Un grito frente a la Casa Blanca: esposa de Abrego García desafía el silencio oficial
El 1 de mayo de 2025, aunque no es festivo en Estados Unidos, miles de personas se congregaron en diversas ciudades para conmemorar el Día Internacional del Trabajo. En Washington D.C., la protesta frente a la Casa Blanca destacó por su enfoque en las políticas migratorias de la administración Trump. Entre los manifestantes, Jennifer Vásquez Sura, esposa de Kilmar Ábrego García, se convirtió en símbolo de la lucha contra las injusticias del sistema migratorio.
El caso de Kilmar Ábrego García
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Kilmar Ábrego García, residente legal en Maryland, fue deportado erróneamente a El Salvador en marzo de 2025, a pesar de contar con una orden judicial que lo protegía de la deportación. Desde entonces, permanece detenido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
La administración Trump ha justificado su negativa a facilitar el regreso de Ábrego García citando alegaciones de violencia doméstica y supuestos vínculos con pandillas, aunque no existen condenas en su contra.
El llamado de Jennifer Vásquez Sura
Durante la manifestación, Vásquez Sura expresó su dolor y frustración por la separación de su familia. «Han sido 50 días sin hablar con mi esposo. 50 días de sufrimiento y dolor», declaró ante la multitud. Denunció que, a pesar de las órdenes judiciales, las administraciones de Trump y Bukele han ignorado las demandas de justicia.
La esposa de Ábrego García también reveló que, tras la publicación de su dirección en redes sociales por parte del gobierno, ha tenido que mudarse a una casa segura por temor a represalias.
Apoyo y solidaridad en la protesta
La manifestación contó con la participación de congresistas, líderes religiosos, sindicales y activistas de derechos civiles. Los asistentes corearon consignas en inglés y español, como «El pueblo unido jamás será vencido» y «Trump, shame on you». Pancartas y carteles denunciaban las políticas migratorias y exigían el regreso de Ábrego García.
Implicaciones legales y políticas
El caso de Ábrego García ha generado un intenso debate legal y político. Una jueza federal ordenó su regreso a Estados Unidos, pero la administración Trump ha desafiado la orden, argumentando que no puede obligar a El Salvador a cumplirla. El Tribunal Supremo ha instado al gobierno a facilitar su retorno, aunque sin imponer una obligación directa.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha rechazado la posibilidad de devolver a Ábrego García, calificándolo de «terrorista» y afirmando que no tiene el poder de regresarlo.
Un llamado a la acción
Antes de concluir su intervención, Vásquez Sura extendió su llamado más allá de su situación personal: «Hoy estoy aquí no solo por Kilmar sino por todas las familias afectadas por la cruel separación de esta Administración». Instó a los presentes y a la comunidad en general a continuar luchando por la reunificación de las familias y el respeto a los derechos humanos.
La protesta frente a la Casa Blanca resalta la creciente preocupación por las políticas migratorias y la necesidad de reformas que garanticen la justicia y la dignidad para todos los inmigrantes.
