Michael George Glen Waltz, conocido como Mike Waltz, marcó un breve pero polémico paso como consejero de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, desde el 20 de enero hasta su destitución el 1 de mayo. Este político, empresario y ex militar de las Fuerzas Especiales del Ejército, nacido el 31 de enero de 1974 en Boynton Beach, Florida, dejó una huella significativa en la política estadounidense antes de su salida del Consejo de Seguridad Nacional.
Representante republicano por el sexto distrito de Florida entre 2019 y 2025, Waltz fue el primer soldado de las Fuerzas Especiales en llegar al Congreso, un hito que definió su carrera. Su trayectoria incluye roles clave en la administración Bush, un historial militar con cuatro Estrellas de Bronce y una postura crítica hacia políticas internacionales, pero su gestión en Seguridad Nacional estuvo marcada por controversias que culminaron en su despido.
Antes de su rol en el Consejo de Seguridad Nacional, Waltz sirvió en el Pentágono como director de política de defensa para los secretarios Donald Rumsfeld y Robert Gates, y como asesor de contraterrorismo del exvicepresidente Dick Cheney. Elegido al Congreso en 2018 tras vencer a la exembajadora Nancy Soderberg, sucedió a Ron DeSantis, quien asumió como gobernador de Florida. Durante su tiempo en la Cámara de Representantes, Waltz integró los comités de Inteligencia, Servicios Armados y Asuntos Exteriores, destacándose como un firme crítico de China y un defensor de políticas de seguridad agresivas.
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Mike Waltz: De militar a político influyente
La carrera militar de Waltz, con 27 años en el Ejército y la Guardia Nacional, incluyó múltiples despliegues en Afganistán, Medio Oriente y África, donde recibió cuatro Estrellas de Bronce, dos por valor en combate. Retirado como coronel enfatizando una postura dura contra amenazas globales. En 2017, en una entrevista con The National Interest, Waltz abogó por una estrategia a largo plazo en Afganistán basada en la conversión cultural y la lucha contra el extremismo islámico, un proceso que estimó tomaría generaciones.
Esta perspectiva lo llevó a criticar la retirada de tropas de la era Obama, argumentando que debilitó la posición estadounidense. En el Congreso, Waltz se destacó por su oposición a ciertas políticas sociales y de defensa. Votó en contra de la Ley PACT, que ampliaba beneficios a veteranos expuestos a químicos tóxicos, y de la Ley MORE de 2022, que buscaba despenalizar el cannabis, a pesar del respaldo de organizaciones de veteranos.
También propuso en 2023 una legislación que autorizaría al presidente a usar la fuerza militar contra cárteles mexicanos por el tráfico de fentanilo, comparándola con las autorizaciones de guerra previas a los conflictos en Afganistán e Irak. Su postura hawkish hacia China lo llevó a integrar la Fuerza de Tarea sobre China de la Cámara, abogando por armar a Taiwán y modernizar la flota militar estadounidense.
Controversias en el Consejo
El nombramiento de Waltz como consejero de Seguridad Nacional, anunciado por Trump el 12 de noviembre de 2024, generó expectativas por su experiencia militar y su lealtad al presidente. Sin embargo, su gestión estuvo plagada de errores. En marzo de 2025, Waltz creó un grupo de Signal que incluía accidentalmente al editor de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, exponiendo planes militares sensibles sobre ataques a los hutíes en Yemen.
Este incidente, que involucró a figuras como el secretario de Defensa Pete Hegseth y el vicepresidente JD Vance, desató críticas por su negligencia en la seguridad de comunicaciones. Waltz asumió la responsabilidad, pero el daño a su credibilidad fue significativo. Además, se reveló que Waltz y su equipo usaron cuentas personales de Gmail para comunicaciones gubernamentales, incluyendo horarios y documentos de trabajo, una práctica riesgosa según expertos en seguridad.
También se reportó que creó múltiples chats de Signal para discutir temas sensibles, como Ucrania, China y Gaza, lo que agravó las preocupaciones sobre la protección de información. A pesar de que la Casa Blanca afirmó que no se compartió material clasificado, la acumulación de estos incidentes debilitó su posición. El 1 de mayo de 2025, Waltz y su deputy Alex Wong fueron destituidos, junto con otros funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional, en lo que la Casa Blanca describió como una reestructuración para alinear al equipo con la agenda “America First” de Trump.
Legado y futuro de la Seguridad Nacional
Antes de su paso por el Consejo, Waltz fundó Metis Solutions, una empresa de defensa adquirida en 2020, y Askari Associates, una firma de consultoría internacional. También creó la Fundación Sumar Ghul para apoyar a familias de soldados afganos caídos. Autor del libro “Warrior Diplomat: A Green Beret’s Battles from Washington to Afghanistan” (2014), Waltz fue comentarista frecuente en redes como Fox News y CNN.
Casado con Julia Nesheiwat, exasesora de Seguridad Nacional de Trump, y padre de una hija adolescente, su vida personal refleja su conexión con el ámbito militar y político. Tras su salida, Waltz enfrenta un futuro incierto. Aunque cuenta con el respaldo de figuras republicanas como el presidente de la Cámara, Mike Johnson, las críticas de sectores MAGA, que lo ven como un neoconservador alineado con George W. Bush, y de demócratas, que cuestionan su competencia, han dañado su imagen.
Su evolución en temas como Ucrania, pasando de un apoyo inicial en 2022 a una postura más escéptica en 2024, refleja su adaptación a la agenda de Trump, pero no fue suficiente para salvar su cargo. Por ahora, el legado de Waltz en la Seguridad Nacional queda definido por su experiencia y sus errores, en un capítulo breve pero intenso de la administración Trump.