El futuro de la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos está bajo debate, y esto ha llevado a que muchas personas evalúen otras opciones legales para residir en el país. Una de las principales alternativas que ha cobrado fuerza es la visa EB-5, que permite a inversionistas extranjeros obtener la residencia permanente a cambio de inversiones sustanciales que generen empleo en territorio estadounidense.
Ciudadanía por nacimiento en riesgo: ¿qué implicaría su eliminación?
Actualmente, la ciudadanía por nacimiento garantiza que cualquier persona nacida en suelo estadounidense tenga automáticamente la nacionalidad. Sin embargo, recientes propuestas políticas, en especial desde sectores conservadores, están presionando para limitar o eliminar este derecho. Esta posibilidad ha encendido las alarmas en comunidades inmigrantes y ha incentivado el interés por vías migratorias basadas en inversión, como la visa EB-5 y la propuesta de una Gold Card.
Ali Jahangiri, líder de la EB5 Lending Alliance, explicó a Newsweek que si se restringe el derecho de ciudadanía por nacimiento, las familias extranjeras con mayores recursos podrían inclinarse por opciones legales que ofrezcan más claridad y estabilidad. “Estos cambios reducirían los incentivos del llamado turismo de nacimiento y, en su lugar, promoverían rutas formales y seguras hacia la residencia permanente”, sostuvo.
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El “turismo de nacimiento”, aunque legal, es una práctica cada vez más criticada. Si se elimina la ciudadanía automática, esta modalidad perdería sentido. En consecuencia, los programas de residencia mediante inversión ganarían protagonismo.
Imagen referencial de un pasaporte de los Estados Unidos. Foto: X/@eb5visaio
¿Qué ofrece la visa EB-5 como alternativa?
La visa EB-5 ha sido durante años una opción válida para quienes pueden permitirse una inversión considerable en la economía estadounidense. Este programa permite obtener una Green Card si se invierten al menos 800,000 dólares en una empresa ubicada en una zona de alto desempleo o en proyectos rurales que generen al menos diez empleos.
Este camino no solo ofrece residencia permanente para el inversionista, sino también para su cónyuge e hijos menores de 21 años. En muchos casos, la visa EB-5 ha sido vista como una vía rápida hacia el “sueño americano” para familias con un alto poder adquisitivo que buscan seguridad jurídica y estabilidad migratoria.
El atractivo de esta visa se ha reforzado ante las posibles modificaciones legislativas, pues garantiza una residencia legal sin depender de cambios en el sistema de ciudadanía automática.
La propuesta de la Gold Card: una opción aún más exclusiva
Además de la visa EB-5, la administración estadounidense propuso en febrero un nuevo esquema migratorio conocido como la Gold Card. Esta tarjeta dorada otorgaría residencia a quienes inviertan cinco millones de dólares en el país.
A diferencia de otros visados, la Gold Card contempla un sistema fiscal territorial, lo que significa que solo se gravarían los ingresos generados dentro de Estados Unidos, eximiendo las rentas obtenidas en el extranjero. Esta característica está diseñada para atraer a individuos con un alto patrimonio neto que buscan establecerse legalmente en el país sin enfrentar una carga impositiva global.
La Gold card del presidente Donald Trump. Foto: X/@RodDMartin
“La eliminación de la ciudadanía por nacimiento impulsaría aún más este tipo de programas”, afirmó Jahangiri. Según sus declaraciones, las familias adineradas verían en estas opciones una solución definitiva y confiable para asegurar su permanencia en Estados Unidos.
Obstáculos legales y políticos para implementar nuevas visas
No obstante, implementar cambios drásticos como la eliminación de la ciudadanía por nacimiento o la creación de nuevas categorías migratorias enfrenta obstáculos políticos y jurídicos. Morgan Bailey, abogada especializada en inmigración del bufete Mayer Brown, explicó a Newsweek que existe poco consenso en el Congreso sobre este tema.
Bailey advirtió que muchos programas similares en otros países han sido abandonados por preocupaciones relacionadas con la seguridad nacional, el lavado de dinero y el cuestionamiento ético de “comprar” la residencia. Además, la percepción pública juega un papel importante: si bien estos programas atraen inversión, también generan críticas por tratarse de beneficios migratorios solo disponibles para una minoría adinerada.
Si la administración estadounidense intentara poner en marcha la Gold Card antes de las elecciones legislativas de 2026 sin el respaldo del Congreso, podría hacerlo mediante órdenes ejecutivas o cambios regulatorios. Sin embargo, esto la expondría a litigios que podrían retrasar o bloquear su implementación.
Por ahora, las alternativas como la visa EB-5 se mantienen vigentes, mientras el futuro de la ciudadanía por nacimiento sigue en debate. Lo cierto es que, si este derecho se modifica, las reglas del juego migratorio cambiarán drásticamente y obligarán a miles de familias a replantear sus estrategias para establecerse legalmente en el país.