Este viernes 9 de mayo de 2025, se inauguró la primera Hacker House para niñas en Chile, un espacio pionero ubicado en el Colegio Almendral de La Pintana, una de las comunas más vulnerables del país. Este proyecto, impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, busca empoderar a jóvenes mujeres a través de la programación y la tecnología, áreas históricamente dominadas por hombres. La iniciativa, que abrió sus puertas con un evento que reunió a autoridades, estudiantes y familias, marca un hito en el acceso equitativo a oportunidades tecnológicas para las nuevas generaciones.
La Hacker House de La Pintana ofrecerá talleres gratuitos de programación, robótica y diseño digital a niñas de entre 10 y 16 años, con el objetivo de reducir la brecha de género en el sector tecnológico. Según datos de la UNESCO, las mujeres representan solo el 35% de los estudiantes en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) a nivel global, y en Chile, esta cifra desciende al 30%. Este espacio, que funcionará de lunes a viernes de 3:00 p.m. a 6:00 p.m., espera impactar a más de 200 niñas en su primer año, brindándoles herramientas para explorar su potencial en un entorno seguro y colaborativo.
Un espacio para el empoderamiento tecnológico
La creación de esta Hacker House surge en un contexto donde la tecnología se ha convertido en un motor clave para el desarrollo económico y social, pero sigue siendo un ámbito con desigualdad de género. Durante la ceremonia de apertura, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, destacó la importancia de este proyecto: “Queremos que las niñas de La Pintana vean la tecnología como una oportunidad para transformar sus vidas y sus comunidades”. El espacio cuenta con laboratorios equipados con computadores, kits de robótica y software educativo, donados por empresas tecnológicas locales y fundaciones internacionales.
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El programa de la Hacker House incluye mentorías impartidas por mujeres profesionales en tecnología, quienes guiarán a las participantes en proyectos prácticos como la creación de aplicaciones móviles y videojuegos. Además, se fomentará el trabajo en equipo y la resolución de problemas, habilidades esenciales para el mercado laboral del futuro. Según el Ministerio de Educación, el 70% de los empleos en Chile para 2030 estarán relacionados con tecnología, lo que subraya la urgencia de preparar a las nuevas generaciones, especialmente a las niñas, para estos desafíos.
Impacto en La Pintana y más allá
La elección de La Pintana como sede de la primera Hacker House no fue al azar. Esta comuna, conocida por sus altos índices de pobreza y vulnerabilidad social, enfrenta desafíos significativos en acceso a educación de calidad. Sin embargo, también alberga una comunidad resiliente y con ganas de progresar. El Colegio Almendral, que acoge este proyecto, se ha convertido en un referente de innovación educativa, y ahora busca inspirar a otras comunas a replicar esta iniciativa. Las autoridades han anunciado planes para abrir dos Hacker Houses adicionales en regiones como Antofagasta y Valdivia antes de finalizar 2026.
El impacto de este proyecto trasciende lo tecnológico. Las actividades de la Hacker House también incluirán talleres de liderazgo y autoestima, con el objetivo de fortalecer la confianza de las niñas en sus capacidades. Madres y tutoras de las participantes también serán invitadas a sesiones informativas para aprender sobre la importancia de la tecnología en el futuro de sus hijas. Este enfoque integral busca no solo formar programadoras, sino también ciudadanas empoderadas que puedan liderar el cambio en sus comunidades. Con esta iniciativa, Chile da un paso firme hacia un futuro donde la tecnología sea un derecho accesible para todas, marcando un antes y un después en la educación femenina.