El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy la imposición de aranceles del 10% a varios países de América Latina como parte de su estrategia comercial para 2025. Durante un evento denominado «Día de la Liberación», el mandatario firmó una orden ejecutiva que establece estas tarifas, calificándolas como «recíprocas y amables» frente a lo que considera prácticas comerciales desleales. Entre los países afectados se encuentran Colombia, Chile, Brasil, Perú, Argentina y Ecuador, mientras que México quedó excluido de esta medida inicial. La decisión, que entra en vigor a partir del 5 de abril, busca reducir el déficit comercial de EE.UU. y presionar a las naciones para que alineen sus políticas económicas con los intereses estadounidenses.
La Casa Blanca informó que los aranceles se aplicarán a una amplia gama de productos, aunque no se especificó de inmediato qué bienes serán gravados en cada país. Sin embargo, se destacó que Nicaragua y Venezuela enfrentarán tasas más altas, de 18% y 25% respectivamente, debido a tensiones políticas y económicas adicionales con el gobierno de Trump. «Estamos corrigiendo décadas de acuerdos injustos», afirmó el presidente en su discurso desde el Jardín de las Rosas. Según datos del Departamento de Comercio de EE.UU., el comercio con América Latina alcanzó los 1.169 billones de dólares en 2024, con importaciones desde la región totalizando 652.57 mil millones de dólares, lo que subraya la magnitud del impacto potencial de esta medida.
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Aranceles en América Latina: países en la mira
La lista de naciones afectadas por los aranceles refleja una combinación de socios comerciales clave y países con los que EE.UU. mantiene relaciones complejas. Brasil, por ejemplo, es un importante exportador de productos agrícolas y acero, mientras que Chile destaca por sus envíos de cobre y frutas. Colombia y Perú, con economías vinculadas a textiles y café, también sentirán el peso de las tarifas. Argentina y Ecuador, por su parte, exportan principalmente carne y bananos, respectivamente. La exclusión de México se atribuye a su rol en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), que ya establece condiciones comerciales específicas, aunque Trump ha insinuado que podría revisarlo en 2026.
El Departamento del Tesoro señaló que estas medidas responden a lo que la administración percibe como «desequilibrios comerciales persistentes». En el caso de Nicaragua, el aumento al 18% se vincula a sanciones previas por violaciones a derechos humanos, mientras que el 25% a Venezuela refuerza la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR) está recopilando comentarios públicos hasta el 11 de abril para ajustar la aplicación de estas tarifas, lo que podría modificar su alcance en las próximas semanas.
Impacto económico de los aranceles
Los aranceles anunciados por Trump podrían alterar las cadenas de suministro en la región y aumentar los costos para los consumidores estadounidenses. Por ejemplo, el café colombiano o las frutas chilenas, productos básicos en los supermercados de EE.UU., podrían encarecerse. En Brasil, la industria del acero ya evalúa cómo absorber o trasladar estos costos adicionales. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un incremento del 10% en los aranceles podría reducir las exportaciones latinoamericanas a EE.UU. en un 5% anual, afectando especialmente a las pequeñas y medianas empresas que dependen de este mercado.
En respuesta, algunos gobiernos ya han adelantado posibles represalias. El Ministerio de Comercio de Brasil indicó que está «analizando opciones» para proteger a sus productores, mientras que el gobierno de Chile expresó su intención de negociar con Washington para mitigar el impacto. En Perú, las asociaciones de exportadores de café y mango han pedido apoyo estatal ante la incertidumbre. La administración Trump, sin embargo, sostiene que los aranceles incentivarán la producción interna y fortalecerán la economía estadounidense, un argumento que ha generado debate entre economistas.
Aranceles y la política comercial de Trump
Esta no es la primera vez que Trump recurre a los aranceles como herramienta de presión. Durante su primer mandato, impuso tarifas al acero y aluminio que afectaron a varios países, incluyendo algunos de América Latina. Ahora, con un enfoque renovado en la «reciprocidad», el presidente busca nivelar la balanza comercial global. La orden ejecutiva también incluye una cláusula que permite aumentar las tarifas si los países afectados toman medidas retaliatorias, lo que podría escalar las tensiones comerciales en la región.
El anuncio llega en un momento de transición política en EE.UU., con Trump consolidando su agenda para el segundo trimestre de 2025. Además de los aranceles a América Latina, el presidente firmó otra orden para cerrar una laguna comercial que permitía envíos de bajo valor desde China sin impuestos, una medida que entrará en vigor el 2 de mayo. Mientras tanto, los líderes latinoamericanos observan con cautela, conscientes de que las negociaciones bilaterales serán clave para evitar una guerra comercial que afecte a millones de trabajadores y consumidores en ambos lados del hemisferio.