El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a estar en el centro del debate nacional tras poner en duda uno de los pilares más fundamentales del sistema jurídico estadounidense: el debido proceso. En una entrevista reciente con NBC, el mandatario fue cuestionado sobre si considera que tanto ciudadanos como no ciudadanos merecen esa protección legal. Su respuesta fue sorprendente: “No lo sé. No soy abogado. No lo sé”.
La frase generó una fuerte reacción entre juristas, defensores de derechos humanos y figuras políticas, al considerar que Trump pone en entredicho una cláusula constitucional clave: la Quinta Enmienda, que garantiza que ninguna persona será privada de su vida, libertad o propiedad sin un debido proceso legal.
Trump y el debido proceso: una postura polémica en migración
El contexto de esta declaración fue un cuestionamiento sobre las políticas migratorias de su gobierno. Durante su segundo mandato, Trump ha enfrentado múltiples bloqueos judiciales a sus órdenes de deportación, debido a cuestionamientos sobre si los migrantes afectados han tenido acceso al debido proceso que establece la Constitución.
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Trump, visiblemente frustrado, señaló que los tribunales le han impedido ejecutar sus planes migratorios, y sugirió que la Corte Suprema tiene una “interpretación diferente” de la cláusula constitucional.
“Fui elegido para encargarme del tema migratorio, y los jueces me detienen”, afirmó el presidente. Cuando la periodista Kristen Welker le insistió en si debe respetar la Constitución como jefe de Estado, Trump respondió: “No lo sé. Tengo abogados brillantes trabajando para mí y van a seguir lo que diga la Corte Suprema”.
La respuesta ha sido criticada ampliamente por sugerir que el presidente puede no acatar la Constitución directamente, sino solo las decisiones judiciales. Esto abre un debate sobre los límites del poder presidencial y la separación de poderes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante un evento en la Casa Blanca, este 9 de abril de 2025. EFE/Chris Kleponis/Pool
Trump y el debido proceso: ¿una amenaza a las garantías constitucionales?
La inquietud central radica en que Trump parece minimizar la obligación de respetar la Constitución como presidente. Aunque más adelante aclaró que su gobierno «obviamente acatará» las decisiones de la Corte Suprema, su desconocimiento o desdén hacia el texto constitucional ha sido interpretado por analistas como una señal preocupante.
El debido proceso no solo protege a los ciudadanos estadounidenses. De acuerdo con numerosos fallos de la Corte Suprema, los no ciudadanos también tienen derecho a procedimientos justos cuando enfrentan decisiones que pueden afectar su libertad o permanencia en el país.
“No saber si el presidente de Estados Unidos respetará la Constitución es profundamente alarmante”, expresó un exfuncionario del Departamento de Justicia, quien agregó que el debido proceso es “la piedra angular del estado de derecho”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (c), a su salida de la Casa Blanca, este 25 de abril de 2025. EFE/Jim Lo Scalzo
Trump y el debido proceso en su segundo mandato
Desde que inició su segundo mandato en 2025, Trump ha manifestado reiteradamente su frustración con los tribunales federales. La administración ha impulsado medidas más agresivas contra los migrantes, algunas de las cuales han sido suspendidas por jueces por violar el debido proceso legal.
A pesar de ello, Trump continúa defendiendo sus políticas con una retórica desafiante hacia el sistema judicial. Durante un mitin en Nevada, se refirió a los jueces como “obstáculos burocráticos” y “enemigos del pueblo” si impiden sus acciones ejecutivas. Frases como estas recuerdan la tensión constante entre el Poder Ejecutivo y el Judicial en su administración.
Por otro lado, Trump negó tener intenciones de postularse para un tercer mandato, algo prohibido por la Enmienda 22 de la Constitución. Sin embargo, su campaña ha comenzado a vender gorras con el lema “Trump 2028”, lo que ha alimentado especulaciones y críticas sobre su respeto a los límites constitucionales.
En la misma entrevista, cuando se le preguntó si ha considerado alguna teoría legal que le permita extenderse más allá de dos mandatos, Trump afirmó: “No estoy considerando eso”, aunque en otros espacios ha bromeado con la posibilidad de gobernar “dos, tres o incluso cuatro veces”.
Trump y el debido proceso: reacciones desde el Congreso y la sociedad civil
Miembros del Congreso y organizaciones de derechos civiles reaccionaron rápidamente a las declaraciones del mandatario. El senador demócrata Alex Padilla, presidente del Subcomité de Inmigración, comentó que “las palabras del presidente muestran un desprecio peligroso por la Constitución y por el valor del debido proceso para todos”.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) publicó un comunicado en el que enfatizó que el debido proceso no es negociable: “Es un derecho que protege a todas las personas dentro de nuestras fronteras, sin importar su nacionalidad o estatus migratorio”.