En una entrevista exclusiva emitida el pasado domingo en el programa Meet the Press de NBC, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a hacer declaraciones provocadoras. Entre las más llamativas, destacó su sugerencia de que Canadá podría convertirse en el “51º estado” de EE. UU. Aunque minimizó la posibilidad de usar fuerza militar para lograrlo, la simple mención de este tema envenenó aún más la relación entre ambos países, especialmente a días de recibir al primer ministro canadiense, Mark Carney, en la Casa Blanca.
Trump y la amenaza a Canadá
La declaración de Trump sobre la posible anexión de Canadá no es nueva, pero en esta ocasión lo hizo en un contexto más directo. A pesar de la sugerencia, Trump indicó que no veía necesario el uso de la fuerza militar para concretar tal escenario, lo que contrasta con su postura agresiva en otros temas internacionales.
El presidente dejó claro que, aunque la idea de convertir a Canadá en parte de EE. UU. era poco probable, no descartaba por completo la posibilidad. Esto llega en un momento en el que Carney, recientemente electo primer ministro canadiense, ha basado su campaña en resistir la presión de políticas imperialistas provenientes de Washington. La relación entre ambos países, ya de por sí compleja, se ve agitada por estas declaraciones que generaron un fuerte rechazo tanto en Canadá como en Estados Unidos.
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El tema de Groenlandia: ¿Más territorios bajo control de EE. UU.?
Además de su referencia a Canadá, Trump volvió a mencionar su interés en Groenlandia, un territorio danés, sugiriendo que sería vital para la seguridad nacional de EE. UU. Si bien no especificó qué medidas se tomarían para anexarlo, dejó abierta la puerta a futuras acciones. Esto generó nuevas tensiones con Dinamarca, país aliado en la OTAN, que había rechazado previamente la idea de venderle Groenlandia a EE. UU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/Yuri Gripas/Pool
Trump y el derecho a un juicio justo
En la misma entrevista, Trump fue interrogado sobre su postura respecto al derecho constitucional a un juicio justo. En un tema que ha generado preocupación, especialmente entre los grupos de inmigrantes, el presidente pareció dudar sobre si los no ciudadanos deben gozar de las mismas protecciones legales que los ciudadanos estadounidenses. «No lo sé. No soy abogado», respondió Trump ante la insistencia de la entrevistadora, Kristen Welker.
Este comentario se enmarca en un contexto más amplio de críticas por su enfoque hacia los derechos de los inmigrantes y los fallos judiciales en contra de algunas de sus políticas migratorias. Sin embargo, Trump recalcó que no tenía intención de revertir sus decisiones, a pesar de los obstáculos legales que enfrenta su gobierno.
El caso de Kilmar Abrego García y la política migratoria
Uno de los temas que surgió en la entrevista fue el caso de Kilmar Abrego García, un salvadoreño deportado por error a El Salvador. Trump aprovechó para reforzar su postura en favor de la deportación de inmigrantes ilegales, citando el caso de Abrego García como un ejemplo de su política de eliminación de bandas criminales transnacionales, como la Mara Salvatrucha (MS-13).
Aunque los tribunales han fallado en contra de su administración, ordenando la readmisión de Abrego García en EE. UU., Trump insistió en que su objetivo es deportar a las «peores y más peligrosas personas» y que los tribunales le impiden cumplir con su mandato.
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, en una rueda de prensa el 2 de mayo de 2025. EFE/Spencer Colby
La economía bajo Trump: «Transición, no recesión»
Otro punto clave de la entrevista fue la discusión sobre la economía. A pesar de las predicciones de una posible recesión debido a su política comercial agresiva, Trump defendió su enfoque, describiendo la situación como un «periodo de transición». Según el presidente, el futuro de la economía estadounidense es prometedor, y los temores sobre una recesión son infundados. «Algunas personas en Wall Street dicen que vamos a tener la mejor economía de la historia», afirmó.
Trump también rechazó la responsabilidad sobre la contracción económica del primer trimestre de 2025, atribuyendo los resultados negativos a su predecesor, el demócrata Joe Biden.
El tercer mandato: una posibilidad lejana
En cuanto a la posibilidad de postularse a un tercer mandato, algo que sería inconstitucional según la 22ª Enmienda de la Constitución, Trump insistió en que no está buscando extender su permanencia en la Casa Blanca. Sin embargo, mencionó que existe un amplio apoyo dentro de su base electoral y dejó abierta la puerta a posibles futuras candidaturas, aunque prefirió centrarse en completar su actual mandato y traspasar el poder a otro republicano.