La orden de Donald Trump sobre minerales, firmada este jueves 20 de marzo de 2025, ha puesto en marcha un ambicioso plan para aumentar la producción minera en Estados Unidos, y los expertos ya debaten cómo impactará esto en el empleo del sector.
Orden de Donald Trump sobre Minerales
El presidente Donald Trump, en un movimiento que invoca la Ley de Producción de Defensa, busca reducir la dependencia de minerales críticos importados, como litio, cobre y tierras raras, priorizando la explotación doméstica y acelerando permisos en tierras federales. Según el Servicio Geológico de EE.UU., el país importa más del 50% de 31 minerales esenciales, una vulnerabilidad que la Casa Blanca califica de amenaza a la seguridad nacional. Pero, ¿qué significa esto para los trabajadores?
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El decreto ordena al Departamento del Interior identificar tierras ricas en minerales y priorizar su uso para minería sobre otras actividades, mientras el Departamento de Defensa colaborará con el sector privado para financiar nuevos proyectos. En estados como Nevada y Arizona, donde se concentran depósitos de litio y cobre, ya se anticipa un auge en la contratación. La Asociación Nacional de Minería estima que podrían crearse hasta 50,000 empleos directos en los próximos cinco años, desde mineros hasta técnicos en plantas de procesamiento. Sin embargo, no todo es optimismo: la automatización y las regulaciones ambientales podrían limitar el alcance de estas ganancias.
En Texas, productores de potasa, un mineral clave para fertilizantes incluido en la orden, celebran la medida. “Esto nos da un impulso para contratar más gente local”, afirmó un representante de Intrepid Potash a Bloomberg. Pero en regiones como California, donde los incendios forestales recientes han complicado las operaciones, los sindicatos advierten que la falta de infraestructura y las restricciones estatales podrían frenar el crecimiento laboral. El desempleo en el sector minero, que cayó a 4.8% en 2024 según la Oficina de Estadísticas Laborales, podría reducirse aún más si los proyectos despegan rápido, aunque la capacitación para roles especializados sigue siendo un desafío.
Oportunidades y Obstáculos
La orden de Trump sobre minerales también apunta a procesar materiales en bases militares del Pentágono, una idea que Reuters reportó como parte de un plan para evitar conflictos con comunidades locales. Esto podría generar empleos en áreas rurales cercanas a instalaciones como Fort Bliss en Texas o Fort Irwin en California, pero expertos dudan de su viabilidad inmediata. “Construir refinerías lleva años, y la mano de obra calificada no aparece de la noche a la mañana”, señaló Ernest Scheyder, autor de “The War Below”, en Mining.com. Mientras tanto, la promesa de Trump de firmar un acuerdo con Ucrania para acceder a sus minerales sugiere que no todo el empleo se quedará en casa.
En redes sociales, la reacción es mixta. Usuarios en X aplauden el enfoque “América Primero”, pero otros temen que la desregulación ambiental afecte la salud de los trabajadores. En Nevada, donde el desempleo minero bajó tras la reapertura de minas en 2023, los anuncios de contratación ya están circulando. Sin embargo, la First Street Foundation advierte que el cambio climático, con sequías e incendios, podría complicar la expansión minera, afectando tanto la creación como la estabilidad de los empleos.
Minerales: Un Sector en Transformación
El impacto de la orden de Trump sobre minerales no se limita a la extracción. La refinación, un cuello de botella en EE.UU., podría ver un repunte si las inversiones prometidas por la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional se materializan. En 2024, el país tenía solo dos fundiciones de cobre activas, pero la orden busca cambiar eso. En estados como Utah, empresas como Rio Tinto ya planean ampliar sus plantas, lo que podría sumar cientos de empleos en procesamiento. Sin embargo, la competencia con China, que domina el 70% de las tierras raras, plantea riesgos: si los costos suben, las empresas podrían optar por tecnología en lugar de mano de obra.
¿Cuáles son las predicciones a futuro?
A corto plazo, el decreto promete revitalizar comunidades mineras golpeadas por décadas de declive. En Wyoming, donde el carbón también podría beneficiarse al ser considerado por el Consejo Nacional de Dominación Energética, los líderes locales ven una oportunidad para diversificar. Pero la incertidumbre persiste: la oposición demócrata en el Congreso ya prepara demandas por el uso de tierras federales, y grupos ambientalistas planean protestas. Mientras tanto, el Pentágono y el sector privado afinan detalles para proyectos que podrían transformar el empleo minero en EE.UU., aunque el reloj corre contra las elecciones de medio término y el clima global.
