El brote de sarampión en Estados Unidos ha alcanzado un nuevo récord semanal, superando los niveles registrados durante el grave brote de 2019. Según datos actualizados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), durante la semana del 30 de marzo se reportaron 111 casos con síntomas activos, superando los 102 casos de la misma semana en 2019, considerada hasta ahora la más crítica desde que se eliminó la transmisión endémica en el año 2000.
La mayoría de los contagios actuales se concentran en Texas y estados vecinos como Nuevo México y Oklahoma. Autoridades de salud han identificado un foco específico en esa región que ya ha provocado al menos 750 infecciones confirmadas, según reportó CBS News. Este epicentro ha dado origen a múltiples casos en otros estados, convirtiéndolo en el brote individual más severo desde hace más de dos décadas.
Además, el informe señala que en lo que va del año se han identificado otros 11 brotes localizados de sarampión en el país, una cifra que creció respecto a los 10 registrados la semana anterior.
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Brote de sarampión genera alarma por posible subregistro
Lara Anton, portavoz del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, explicó que aunque la cantidad de nuevos casos parece haber disminuido en los últimos días, es prematuro considerar que el brote de sarampión está llegando a su fin. “A veces, los laboratorios comerciales tardan hasta una semana en enviar los resultados a las autoridades sanitarias, por lo que los datos que vemos hoy reflejan contagios de hace varios días”, advirtió.
A esta demora se suma la preocupación por casos asintomáticos o con síntomas leves, que podrían estar quedando fuera de los registros oficiales. Especialistas consultados por CBS News señalaron que existe un subregistro preocupante, lo que podría agravar aún más la situación en comunidades con baja cobertura de vacunación.
Además, se teme que los viajes realizados durante el feriado de Semana Santa hayan facilitado la propagación interestatal del virus. Según la misma fuente, los efectos de esos desplazamientos podrían verse reflejados en los próximos informes semanales.
Un miembro del personal médico prepara una vacuna contra el sarampión en Lubbock, Texas (EE.UU.). EFE/EPA/Annie Rice
Brote de sarampión ya supera los 935 casos confirmados
Hasta el cierre de abril, al menos 935 casos de sarampión han sido confirmados en Estados Unidos en lo que va del año, un número que ya duplica los promedios anuales recientes. Canadá, por su parte, también enfrenta una situación grave con más de 1.000 casos registrados, aunque con diferencias notables en la tasa de hospitalización.
Mientras que en Estados Unidos el 13% de los contagios han requerido hospitalización, en Canadá ese porcentaje es de apenas el 7%. Asimismo, se han reportado tres muertes por sarampión en territorio estadounidense, frente a cero en Canadá. “Estas cifras reflejan la magnitud del brote de sarampión y la vulnerabilidad de ciertas comunidades”, subrayó el informe de CBS News.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede causar neumonía, encefalitis e incluso la muerte, especialmente entre menores no vacunados. El virus se propaga con facilidad en entornos con baja inmunización y puede permanecer activo en el aire durante varias horas tras el paso de una persona infectada.
Un niña es vacunada del sarampión, en una imagen de archivo. EFE/Fernando Bizerra Jr.
El brote de sarampión expone la fragilidad de la inmunidad comunitaria
Desde el año 2000, Estados Unidos había logrado eliminar la transmisión endémica del virus, gracias a campañas sostenidas de vacunación. Sin embargo, el resurgimiento actual plantea preguntas serias sobre el impacto de la desinformación, la desconfianza en las vacunas y las brechas en los sistemas de salud pública.
Expertos en salud pública alertan que el brote de sarampión en Texas podría replicarse en otras regiones del país si no se refuerzan las medidas de control y educación sanitaria. Las autoridades recomiendan a los padres verificar el estado de vacunación de sus hijos, especialmente en zonas donde se ha detectado transmisión comunitaria.
La tasa de vacunación infantil en algunas áreas rurales y comunidades religiosas ha caído por debajo del umbral del 95% necesario para garantizar inmunidad colectiva. Este descenso ha facilitado la reaparición de enfermedades prevenibles como el sarampión, que había sido casi erradicado del país.
Organismos como la Asociación Estadounidense de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud han renovado sus llamados a reforzar la vacunación sistemática. En paralelo, los CDC continúan monitoreando el avance del brote de sarampión y evaluando nuevas estrategias para contener su propagación.
