El presidente Donald Trump anunció el martes 22 de julio de 2025 un nuevo acuerdo comercial con Japón, descrito por él como “quizás el más grande jamás realizado”. Este pacto, alcanzado tras meses de negociaciones marcadas por tensiones, busca fortalecer las relaciones comerciales entre dos aliados clave, al tiempo que aborda disputas sobre productos como automóviles y arroz. Con un enfoque en tarifas recíprocas y una inversión japonesa de 550 mil millones de dólares en EE.UU., el acuerdo promete impactos significativos en ambos países. A continuación, desglosamos las claves de este hito comercial.
Claves del pacto con Japón: tarifas y compromisos
El acuerdo establece un arancel del 15% sobre las exportaciones japonesas a EE.UU., una reducción frente al 25% que Trump había amenazado con imponer a partir del 1 de agosto. A cambio, Japón se compromete a abrir su mercado a productos estadounidenses, incluyendo automóviles, camiones, arroz y otros bienes agrícolas. Según Trump, Japón invertirá 550 mil millones de dólares en EE.UU., con el país recibiendo el 90% de las ganancias, aunque no se han aclarado los detalles de esta inversión ni cómo se calcularán los beneficios. El presidente destacó que el pacto creará “cientos de miles de empleos” y fortalecerá la relación bilateral, un mensaje que reiteró en un evento con congresistas republicanos en la Casa Blanca.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, señaló que su gobierno examinará cuidadosamente los términos del acuerdo antes de emitir una respuesta definitiva. Ishiba, cuya coalición enfrenta presiones tras perder la mayoría en la cámara alta japonesa, expresó que las negociaciones priorizaron los intereses nacionales. Sin embargo, el ministro de Comercio japonés, Ryosei Akazawa, celebró el acuerdo como una “misión cumplida”, destacando la reducción de aranceles sobre automóviles, que representan cerca de un tercio de las exportaciones japonesas a EE.UU.
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Impacto económico del pacto con Japón
El comercio bilateral entre EE.UU. y Japón alcanzó los 230 mil millones de dólares en 2024, con un déficit comercial para EE.UU. de 68.5 mil millones. Japón, el quinto mayor socio comercial de EE.UU., exportó bienes por 148 mil millones de dólares el año pasado, incluyendo automóviles y autopartes, mientras que EE.UU. envió 80 mil millones en productos como petróleo, gas y farmacéuticos. Este nuevo acuerdo amplía el pacto de 2019, que permitió el envío de más bienes sin aranceles, y aborda puntos conflictivos como el acceso al mercado japonés para el arroz estadounidense, que sumó 298 millones de dólares en exportaciones en 2024. Pese a las afirmaciones de Trump de que Japón no compra autos estadounidenses, datos de la Asociación de Importadores de Automóviles de Japón muestran que importaron 16,707 vehículos de EE.UU. en 2024.
Además, el acuerdo incluye un compromiso japonés para participar en un proyecto de gas natural licuado en Alaska, valorado en 44 mil millones de dólares, que busca exportar gas a Asia. Esta iniciativa, respaldada por la Administración Trump, podría reforzar la cooperación energética entre ambos países, aunque los detalles aún son escasos.
Negociaciones y contexto del pacto con Japón
Las negociaciones no estuvieron exentas de desafíos. En abril, Trump impuso un arancel general del 24% a Japón, pausado luego por 90 días para permitir diálogos. En julio, amenazó con un 25% si no se llegaba a un acuerdo antes del 1 de agosto. La presión de Japón, que posee 1.1 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, y las reuniones entre el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y las autoridades japonesas, allanaron el camino para el pacto. Por su parte, Ishiba enfrentó críticas internas por la percepción de que el acuerdo podría perjudicar a los agricultores japoneses, un sector clave para su partido.
En consecuencia, este pacto representa un alivio para Japón, que evitó aranceles más altos, y una victoria para Trump, quien lo presenta como un logro de su política comercial. Mientras las bolsas japonesas, como el Nikkei 225, subieron más del 2% tras el anuncio, con alzas significativas en acciones de Toyota y Honda, el impacto a largo plazo dependerá de cómo se implementen los términos del acuerdo.