Trump propone subir impuestos a los ricos: ¿giro inesperado en su política fiscal?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sorprendido a su partido al proponer un aumento de impuestos para los estadounidenses con mayores ingresos. Esta iniciativa, que incluye elevar la tasa impositiva máxima del 37% al 39.6% para individuos que ganan más de 2.5 millones de dólares anuales y parejas con ingresos superiores a 5 millones, representa un cambio significativo respecto a las políticas fiscales implementadas durante su primer mandato.
Una propuesta que desafía la ortodoxia republicana
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La propuesta de Trump también busca eliminar la «laguna del interés devengado», que permite a los gestores de fondos de inversión pagar tasas impositivas más bajas. Además, se contempla la eliminación de impuestos sobre propinas, horas extra y beneficios del Seguro Social.
Estas medidas han generado divisiones dentro del Partido Republicano. Mientras que algunos legisladores, como el senador Josh Hawley, han expresado su apoyo a aumentar los impuestos a los más ricos, otros mantienen una postura contraria, argumentando que tales aumentos podrían afectar negativamente a las pequeñas empresas y la inversión.
El líder de la Cámara Baja de EE.UU., Mike Johnson (i), habla en presencia de Donald Trump (d), en una fotografía de archivo. EFE/Samuel Corum/Pool
Tensiones en el Congreso y desafíos para la aprobación
La propuesta enfrenta obstáculos significativos en el Congreso. Muchos republicanos, especialmente aquellos de estados con altos impuestos estatales y locales, están presionando para aumentar el límite de deducción de impuestos estatales y locales (SALT), mientras que otros se oponen a cualquier aumento de impuestos.
Además, el plan de Trump incluye recortes de gastos en programas como Medicaid, lo que ha generado preocupación entre los republicanos moderados y ha complicado las negociaciones para lograr un consenso dentro del partido.
Implicaciones políticas y económicas
El giro de Trump hacia políticas fiscales que aumentan los impuestos a los más ricos podría tener implicaciones significativas tanto para su base electoral como para la economía en general. Por un lado, podría ayudar a contrarrestar las críticas de que sus políticas favorecen a los más adinerados; por otro, podría alienar a sectores clave dentro de su partido y afectar la inversión empresarial.
La propuesta también se enmarca en un contexto de debates más amplios sobre la equidad fiscal y la sostenibilidad del gasto público, temas que probablemente seguirán siendo centrales en la agenda política de Estados Unidos en los próximos meses.