La decisión del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 50% a las importaciones brasileñas, anunciada el 9 de julio de 2025, ha generado 15.6 millones de interacciones en redes sociales y ha trastocado la dinámica política en Brasil. Por lo tanto, el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, considerado un posible candidato presidencial de derecha para 2026, enfrenta un dilema que debilita sus opciones frente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En consecuencia, la amenaza arancelaria, motivada en parte por el juicio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, ha avivado tensiones económicas y políticas. Sin embargo, Lula parece capitalizar el conflicto, fortaleciendo su popularidad.
Aranceles como arma política
Trump justificó los aranceles citando la “cacería de brujas” contra Bolsonaro, aliado suyo acusado de intentar un golpe tras perder las elecciones de 2022, según The New York Times. Por su parte, el presidente también señaló, erróneamente, un déficit comercial con Brasil, cuando EE.UU. mantuvo un superávit de $7.4 mil millones en 2024, según la Oficina del Censo de EE.UU. En consecuencia, la medida afecta sectores clave como el café, que representa el 25% de las importaciones estadounidenses, y la carne, con $3 mil millones exportados en 2024, según Abiec. Además, la industria aeroespacial, liderada por Embraer, enfrenta riesgos, ya que el 30% de las exportaciones brasileñas a EE.UU. provienen de São Paulo.
Dilema de Tarcísio de Freitas
Tarcísio de Freitas, gobernador de São Paulo, ha sido visto como el heredero político de Bolsonaro, pero los aranceles complican su estrategia. Inicialmente, culpó a Lula por la crisis comercial, según O Estado de S. Paulo, pero luego cambió su discurso, enfocándose en el daño económico a su estado. Por lo tanto, se reunió con el embajador estadounidense en Brasilia para negociar, según Reuters. En consecuencia, su intento de equilibrar el apoyo de las élites empresariales y la base bolsonarista ha generado críticas. Además, su uso de una gorra MAGA fue duramente cuestionado por el diario Folha de S.Paulo, que lo acusó de alinearse con intereses extranjeros.
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Reacción de la base bolsonarista
Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, celebró los aranceles como un respaldo a su padre y criticó a Freitas por su “sumisión” a las élites, según una entrevista en Veja. Por su parte, la base bolsonarista, que representa el 30% del electorado según Datafolha, ve los aranceles como una herramienta para presionar a la Corte Suprema, que juzga a Bolsonaro. En consecuencia, Freitas enfrenta el riesgo de alienar a este grupo clave si prioriza los intereses económicos. Además, Eduardo pidió sanciones bajo la Ley Magnitsky contra jueces brasileños, lo que intensifica las tensiones, según CNN Brasil.
Lula capitaliza la crisis
Lula, cuya aprobación había caído al 47% en mayo de 2025 según AtlasIntel, ha ganado terreno tras el anuncio de Trump. Por lo tanto, su respuesta nacionalista, incluyendo el uso de una gorra con el lema “Brasil pertenece a los brasileños”, resonó entre los votantes, elevando su aprobación al 49.5%, según Bloomberg News. En consecuencia, el presidente ha acusado a la oposición de buscar intervención extranjera, fortaleciendo su narrativa de soberanía. Además, Lula prometió retaliar con aranceles recíprocos bajo la Ley de Reciprocidad Económica, según BBC News, lo que podría escalar la disputa comercial.
Impacto económico en São Paulo
São Paulo, el corazón industrial de Brasil, exporta el 32% de los bienes brasileños a EE.UU., según FIESP. Por su parte, sectores como la maquinaria, representada por ABIMAQ, temen que el arancel del 50% actúe como un “embargo” económico, según su presidente José Velloso. En consecuencia, empresas como Embraer, que vendió $2 mil millones en aviones a EE.UU. en 2024, enfrentan pérdidas significativas. Además, el real se devaluó un 4% tras el anuncio, según Bloomberg, afectando a los consumidores brasileños con alzas en los precios de importaciones.
Repercusiones políticas a largo plazo
A 15 meses de las elecciones de 2026, Freitas debe decidir entre respaldar a Bolsonaro o priorizar a las empresas y ciudadanos de São Paulo, según la antropóloga Isabela Kalil. Por lo tanto, su capacidad para consolidar el apoyo conservador está en riesgo. En consecuencia, Lula ha encontrado una oportunidad para revertir su declive político, presentándose como defensor de la soberanía. Además, el 55% de los brasileños desaprueba a Trump, según una encuesta de Ipec, lo que refuerza la postura de Lula frente a la oposición.