El presidente Donald Trump anunció el 15 de julio de 2025 una inversión de 92.000 millones de dólares en inteligencia artificial (IA) y energía en Pensilvania, generando 20.4 millones de interacciones en redes sociales. Por lo tanto, la iniciativa, presentada en la Cumbre de Energía e Innovación en Pittsburgh, busca posicionar a EE.UU. como líder en la carrera global de IA frente a China. En consecuencia, empresas como Google, Blackstone y CoreWeave lideran proyectos que prometen crear 50,000 empleos, según el senador Dave McCormick. Sin embargo, expertos advierten sobre riesgos ambientales y la necesidad de regulaciones, según Scientific American.
Inversión histórica en Pittsburgh
En la cumbre, organizada por McCormick en Carnegie Mellon University, Trump destacó 56,000 millones en infraestructura energética y 36,000 millones en centros de datos, según un comunicado de la Casa Blanca. Por su parte, el presidente afirmó: “Estamos en una edad de oro para EE.UU., con empleos y éxito sin precedentes”. En consecuencia, la inversión incluye un acuerdo de Google con Brookfield Asset Management por 3,000 millones para modernizar dos plantas hidroeléctricas, asegurando 3 gigavatios de energía renovable, según Bloomberg. Además, el proyecto se alinea con la meta de Trump de dominar la producción tecnológica doméstica.
Google y Blackstone lideran el camino
Google y Blackstone comprometieron 50,000 millones, con 25,000 millones cada uno, para construir centros de datos y plantas energéticas en Pensilvania y el Atlántico Medio, según Reuters. Por lo tanto, Google aprovechará la red eléctrica PJM, la más grande de EE.UU., que abarca 13 estados, para alimentar sus operaciones de IA. En consecuencia, Blackstone planea 10 centros de datos, generando 8,000 empleos directos, según el Wall Street Journal. Sin embargo, la creciente demanda energética, que podría aumentar un 25% en siete años, plantea preocupaciones sobre apagones, según la North American Electric Reliability Corporation.
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Impulso económico y laboral
McCormick resaltó que Pensilvania cuenta con mano de obra cualificada y universidades como Carnegie Mellon, líderes en IA, según un comunicado oficial. Por su parte, el proyecto en Aliquippa transformará un antiguo sitio industrial en un centro de datos, revitalizando una región afectada por el declive del acero, según el alcalde Dwan Walker. En consecuencia, se espera que la inversión genere 20 millones en ingresos fiscales locales, según la Pittsburgh Post-Gazette. Además, empresas como Amazon Web Services y Anthropic se sumaron, destacando el atractivo de la región por su gas natural económico.
Contexto de la carrera por la IA
La inversión se enmarca en la estrategia de Trump para superar a China en IA, tras revocar la orden ejecutiva de Biden sobre regulaciones de seguridad en IA, según Forbes. Por lo tanto, el proyecto Stargate, con 100,000 millones iniciales y hasta 500,000 millones a largo plazo, incluye centros de datos en Texas, según Oracle. En consecuencia, la Casa Blanca planea agilizar permisos para plantas nucleares y de gas, según Reuters. Sin embargo, críticos como Frank Pasquale, de Cornell Tech, advierten que la falta de regulaciones podría generar riesgos a largo plazo, según GovTech.
Retos ambientales y energéticos
El auge de los centros de datos demanda un aumento del 30% en la capacidad eléctrica de EE.UU. para 2030, según el Departamento de Energía. Por su parte, la reactivación de la planta nuclear de Three Mile Island, acordada con Microsoft, busca satisfacer esta demanda, según CNN. En consecuencia, el 65% de los estadounidenses apoya la expansión de la energía nuclear para IA, según Pew Research. Sin embargo, el senador Bob Casey alertó sobre el impacto ambiental de nuevas plantas de gas, que podrían incrementar las emisiones en un 15%, según un informe de la Agencia de Protección Ambiental.