En medio del luto por la muerte del Papa Francisco, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a causar revuelo este viernes al publicar en su cuenta de Truth Social una imagen generada por inteligencia artificial donde aparece vestido como sumo pontífice.
La fotografía, que lo muestra con sotana blanca, mitra papal, cruz dorada y el brazo derecho levantado como si estuviera dando una bendición, fue difundida mientras la Iglesia católica se prepara para el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco este miércoles 30 de abril.
La provocadora imagen surge apenas dos días después de que el mandatario declarara públicamente que él sería “una excelente opción” para ocupar el trono de San Pedro. “Me gustaría ser papa. Esa sería mi opción número uno. Creo que sería un gran papa. Nadie lo haría mejor que yo”, expresó desde la Casa Blanca en conferencia de prensa.
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Funeral del papa Francisco y ruptura de protocolo
La controversia en torno a Trump y el Vaticano no es nueva. En el funeral del Papa Francisco, celebrado el pasado sábado en la Plaza de San Pedro, el presidente estadounidense rompió con la etiqueta tradicional al presentarse vestido con un traje azul marino, en lugar de usar el atuendo negro que exige el protocolo diplomático en ceremonias fúnebres papales.
Esa acción fue interpretada como una falta de respeto por varios diplomáticos europeos presentes en la ceremonia, aunque otros señalaron que Trump estaba enviando un mensaje político al Vaticano, en momentos de fuerte tensión entre su administración y sectores de la Iglesia Católica por temas como migración, cambio climático y justicia racial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (centro izquierda), y su mujer Melania Trump (centro derecha) en el funeral del papa Francisco. EFE/EPA/Giuseppe Lami
Trump impulsa al cardenal Dolan como nuevo Papa
Durante su aparición del miércoles, Trump no solo se autoproclamó como posible heredero del Papa Francisco, sino que también sugirió un nombre que, según él, podría liderar la Iglesia desde dentro del Colegio Cardenalicio: Timothy Michael Dolan, arzobispo de Nueva York.
“Debo decir que hay un cardenal de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno. Veremos qué pasa”, comentó en alusión a Dolan, quien ya participó en el cónclave de 2013, cuando fue elegido el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como Papa Francisco.
Dolan es considerado un clérigo influyente en Estados Unidos, con una postura conservadora en temas sociales, pero hábil en diplomacia vaticana. En 2013, recibió dos votos durante la votación papal, y ahora vuelve a figurar como uno de los diez cardenales estadounidenses con derecho a voto en el próximo cónclave.
Otros cardenales estadounidenses en el cónclave
Además de Dolan, destacan otras figuras que podrían jugar un papel en la sucesión del Papa Francisco. Entre ellos, Raymond Burke, un cardenal abiertamente crítico del pontificado de Francisco, que cuenta con respaldo de sectores tradicionalistas. Burke ha sido durante años una voz influyente entre católicos conservadores tanto en Estados Unidos como en Europa.
También está Robert Prevost, actual prefecto del Dicasterio para los Obispos, una de las oficinas más poderosas dentro del Vaticano. Prevost, nombrado por Francisco y fluido en español, preside además la Comisión Pontificia para América Latina, lo que lo convierte en un puente importante con el continente que más católicos concentra.
A pesar del favoritismo que Trump intenta proyectar hacia Dolan, el cónclave se caracteriza por ser un proceso hermético, donde las campañas abiertas pueden ser contraproducentes. La decisión final será tomada por los 122 cardenales electores en sesiones privadas dentro de la Capilla Sixtina.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, caminan para salir de la Casa Blanca hacia Roma, donde asistirán al funeral del papa Francisco. EFE/JIM LO SCALZO
Trump, inteligencia artificial y religión como espectáculo
No es la primera vez que el presidente utiliza IA con fines de provocación o autopromoción. En meses anteriores, su equipo de campaña ha difundido imágenes artificiales donde aparece combatiendo incendios, negociando con líderes extranjeros o rodeado de multitudes ficticias. Esta vez, eligió el momento más delicado de la Iglesia Católica en la última década: la elección del nuevo sucesor del Papa Francisco.