La reciente revelación de un acuerdo entre ICE y Medicaid ha generado preocupación entre defensores de los derechos civiles, funcionarios demócratas y comunidades migrantes en Estados Unidos. Según documentos obtenidos por AP, el convenio permitiría al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) acceder a información confidencial de millones de beneficiarios de Medicaid con el objetivo de ubicar y deportar a personas indocumentadas.
El acuerdo fue firmado por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Aunque el gobierno sostiene que la medida busca evitar el uso indebido del programa de salud, la realidad es que los datos proporcionados también se usarán para identificar a inmigrantes sin estatus legal. La información incluiría nombres, direcciones, fechas de nacimiento y números de Seguro Social.
ICE y Medicaid: acceso a información para fines de inmigración
De acuerdo con la agencia AP, el documento establece que ICE podrá acceder a la base de datos de Medicaid entre semana hasta el 9 de septiembre. Aunque no se les permitirá descargar ni almacenar la información, sí podrán consultar datos sensibles que ayudarán a localizar a extranjeros indocumentados.
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El portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), Andrew Nixon, afirmó que la agencia actuó dentro del marco legal. Sin embargo, el acuerdo establece claramente que ICE podrá utilizar los datos para “recibir información sobre la identidad y ubicación de los extranjeros identificados”.
Pacientes hacen fila en el Hospital Comunitario Martin Luther King Jr. en Compton, California, EE. UU., en una fotografía de de archivo. EFE/EPA/Etienne Laurent
El uso de estos datos representa un giro significativo en la estrategia migratoria, al integrar herramientas del sistema de salud para la aplicación de leyes migratorias.
ICE y Medicaid: críticas por violar la privacidad y generar temor
Grupos defensores de los inmigrantes advierten que esta práctica podría fomentar una vigilancia masiva y desincentivar el acceso a servicios médicos básicos, incluso entre ciudadanos estadounidenses.
“El CMS no debería convertirse en un brazo del sistema migratorio”, advirtió un funcionario de la agencia bajo anonimato. Por su parte, Hannah Katch, asesora de CMS durante la administración Biden, calificó la medida como una “traición a la confianza de los afiliados”.
El senador demócrata Adam Schiff también expresó su preocupación, señalando que la transferencia de datos vulnera las leyes de privacidad y pone en riesgo la salud pública. “Este tipo de acciones hará que más personas renuncien al acceso a atención médica esencial por miedo a ser deportadas”, indicó.

El Hospital Comunitario Martin Luther King Jr. en Compton, California, EE. UU., en una fotografía de de archivo. EFE/EPA/Etienne Laurent
ICE y Medicaid: qué dicen los estados y qué inmigrantes califican
En la mayoría de estados, los inmigrantes sin estatus legal no pueden acceder a Medicaid completo, pero sí a Medicaid de emergencia, que cubre únicamente servicios médicos que salvan vidas. Sin embargo, estados como California, Nueva York, Washington, Oregón, Illinois, Minnesota y Colorado han creado programas financiados localmente que permiten a inmigrantes sin ciudadanía acceder a la cobertura total de Medicaid.
Estos estados aclararon que no facturan al gobierno federal por dichos servicios, por lo que no deberían ser parte de esta base de datos. Aun así, los funcionarios de la administración Trump exigieron el mes pasado que CMS compartiera la información de millones de afiliados en estos estados, lo que provocó la reacción inmediata de legisladores y gobernadores.
Actualmente, al menos 20 estados han presentado demandas argumentando que la medida viola leyes federales de privacidad médica. El Congreso también reaccionó: decenas de legisladores enviaron cartas al DHS y al HHS para exigir que detengan el acceso de ICE a los datos.
ICE y Medicaid: posibles consecuencias a largo plazo
Además del impacto inmediato en la salud de millones, este acuerdo podría sentar un peligroso precedente. Médicos y trabajadores sociales temen que los inmigrantes eviten hospitales por temor a ser identificados. Iglesias, escuelas y juzgados ya eran considerados espacios de riesgo; ahora, también lo serán los centros de salud.
El gobierno no ha brindado detalles completos sobre cómo se protegerá la información sensible ni si se implementarán límites de uso. Mientras tanto, la comunidad migrante permanece en alerta ante lo que consideran una herramienta más de persecución masiva.