El programa europeo TREEADS, enfocado en combatir incendios forestales mediante innovación tecnológica, presentó sus conclusiones finales en Ávila, España. El evento destacó cómo esta iniciativa, financiada por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, ha desarrollado soluciones avanzadas para prevenir, detectar y restaurar ecosistemas afectados por el fuego.
Con la participación de 47 socios de 14 países europeos y Taiwán, TREEADS propone un enfoque integral que combina herramientas de última generación para enfrentar un problema que se agrava con el cambio climático. La jornada, organizada por la Fundación de la Asociación de Propietarios Forestales de Castilla y León, mostró cómo estas tecnologías pueden reducir el impacto ambiental y proteger vidas.
El proyecto, que forma parte del Green Deal de la Unión Europea, se ha centrado en tres etapas clave: prevención, detección y restauración post-incendio. Entre las innovaciones presentadas se encuentran drones equipados con cámaras LiDAR y sensores EO/IR, que permiten monitorear incendios en tiempo real, y sistemas de detección basados en redes sociales para identificar riesgos de manera temprana.
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Además, TREEADS ha implementado cápsulas de semillas con gel de restauración para acelerar la recuperación ecológica de áreas quemadas. Estas soluciones, con un alto nivel de madurez tecnológica, buscan optimizar los recursos disponibles y mejorar la coordinación entre los equipos de emergencia, un aspecto crucial en un continente donde los incendios forestales han devastado más de 500,000 hectáreas solo en 2024, según datos preliminares de la Comisión Europea.
TREEADS y la tecnología para la prevención
La prevención ha sido uno de los pilares fundamentales del programa TREEADS. Durante la jornada en Ávila, se mostró un sistema que utiliza realidad virtual para entrenar a bomberos en escenarios simulados, permitiéndoles prepararse para incendios extremos sin riesgos. También se destacó el uso de modelos predictivos basados en inteligencia artificial, que analizan datos climáticos y de vegetación para identificar zonas de alto riesgo.
Este enfoque ha sido probado en regiones como Cataluña y Galicia, dos de los 11 Living Labs del proyecto, donde los incendios son un problema recurrente. La Agencia Espacial Europea, uno de los socios, proporcionó datos satelitales que mejoraron la precisión de estas predicciones, ayudando a las autoridades locales a tomar medidas preventivas como la limpieza de bosques y la creación de cortafuegos.
El piloto español, liderado por Capgemini, ha sido especialmente relevante por su enfoque integral. En Extremadura, por ejemplo, se han implementado redes 5G para garantizar comunicaciones estables durante emergencias, permitiendo a los equipos de respuesta compartir videos en alta definición y coordinarse en tiempo real. Esta tecnología ha demostrado ser efectiva en simulacros, reduciendo los tiempos de respuesta hasta en un 25%, según estimaciones internas del proyecto. Además, el uso de sistemas de apoyo a la toma de decisiones ha permitido asignar recursos de manera más eficiente, un avance que podría salvar vidas en situaciones críticas.
Detección y respuesta inmediata
En la etapa de detección y respuesta, TREEADS ha innovado con herramientas que combinan tecnología y colaboración comunitaria. Los drones aéreos, equipados con sensores avanzados, han sido utilizados en países como Grecia y Portugal para detectar focos de incendio en cuestión de minutos, incluso en áreas remotas.
En Bulgaria, otro de los Living Labs, se implementaron sistemas que analizan publicaciones en redes sociales para identificar alertas tempranas, una técnica que resultó útil durante los incendios de 2024 en los Balcanes. Estas tecnologías no solo mejoran la rapidez de la respuesta, sino que también reducen el riesgo para los equipos de emergencia, al permitirles evaluar la situación desde una distancia segura.
El proyecto también ha desarrollado soluciones para minimizar el impacto humano y económico de los incendios. En Italia, específicamente en Cerdeña, se probaron modelos de seguros y transferencia de riesgos que garantizan una cobertura integral para las comunidades afectadas.
Este enfoque busca no solo responder al fuego, sino también preparar a las regiones para enfrentar sus consecuencias, desde la pérdida de biodiversidad hasta los daños económicos. La Comisión Europea estima que los incendios forestales generan pérdidas de 2,000 millones de euros anuales en el continente, una cifra que TREEADS espera reducir con estas estrategias.
Restauración y sostenibilidad
La fase de restauración post-incendio ha sido otro foco clave del programa. En la jornada de Ávila, se presentaron cápsulas de semillas recubiertas con gel de restauración, diseñadas para sembrar áreas quemadas y acelerar la regeneración de ecosistemas.
Este método, probado en Francia y Noruega, ha mostrado resultados prometedores, con un aumento del 30% en la tasa de germinación en comparación con técnicas tradicionales. Además, TREEADS ha promovido la participación de comunidades locales en estos esfuerzos, fomentando un desarrollo sostenible que incluye a todos los actores involucrados, desde agricultores hasta autoridades forestales.
El impacto global del programa es innegable. Con un presupuesto de más de 19 millones de euros, TREEADS ha sentado las bases para una Europa más resiliente al fuego, un problema que se intensifica con el aumento de temperaturas y sequías. La colaboración con países fuera de Europa, como Chile, ha permitido adaptar estas tecnologías a diferentes contextos geográficos, desde los bosques mediterráneos hasta los paisajes sudamericanos. Mientras el programa finaliza, sus resultados serán transferidos a gobiernos y organizaciones, con planes para implementar estas soluciones a mayor escala en 2026. Este esfuerzo colectivo demuestra el poder de la innovación tecnológica para enfrentar desafíos ambientales críticos.