El brote de E. coli que se extendió por 15 estados en noviembre de 2024, vinculado a lechuga romana, no fue comunicado públicamente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), según un informe interno de la agencia.
La FDA confirmó que el brote enfermó a 89 personas, hospitalizó a 36 y causó una muerte, pero cerró la investigación sin divulgar detalles ni identificar a las empresas responsables, según la Oficina de Comunicaciones de la FDA. El brote, que afectó estados como Missouri, Indiana, y Wisconsin, comenzó en un instituto en St. Louis County, donde se reportaron 115 casos, según el Departamento de Salud Pública del Condado de St. Louis.
Brote de E. coli: Detalles del incidente
El brote de E. coli que se extendió por 15 estados de Estados Unidos comenzó a principios de noviembre de 2024, con los primeros casos detectados en estudiantes de secundaria en St. Louis County, según la epidemióloga senior del condado, Amanda Brzozowski.
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La cepa E. coli O157:H7, conocida por causar enfermedades graves como el síndrome urémico hemolítico (HUS), afectó a personas de entre 4 y 90 años. En Indiana, un niño de 9 años estuvo hospitalizado durante dos semanas tras desarrollar HUS, según el Departamento de Salud de Indiana. En Missouri, una mujer de 57 años enfermó tras consumir ensalada en un evento, según el Departamento de Salud Pública del Condado de St. Louis.
La FDA rastreó la fuente hasta un rancho y lote común de lechuga romana, pero no encontró producto contaminado para pruebas, ya que el brote había terminado en enero de 2025, según la Oficina de Comunicaciones de la FDA. La agencia señaló que identificó siete subgrupos de casos en eventos con catering, restaurantes y escuelas, pero no emitió alertas públicas. La FDA justificó su silencio afirmando que “no había producto en el mercado ni consejos prácticos para los consumidores” cuando se confirmó la fuente, según un comunicado del 17 de abril de 2025.
Posibles razones de la desinformación
La decisión de la FDA de no informar sobre el brote de E. coli que se extendió por 15 estados contrasta con prácticas previas, como las alertas públicas emitidas en 2022 sobre hepatitis A en fresas y E. coli en ensaladas, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El brote de 2024, que afectó a estados como Arkansas, Colorado, Illinois, y Tennessee, fue registrado en la base de datos del Sistema Nacional de Informes de Brotes del CDC, pero no se comunicó hasta que la investigación se cerró en febrero de 2025, según la Oficina de Comunicaciones de la FDA. La agencia señaló que la falta de producto contaminado y el fin del brote eliminaron la necesidad de alertas.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa a la FDA, defendió la decisión, afirmando que no hubo un cambio en la política de comunicación, según un comunicado del 17 de abril de 2025. Sin embargo, recortes de personal en la FDA, con 20,000 empleados despedidos en el Departamento de Salud y Servicios Humanos en 2025, limitaron la capacidad de la agencia para gestionar comunicaciones públicas, según la exdirectora de participación pública de la FDA, Taryn Webb.
Críticas por el manejo del brote de E. coli
Autoridades locales y expertos han cuestionado la falta de transparencia de la FDA. La Asociación de Salud Pública de Missouri expresó preocupación por la ausencia de alertas, ya que los consumidores podrían haber tenido lechuga contaminada almacenada, según un comunicado del 18 de abril de 2025.
El Departamento de Salud de Wisconsin destacó que la comunicación oportuna es clave para prevenir enfermedades adicionales, especialmente con una cepa tan peligrosa como E. coli O157:H7. En X, la Asociación Nacional de Consumidores criticó a la FDA: “La transparencia salva vidas; los consumidores merecen saber”.
La FDA enfrenta nueve demandas legales, algunas dirigidas contra Taylor Farms, un productor de ensaladas en California, aunque la empresa negó su responsabilidad, según un comunicado del 17 de abril de 2025. La Oficina de Comunicaciones de la FDA aseguró que sigue trabajando con socios estatales para mejorar los protocolos de seguridad alimentaria, pero la controversia subraya los desafíos de la agencia tras los recortes de personal y recursos.