El gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, se prepara para destruir anticonceptivos valorados en 9,7 millones de dólares que fueron adquiridos por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Estos productos, en lugar de ser entregados a mujeres en situación de vulnerabilidad en el extranjero, serán incinerados, lo que ha generado una ola de críticas por parte de expertos, legisladores y organizaciones internacionales.
Según confirmó un portavoz del Departamento de Estado, la “decisión preliminar” implica la destrucción de estos métodos anticonceptivos almacenados en un depósito en Geel, Bélgica. El proceso costaría aproximadamente 167.000 dólares al erario público.
¿Por qué EE.UU. destruirá millones en anticonceptivos comprados por USAID?
La destrucción de estos suministros es consecuencia directa del desmantelamiento de los programas de ayuda exterior encabezado por la administración Trump, que ha clausurado gran parte de las operaciones de USAID. Las autoridades estadounidenses han señalado que se trata de “anticonceptivos abortivos provenientes de contratos de la era Biden”, una calificación controvertida, ya que muchos de estos métodos no inducen abortos, sino que previenen embarazos mediante distintos mecanismos.
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EE.UU. quemará US$ 9,7 millones en anticonceptivos comprados por USAID en lugar de entregarlos a mujeres en el extranjero. Foto: X/@bioethicsdotcom
La lista de los productos almacenados incluye dispositivos intrauterinos (DIU) de cobre, implantes en varilla, inyecciones anticonceptivas y pastillas de levonorgestrel y etinilestradiol. Muchos de estos productos vencen entre 2027 y 2031, lo que indica que aún podrían ser utilizados durante años. Algunos artículos llevan la marca de USAID, pero la mayoría no.
Un asistente del Congreso declaró a CNN que el proceso de incineración requiere doble combustión debido a los altos niveles hormonales presentes en los productos, lo que también incrementaría su costo. “El Gobierno de Trump está literalmente quemando el dinero de los contribuyentes”, dijo.
Críticas por la destrucción de anticonceptivos en lugar de su redistribución
La noticia ha provocado reacciones adversas tanto a nivel nacional como internacional. La senadora demócrata Jeanne Shaheen calificó de “decepcionante” la medida y lamentó que el Departamento de Estado se niegue a buscar alternativas viables como la venta o donación de los suministros antes de optar por su eliminación. Shaheen envió a un miembro de su equipo al almacén en Bélgica para constatar que los productos no estaban vencidos y podían utilizarse sin riesgo sanitario.
La organización MSI Reproductive Choices, que trabaja en 36 países ofreciendo servicios de salud reproductiva, informó que había propuesto pagar el envío y el reempaquetado de los anticonceptivos, pero la oferta fue rechazada sin explicación clara por parte del gobierno estadounidense. “Nos indicaron que mejor nos enfocáramos en buscar soluciones ante la escasez”, afirmó Grace Dunne, portavoz de la organización.
El desmantelamiento de USAID y los recortes de otros grandes donantes provocarían la muerte evitable de al menos 14 millones de personas según estudio. Foto: X/@ISGLOBALorg
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica, se confirmó que continúan conversaciones diplomáticas con la embajada de EE.UU. en busca de evitar la destrucción de los lotes almacenados. “El acceso a servicios y productos de salud sexual y reproductiva de calidad es tanto un tema de derechos humanos como de salud pública”, afirmó una fuente diplomática europea.
¿Por qué EE.UU. destruirá millones en anticonceptivos cuando la demanda global aumenta?
En varias regiones del mundo, especialmente aquellas afectadas por conflictos armados, crisis humanitarias o pobreza extrema, la necesidad de anticonceptivos es crítica. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) alertan que la destrucción de estos insumos afectará directamente a poblaciones vulnerables. En lugares como Sudán y la República Democrática del Congo, donde la hambruna y la violencia sexual se intensifican, el acceso a anticonceptivos no solo es esencial para la salud reproductiva, sino también para la dignidad y seguridad de las mujeres.
Avril Benoît, directora ejecutiva de MSF en Estados Unidos, señaló que “cuando las mujeres y niñas pueden elegir si prevenir o retrasar el embarazo, se logran beneficios reales para la salud”. La organización también denunció que muchos países que dependían de USAID para estos suministros ahora enfrentan riesgos crecientes de quiebres en la cadena de abastecimiento.
Además del inventario en Bélgica, se reporta que otro lote de anticonceptivos financiados por USAID se encuentra almacenado en Emiratos Árabes Unidos. Hasta el momento, no existe información pública sobre el destino de esos productos.
EE.UU. quemará US$ 9,7 millones en anticonceptivos comprados por USAID en lugar de entregarlos a mujeres en el extranjero. Foto: X/@roberta_bastoss
El trasfondo ideológico detrás de la decisión de EE.UU. de destruir millones en anticonceptivos
El secretario de Estado Marco Rubio celebró el cierre de USAID a principios de julio, señalando que los programas de asistencia exterior ahora serían administrados directamente por el Departamento de Estado. Esta reestructuración ha sido liderada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y ha implicado la cancelación de miles de programas sanitarios y sociales.
La decisión de destruir los anticonceptivos también está relacionada con el restablecimiento de la llamada “política de la Ciudad de México”, también conocida como “la regla mordaza global”. Esta normativa impide que organizaciones extranjeras que practiquen, promuevan o asesoren sobre el aborto como método de planificación familiar reciban fondos del gobierno estadounidense.
Para grupos conservadores, algunos anticonceptivos como los DIU representan un método abortivo, ya que pueden impedir la implantación del óvulo fecundado. Sin embargo, la evidencia científica indica que su mecanismo de acción principal es evitar la fecundación misma. Instituciones como el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos no consideran a estos métodos como abortivos, aunque la administración Trump no ha respondido a solicitudes de comentarios al respecto.
Un informe de la revista médica The Lancet publicado este mes advierte que la eliminación de programas de salud reproductiva financiados por USAID podría causar más de 14 millones de muertes adicionales en países en desarrollo para el año 2030. De acuerdo con el estudio, la retirada de fondos impactará principalmente en la lucha contra el VIH/SIDA y la malaria.
Mientras tanto, miles de mujeres y niñas en países de bajos ingresos podrían quedar sin acceso a métodos anticonceptivos seguros, mientras productos valorados en millones de dólares son destruidos por razones ideológicas y políticas.