Este verano de 2025, los hospitales de Estados Unidos están viendo un aumento preocupante en las emergencias por picaduras de garrapatas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Las salas de urgencias han registrado un pico en consultas que no se veía desde 2017, especialmente en la región Noreste, donde el riesgo es más alto. Con niños pequeños y adultos mayores como los más afectados, las autoridades están intensificando los esfuerzos para educar al público sobre cómo prevenir estas mordeduras y detectar a tiempo las enfermedades que pueden transmitir.
El CDC reportó que solo en julio de 2025, las visitas a emergencias por picaduras de garrapatas alcanzaron su nivel más elevado en ocho años. Este aumento coincide con el verano, cuando las actividades al aire libre como caminatas, campamentos y jardinería exponen a más personas a estos pequeños pero peligrosos parásitos. En el área metropolitana de Nueva York, el Fordham Tick Index, que monitorea la actividad de garrapatas en el sur de Nueva York, Connecticut y el norte de Nueva Jersey, califica el riesgo de mordeduras como “muy alto”, con una puntuación de 9 sobre 10.
Niños y mayores en riesgo
Los datos del CDC muestran que los grupos más vulnerables son los menores de 10 años y las personas mayores de 70. Estos grupos representan la mayoría de las visitas a urgencias, probablemente porque son más propensos a desarrollar síntomas graves o porque sus cuidadores buscan atención médica inmediata. Las picaduras de garrapatas pueden transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme, que afecta a unas 476,000 personas al año en EE.UU., y la Fiebre Maculosa de las Montañas Rocosas, ambas con síntomas que incluyen fiebre, fatiga, dolores musculares y, en algunos casos, erupciones cutáneas distintivas.
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El cambio climático está jugando un papel importante en este aumento. Según el CDC, los inviernos más suaves permiten que más garrapatas sobrevivan, especialmente en regiones donde la enfermedad de Lyme es endémica. “En áreas donde las garrapatas ya son comunes, las temperaturas menos extremas en invierno están aumentando su población”, explicó un portavoz del CDC. Esto ha llevado a una temporada de garrapatas más larga y activa, que se extiende desde la primavera hasta el otoño, con un pico notable en mayo y ahora en julio.
¿Cómo prevenirlas?
Con el verano en pleno apogeo, el CDC ha emitido recomendaciones claras para reducir el riesgo. La primera es evitar áreas boscosas o con mucha vegetación, como zonas con hierba alta o hojarasca, y permanecer en el centro de los senderos al caminar. También se aconseja usar repelentes de insectos registrados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), como los que contienen DEET o Picaridina, que son seguros incluso para mujeres embarazadas o en período de lactancia cuando se usan según las instrucciones.
Otra medida clave es tratar la ropa y el equipo con permetrina al 0.5%, un producto que sigue siendo efectivo después de varios lavados. El CDC sugiere aplicar protector solar antes del repelente para maximizar la protección. Además, después de estar al aire libre, se recomienda revisar el cuerpo y la ropa en busca de garrapatas, tomar una ducha dentro de las dos horas y secar la ropa en una secadora a alta temperatura para eliminar cualquier garrapata que pueda estar presente.
¿Qué hacer si te muerden?
Si encuentras una garrapata adherida a tu piel, el CDC recomienda retirarla lo antes posible con unas pinzas de punta fina, jalándola suavemente hacia arriba sin girar. No es necesario acudir a un médico para la extracción, ya que retrasarlo puede aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades. Sin embargo, si aparece fiebre, erupción cutánea o cualquier síntoma inusual en los días o semanas posteriores, es crucial buscar atención médica de inmediato. El CDC enfatiza que la enfermedad de Lyme se puede prevenir con antibióticos si se trata dentro de las 72 horas tras una mordedura de alto riesgo.
El aumento de las picaduras de garrapatas refleja un problema que afecta a todo el país, desde el Noreste, donde el riesgo es mayor, hasta el Sur y el Oeste, donde las mordeduras son menos frecuentes pero aún significativas. Con la temporada de garrapatas en su punto más alto, las autoridades instan a la población a tomar precauciones y estar atentos a cualquier signo de enfermedad. Mientras los estadounidenses disfrutan del verano al aire libre, la vigilancia y la prevención son clave para mantenerse a salvo de estos pequeños pero peligrosos parásitos.