La exvicepresidenta Kamala Harris rompió su silencio político el 30 de abril de 2025 con un discurso enérgico en la Gala Emerge de San Francisco, donde acusó al presidente Donald Trump de haber “abandonado totalmente los ideales más altos de Estados Unidos” en sus primeros 100 días de su segundo mandato.
En su primera aparición pública significativa desde que dejó la Casa Blanca en enero, Harris criticó duramente las políticas de la nueva administración, señalando que han generado una crisis económica y constitucional en el país. La gala, organizada para apoyar a mujeres interesadas en la política, marcó el regreso de Harris a la escena nacional, inyectando ánimos a la base demócrata. Harris, quien había mantenido un perfil bajo tras su derrota en las elecciones de 2024, aprovechó el escenario para destacar el impacto de las decisiones de Trump.
“En lugar de avanzar los valores que han definido a esta nación, esta administración los ha descartado por completo”, afirmó, refiriéndose a los aranceles generalizados que, según datos oficiales del Departamento de Comercio, han contribuido a una contracción económica del 0.3% en el primer trimestre de 2025. Además, alertó sobre los conflictos legales de Trump con los tribunales, que, en su opinión, están llevando a EE.UU. hacia una “crisis constitucional”.
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La crisis económica bajo Trump
El discurso de Harris se centró en la política económica de Trump, particularmente en los aranceles que han sacudido los mercados globales. Según el Departamento de Comercio, las medidas proteccionistas han generado incertidumbre, afectando sectores como la manufactura y el comercio internacional.
Harris describió estas políticas como “la mayor crisis económica provocada por el hombre en la historia moderna”, argumentando que han incrementado los costos para las familias estadounidenses y debilitado la posición del país en el escenario global. “No se trata de caos sin sentido, sino de una agenda conservadora que lleva décadas gestándose”, señaló, instando a los demócratas a no subestimar la estrategia detrás de estas decisiones.
La exvicepresidenta también hizo un llamado a la unidad, criticando lo que calificó como intentos de Trump de “dividir y vencer”. En un momento emotivo, afirmó que el país “no pertenece a quien esté en la Casa Blanca, sino a nosotros, el pueblo”. Este mensaje resonó entre los asistentes, muchos de los cuales expresaron en redes sociales su entusiasmo por el regreso de Harris al liderazgo demócrata. Su aparición ocurre en un momento en que figuras como el senador Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio-Cortez también buscan galvanizar a la base progresista frente a las políticas de Trump.
Un futuro político en California
El discurso de Harris no solo fue una crítica a Trump, sino también un posible indicio de sus próximos pasos políticos. Según fuentes cercanas a su equipo, la exvicepresidenta enfrenta presión para anunciar si competirá por la gobernación de California en 2026, una contienda que ya incluye a figuras como la exrepresentante Katie Porter y la vicegobernadora Eleni Kounalakis.
Harris, quien comenzó su carrera política en San Francisco como fiscal de distrito, podría posicionarse como una favorita en su estado natal, pero su decisión debe llegar antes del verano de 2025 para mantener su ventaja. Alternativamente, algunos especulan que podría esperar hasta las primarias presidenciales de 2028, aunque esto implicaría un riesgo mayor.
En San Francisco, Harris también aprovechó para destacar su compromiso con causas sociales. Recordó su trabajo tras los incendios forestales en Pacific Palisades y Altadena, donde se reunió con bomberos y voluntarios, mostrando su conexión con las comunidades afectadas por desastres climáticos. Este enfoque refuerza su imagen como una líder cercana, en contraste con lo que describió como la desconexión de Trump con las necesidades del pueblo estadounidense.
Kamala Harris frente a la agenda de Trump
Las críticas de Harris se extendieron a la política exterior de Trump, que ha generado tensiones con aliados tradicionales. El retiro de EE.UU. de acuerdos internacionales y el acercamiento a líderes autoritarios han sido puntos de fricción en los últimos meses. Harris, quien durante su vicepresidencia destacó por su apoyo a la OTAN y a Ucrania, acusó a Trump de debilitar el liderazgo global de EE.UU.
“Una nación fuerte no se aísla, construye alianzas”, afirmó, subrayando la importancia de mantener la cooperación internacional frente a desafíos como el cambio climático y la desinformación. El impacto del discurso de Harris se sintió de inmediato en redes sociales, donde los usuarios elogiaron su claridad y determinación. En X, los comentarios destacaron su capacidad para articular una visión opuesta a la de Trump, con algunos llamándola “la voz que los demócratas necesitan”.
Mientras la administración Trump enfrenta críticas por medidas como la deportación masiva de inmigrantes—65,700 extranjeros con antecedentes penales han sido expulsados desde enero, según ICE—Harris parece posicionarse como una figura clave para liderar la oposición. Por ahora, su reaparición ha marcado un punto de inflexión, avivando el debate sobre el rumbo de EE.UU. en un momento de profundas divisiones.
