Un sismo de magnitud 4.1 sacudió la mañana del sábado 10 de mayo de 2025 a varias comunidades del sureste de Estados Unidos, sorprendiendo a miles de residentes que no están acostumbrados a este tipo de fenómenos. El epicentro se ubicó a unos 7 kilómetros al suroeste de Greenback, Tennessee, y tuvo una profundidad de aproximadamente 40 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Un temblor poco común, pero significativo
El movimiento telúrico ocurrió a las 9:12 a.m. hora local, y fue percibido en una amplia región que incluyó ciudades y pueblos de Tennessee, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Kentucky y Alabama. De acuerdo con el USGS, más de 23,000 personas enviaron reportes sobre haber sentido el sismo a través de su plataforma “Did You Feel It?”.
Aunque no se registraron daños materiales significativos ni víctimas, el evento generó alarma y puso en alerta a las autoridades. En ciudades como Knoxville, Chattanooga y hasta Atlanta —a más de 300 kilómetros del epicentro— algunos residentes describieron haber sentido vibraciones, crujidos en las paredes y el temblor de ventanas.
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Los sismos en esta región son poco frecuentes, pero no imposibles. De hecho, el temblor se produjo dentro de la Zona Sísmica del Este de Tennessee (ETZS, por sus siglas en inglés), una de las más activas del este de Estados Unidos. Aunque no se compara con la actividad sísmica del oeste del país, como en California, esta zona ha producido varios eventos de magnitud moderada en el pasado, incluyendo uno de 4.4 en 2018 y otro de 4.6 en 2003.
¿Qué dice la ciencia sobre esta zona?
La Zona Sísmica del Este de Tennessee se extiende a lo largo de una falla que cruza partes de Tennessee, Georgia, Alabama, y las Carolinas. Según estudios geológicos, esta región experimenta una acumulación lenta de tensión tectónica, que eventualmente puede liberarse en forma de pequeños o moderados sismos. Aunque la probabilidad de un gran terremoto es baja, no está descartada.
“La región está más activa de lo que muchas personas suponen, y este sismo es un recordatorio de que debemos tomar la preparación sísmica en serio, incluso en zonas donde los terremotos no son comunes”, señaló el geofísico Paul Earle del USGS.
¿Qué hacer antes, durante y después de un sismo?
El reciente sismo ha provocado un renovado interés en las medidas de prevención, especialmente en estados donde este tipo de fenómenos no son habituales. A continuación, una guía con recomendaciones basadas en los protocolos del USGS y la Cruz Roja Americana.
1. Antes del sismo: preparación clave
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Tener un plan familiar: Es vital que todos los miembros del hogar conozcan cómo reaccionar y dónde reunirse después de un temblor.
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Armar un kit de emergencia: Debe incluir agua potable, alimentos no perecederos, linterna, pilas, botiquín, documentos importantes, radio de baterías y medicamentos necesarios.
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Asegurar objetos pesados: Fijar estanterías, televisores, cuadros y objetos altos para evitar que caigan.
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Identificar zonas seguras: Saber dónde colocarse en cada habitación: bajo mesas resistentes o junto a muros estructurales.
2. Durante el sismo: cómo protegerse
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Agacharse, cubrirse y sujetarse: Esta es la regla básica. Agáchate al suelo, cúbrete debajo de una mesa resistente y sujétate a ella hasta que pase el temblor.
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Alejarse de ventanas y objetos que puedan caer: No te detengas cerca de cristales, repisas, cocinas o muebles altos.
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No usar ascensores ni salir corriendo: Permanecer dentro si ya estás en un edificio es más seguro que intentar salir apresuradamente.
3. Después del sismo: actuar con precaución
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Revisar por daños estructurales o fugas de gas: No usar encendedores o electricidad si hay olor a gas.
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Evitar líneas eléctricas caídas y estructuras inestables: Alejarse de postes caídos, edificios con grietas visibles o puentes dañados.
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Estar informado: Escuchar la radio o fuentes oficiales para actualizaciones sobre réplicas o instrucciones de evacuación.
Réplicas y riesgos posteriores
El USGS indicó que existe una probabilidad de aproximadamente 5% de que ocurra una réplica de magnitud similar o mayor en los próximos días. Aunque baja, es un riesgo real, por lo que instó a las comunidades a permanecer atentas.
Algunas escuelas en los condados cercanos al epicentro realizaron inspecciones de rutina a sus instalaciones y activaron simulacros como medida preventiva. Las autoridades locales también recomendaron revisar las estructuras de viviendas antiguas, especialmente en zonas rurales.
¿Está EE.UU. preparado para sismos fuera del oeste?
Gran parte de la preparación sísmica en Estados Unidos está centrada en estados como California, Alaska y Washington, donde las placas tectónicas tienen mayor movimiento. Sin embargo, el sismo en Tennessee pone sobre la mesa la necesidad de incluir a todo el país en los programas educativos, de infraestructura y de respuesta ante emergencias.
FEMA (la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) ha reiterado que los planes de respuesta deben ser inclusivos, y ha comenzado a distribuir información en múltiples idiomas sobre qué hacer en caso de sismo, incendios, inundaciones u otros desastres.
El sismo de magnitud 4.1 en Tennessee no causó víctimas ni daños estructurales mayores, pero dejó una enseñanza importante: la prevención y la educación son esenciales incluso en lugares donde los terremotos son inusuales. El sureste de Estados Unidos debe comenzar a prepararse con seriedad ante la posibilidad de futuros eventos sísmicos.
Los expertos insisten en que el mejor momento para prepararse es antes de que ocurra un desastre. Tener un plan, un kit de emergencia, y saber cómo reaccionar puede marcar la diferencia entre la seguridad y el riesgo. Este sismo es, en última instancia, un llamado de atención para comunidades, autoridades y sistemas de emergencia en todo el país.