Un avión estadounidense aterrizó este domingo 30 de marzo de 2025 en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía con 175 migrantes deportados desde Washington, marcando el tercer vuelo de repatriación en una semana. La aeronave, operada por Eastern Airlines, llegó pasadas las 2:00 p.m. hora local al estado La Guaira, donde fue recibida por el ministro del Interior, Diosdado Cabello. El grupo, compuesto por 164 hombres y 11 mujeres, forma parte de una nueva fase del programa Vuelta a la Patria, impulsado por el gobierno venezolano desde 2018 para facilitar el retorno de ciudadanos desde el extranjero.
Cabello informó desde la pista que el vuelo trajo menos personas de las esperadas, con 54 pasajeros menos de lo previsto, un hecho que atribuyó a un «gran desorden» por parte de las autoridades estadounidenses. Según el ministro, entre los migrantes deportados se encuentra una persona reclamada por la justicia venezolana, vinculada a una banda del estado Trujillo, aunque aclaró que no pertenece a la organización criminal Tren de Aragua, como ha sugerido el gobierno de Estados Unidos en casos previos. «Estos venezolanos fueron sometidos a persecución y maltrato en EE.UU.», afirmó el funcionario.
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El vuelo despegó desde Brownsville, Texas, y es el primero de bandera estadounidense en llegar directamente a Venezuela desde que se reanudaron las deportaciones coordinadas entre ambos países. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) no ha detallado las razones de la reducción en el número de pasajeros, pero el intercambio marca un paso en las tensas relaciones bilaterales, tras acuerdos alcanzados en enero entre el enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell, y el gobierno de Nicolás Maduro.
Tercer vuelo en siete días
Esta llegada sigue a dos vuelos previos esta semana. El lunes 24 de marzo, 199 migrantes deportados aterrizaron en Maiquetía tras una escala en Honduras, provenientes de Texas. El viernes 28, otros 178 llegaron bajo el mismo esquema. En total, 1,471 venezolanos han retornado desde febrero de 2025, según cifras oficiales del gobierno venezolano. Cabello destacó que este operativo refleja una «comunicación directa» entre Caracas y Washington, incluyendo permisos especiales para que el avión estadounidense sobrevuele territorio venezolano, algo poco común debido a las sanciones impuestas por EE.UU.
El ministro también aprovechó para denunciar el trato a los migrantes en Estados Unidos, afirmando que han sido «estigmatizados» como miembros del Tren de Aragua, una narrativa que calificó de «mentira» para criminalizar a los venezolanos. Este señalamiento llega tras la deportación de más de 200 ciudadanos a El Salvador el 16 de marzo, un grupo que Washington vinculó a esa banda y que Caracas describió como una «violación de derechos humanos».
Migrantes deportados y tensiones con Washington
La llegada del vuelo coincide con un nuevo capítulo de fricciones entre ambos gobiernos. Días antes, Washington notificó a socios de la petrolera estatal PDVSA, como la española Repsol, que sus permisos para exportar crudo venezolano quedaban cancelados, una medida que el gobierno de Maduro prometió «enfrentar y superar». En este contexto, la repatriación de migrantes se ha convertido en un punto de negociación, con Venezuela exigiendo claridad sobre los casos de quienes fueron enviados a terceros países como El Salvador.
En Maiquetía, los retornados fueron recibidos con un operativo que incluyó revisiones de identidad y salud. Cabello señaló que el desembarque se realizó por primera vez a través de un puente de embarque en lugar de la pista, un cambio logístico menor pero destacado por las autoridades. Entre los pasajeros, el caso del individuo solicitado en Trujillo ha generado expectativa, aunque no se han revelado más detalles sobre su identidad o los delitos específicos que se le imputan.
Por ahora, el programa Vuelta a la Patria sigue adelante, con el gobierno venezolano insistiendo en su disposición a recibir a más ciudadanos. Mientras tanto, en las calles de Caracas y otras ciudades, las historias de los migrantes deportados resuenan como un recordatorio de las dificultades que enfrentan quienes buscan una vida fuera del país, solo para regresar en un avión sancionado por la política internacional.