del ranking regional con un aumento de 3.5 puntos en su aprobación desde junio, según CB Consultora. Su gestión, enfocada en programas sociales que han beneficiado a 52 millones de brasileños, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, ha fortalecido su imagen pese a un 47.1% de rechazo. Sin embargo, su gobierno enfrenta tensiones con Estados Unidos tras el anuncio del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas a partir del 1 de agosto, en represalia por el juicio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, acusado de intentar un golpe de Estado en 2023.
Por su parte, el uruguayo Yamandú Orsi, quien asumió la presidencia en marzo de 2025, cayó al segundo lugar con un 49.3% de aprobación, según el sondeo. Aunque su gestión ha sido bien recibida por medidas contra la desigualdad, su desaprobación subió al 47.3%, reflejando polarización en Uruguay, donde el 60% de la población percibe una economía estancada, según Latinobarómetro.
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Milei y Noboa pierden terreno
El presidente de Argentina, Javier Milei, descendió al tercer lugar con un 49.5% de aprobación, una caída de 4 puntos desde junio, según CB Consultora. Su política de recortes, que redujo el gasto público en un 15% en 2025, según el Ministerio de Economía, ha generado protestas, con 200,000 personas manifestándose en Buenos Aires en julio. Su desaprobación alcanzó el 47.9%, impulsada por disputas con gobernadores sobre fondos de Aportes del Tesoro Nacional. En Ecuador, Daniel Noboa bajó al cuarto puesto con un 49.1% de aprobación, afectado por un aumento del 20% en los precios de combustibles, según el Instituto Nacional de Estadísticas, y un 48.2% de rechazo.
Además, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, se mantuvo en el último lugar con un 18.2% de aprobación, frente a un 78% de imagen negativa. La crisis política, con protestas que dejaron 49 muertos desde 2022, según Human Rights Watch, y un crecimiento económico de solo 1.2% en 2024, según el Banco Mundial, han hundido su popularidad. Bolivia enfrenta un panorama similar, con Luis Arce en el penúltimo lugar con un 19.5% de aprobación, en medio de una inflación del 7.8% y una campaña electoral para el 17 de agosto, según el Instituto Nacional de Estadística.
Boric y Petro muestran mejoras
En la mitad del ranking, el chileno Gabriel Boric mejoró su aprobación al 45.7%, un aumento de 2.6 puntos, según CB Consultora, gracias a reformas educativas que beneficiarán a 1.2 millones de estudiantes, según el Ministerio de Educación. Sin embargo, su rechazo se mantiene en 43.1% debido a la delincuencia, con un aumento del 12% en robos violentos en Santiago en 2025, según Carabineros. En Colombia, Gustavo Petro alcanzó un 38.8% de aprobación, impulsado por avances en la paz con grupos armados, pero un 57.2% de rechazo refleja descontento por la inflación, que alcanzó el 9.1% en julio, según DANE.
Pese a todo, el paraguayo Santiago Peña y el venezolano Nicolás Maduro enfrentan retos significativos. Peña, con un 38.4% de aprobación, perdió 3.8 puntos debido a críticas por el aumento del 10% en el costo de vida, según el Banco Central de Paraguay. Maduro, con un 28.1% de aprobación, celebra el “triunfo” en las elecciones de 2024, pero el 67.8% de rechazo y cuestionamientos internacionales por irregularidades electorales, según la OEA, debilitan su posición. La región, con un promedio de aprobación presidencial del 40%, según Latinobarómetro, refleja una creciente desconfianza en las instituciones, mientras los líderes navegan crisis económicas y tensiones geopolíticas.