El presidente Donald Trump ha destituido a varios miembros del consejo del Museo del Holocausto de Estados Unidos, incluidos nombramientos clave de la administración de Joe Biden. Entre ellos se encuentra Doug Emhoff, esposo de la exvicepresidenta Kamala Harris, quien había sido designado a inicios de 2025 para encabezar los esfuerzos federales contra el antisemitismo.
Emhoff, quien es de religión judía y se convirtió en una figura destacada en la lucha contra los discursos de odio, criticó la medida a través de un comunicado. «La conmemoración y la educación sobre el Holocausto nunca deben politizarse», expresó. Añadió que usar una tragedia de esta magnitud como herramienta política es “peligroso y deshonra la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis”.
Quiénes fueron destituidos del Museo del Holocausto de Estados Unidos
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que Trump planea nombrar a nuevos miembros que “honren la memoria de las víctimas del Holocausto y sean defensores firmes del Estado de Israel”. Según publicó el diario The Washington Post, entre los destituidos también figuran el exembajador en España Alan Solomont, así como antiguos funcionarios del gabinete Biden como Ron Klain, Tom Pérez, Susan Rice y Anthony Bernal.
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El Museo del Holocausto de Estados Unidos, inaugurado en 1993 y ubicado en Washington D.C., está financiado con fondos federales y donaciones privadas. Su patronato cuenta con 68 integrantes, de los cuales 55 son designados directamente por el presidente en funciones. El consejo se reúne dos veces al año y es responsable de supervisar las políticas institucionales y asegurar la preservación de la memoria histórica del genocidio.
La decisión de destituir a miembros nombrados por la administración anterior se produce en un contexto más amplio de reestructuración dentro del aparato cultural y educativo del gobierno federal.
El segundo caballero, Douglas Emhoff, habla en la segunda noche de la Convención Nacional Demócrata (DNC) en el United Center en Chicago, Illinois, EE.UU., este martes 20 de agosto de 2024. EFE/EPA/Will Oliver
Reacciones tras la purga en el Museo del Holocausto de Estados Unidos
Diversas organizaciones judías y figuras públicas han expresado su preocupación por lo que consideran un intento de politizar una institución que debería mantenerse neutral. El propio Museo del Holocausto de Estados Unidos ha reiterado, mediante un breve comunicado, su compromiso con la educación y la memoria del genocidio, sin pronunciarse directamente sobre los cambios en su directiva.
La senadora demócrata Jacky Rosen, una de las voces más activas contra el antisemitismo en el Congreso, condenó la medida al considerarla innecesaria y dañina. «El museo no puede ser utilizado como plataforma política. Su labor es histórica, educativa y humanitaria», afirmó en una declaración enviada a los medios.
Durante sus primeros 100 días en su segundo mandato, Trump ha implementado otras decisiones similares. Destituyó a la junta directiva del Centro Kennedy, el principal centro nacional de artes escénicas del país, y firmó una orden ejecutiva para eliminar lo que denominó “ideología antiestadounidense” en el Instituto Smithsonian. Estos movimientos han sido interpretados por algunos sectores como parte de una estrategia para influir en el relato cultural del país.
La candidata presidencial demócrata y vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris (d), y su esposo, Doug Emhoff (i), sonríen en el escenario después de que Harris hablara durante la última noche de la Convención Nacional Demócrata en el United Center en Chicago, Illinois (EE.UU.). EFE/Justin Lane
El futuro del Museo del Holocausto de Estados Unidos tras los cambios
Aunque el impacto inmediato de estas destituciones podría no afectar la operación diaria del museo, la elección de nuevos miembros podría redefinir las prioridades institucionales. Fuentes cercanas a la administración adelantaron que Trump busca perfiles con un fuerte compromiso con Israel, pero también con posturas más conservadoras respecto a los enfoques educativos del Holocausto.
Hasta el momento, no se han anunciado oficialmente los nuevos nombramientos, aunque se espera que el presidente dé a conocer los nombres en las próximas semanas. Mientras tanto, defensores de derechos humanos y expertos en memoria histórica han insistido en la necesidad de proteger la independencia del museo ante cualquier intento de manipulación ideológica.
El Museo del Holocausto de Estados Unidos es una de las instituciones más visitadas de la capital, con más de un millón de visitantes al año. Su labor educativa es reconocida a nivel internacional, y ha servido de modelo para otros centros de memoria en distintas partes del mundo. En un contexto global de creciente antisemitismo, su papel como espacio de reflexión histórica y alerta frente al odio sigue siendo crucial.