El presidente estadounidense, Donald Trump, ha tomado una decisión controvertida al congelar 175 millones de dólares en fondos federales para la Universidad de Pensilvania (UPenn) debido a la inclusión de atletas transgénero en los equipos deportivos femeninos. Este anuncio fue realizado el miércoles por la cadena Fox News y ha generado un intenso debate sobre los derechos de las personas transgénero y la interpretación de las leyes federales en el ámbito deportivo.
Congelación de fondos y posible pérdida de financiación federal para UPenn
La Universidad de Pensilvania, una de las instituciones más prestigiosas en Estados Unidos y parte de la Ivy League, podría perder toda su financiación federal en el marco de una investigación sobre presuntas violaciones al Título IX. Esta ley federal, que fue aprobada en 1972, prohíbe la discriminación por razón de sexo en cualquier escuela o programa educativo que reciba fondos federales. Sin embargo, la interpretación de esta ley ha sido un tema de debate, especialmente en relación con la participación de atletas transgénero en deportes femeninos.
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Trump y sus aliados argumentan que las atletas transgénero, que nacieron hombres pero compiten en categorías femeninas, tienen una ventaja injusta sobre las mujeres cisgénero debido a diferencias físicas que no pueden ser superadas. Este enfoque ha generado críticas tanto de defensores de los derechos de las personas transgénero como de expertos en deportes que afirman que las políticas que prohíben la inclusión de estas atletas no están basadas en evidencias científicas.
Vista de una defensora de los derechos de la comunidad transgénero, en una fotografía de archivo. EFE/Michael Reynolds
La disputa sobre el Título IX y su impacto en los deportes femeninos
El Título IX fue diseñado para garantizar la igualdad de género en el ámbito educativo y en las actividades extracurriculares, incluidos los deportes. Sin embargo, su aplicación en el contexto de los atletas transgénero ha sido un tema controvertido. La Administración Trump argumenta que la inclusión de mujeres transgénero en los deportes femeninos podría vulnerar los principios de equidad para las mujeres cisgénero, quienes, según este punto de vista, podrían quedar en desventaja frente a competidoras trans.
La congelación de fondos a la Universidad de Pensilvania no es un caso aislado, ya que otras instituciones, como la San Jose State University y la Massachusetts Interscholastic Athletic Association, también están siendo investigadas por posibles violaciones al Título IX debido a su inclusión de atletas transgénero en competencias femeninas. No obstante, la congelación de los 175 millones de dólares a UPenn no está directamente relacionada con esas investigaciones, sino con el enfoque particular del gobierno de Trump hacia la política deportiva y los derechos de las personas transgénero.
Lia Thomas: el caso que encendió la polémica
El nombre de la Universidad de Pensilvania comenzó a acaparar titulares en 2022 debido a la participación de Lia Thomas, una atleta transgénero que compitió en el equipo femenino de natación. Thomas se convirtió en un referente al ganar el campeonato nacional en la prueba de 500 yardas estilo libre, con un tiempo de 4 minutos y 33,24 segundos, convirtiéndose en la primera persona transgénero en lograr este tipo de hazaña en la historia del deporte universitario en Estados Unidos.
El caso de Lia Thomas fue fundamental para desatar el debate sobre la inclusión de las personas transgénero en los deportes. Mientras que algunos aplauden su éxito como un símbolo de la lucha por los derechos de las personas trans, otros critican su participación en la categoría femenina, argumentando que su ventaja física es insuperable.
Fotografía de archivo de personas que piden respeto por los derechos trans en Estados Unidos. EFE/Adam Davis
Trump y su postura sobre los transgénero en el Ejército y los deportes
Donald Trump ha sido un crítico firme de la inclusión de personas transgénero en ciertos ámbitos, como el ejército y los deportes. En el caso de los deportes, Trump firmó en febrero de 2020 una orden ejecutiva que prohíbe la participación de mujeres transgénero en competiciones femeninas, argumentando que no sería justo para las mujeres cisgénero. Esta medida también forma parte de su agenda más amplia sobre la protección de los derechos de las mujeres en espacios deportivos, aunque sus detractores señalan que sus políticas discriminan a las personas trans.
Asimismo, en el ámbito militar, Trump adoptó una postura similar, al prohibir la inclusión de personas transgénero en las fuerzas armadas, basándose en la idea de que los miembros del ejército deben estar «mental y físicamente aptos para el deber». Sin embargo, en una reciente decisión judicial, una jueza bloqueó esta orden ejecutiva, lo que significa que, por ahora, la política de inclusión de personas transgénero en el Ejército de EE. UU. sigue en vigor.