Voice of America (VOA), la emisora internacional financiada por el gobierno de Estados Unidos, ha sido durante más de 80 años una herramienta clave de diplomacia pública. Fundada en 1942, VOA transmite noticias en 48 idiomas a audiencias en países donde la prensa libre es limitada o inexistente. Su misión es ofrecer información precisa y objetiva, contrarrestando la propaganda de regímenes autoritarios y promoviendo los valores democráticos.
Sin embargo, en marzo de 2025, la administración del presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva que desmanteló la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM), entidad matriz de VOA, y suspendió sus operaciones. Más de 1.300 empleados fueron puestos en licencia administrativa, y las transmisiones de noticias fueron reemplazadas por música en varias estaciones. Esta acción abrupta generó preocupación tanto a nivel nacional como internacional, al considerar que se trataba de un ataque directo a la libertad de prensa y a la independencia editorial de una institución con décadas de trayectoria.
Voice of America: decisiones judiciales y el camino hacia la reactivación
La suspensión de las operaciones de Voice of America no pasó desapercibida para el sistema judicial estadounidense. El 22 de abril de 2025, el juez federal Royce C. Lamberth dictaminó que la administración Trump probablemente violó múltiples leyes federales al desmantelar VOA sin el debido proceso. Ordenó la reincorporación del personal y la reanudación de las transmisiones. Sin embargo, esta decisión fue apelada, y el 3 de mayo, un tribunal de apelaciones suspendió temporalmente el fallo, dejando el futuro de VOA en incertidumbre.
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Durante este período, los empleados de VOA enfrentaron un limbo burocrático. Algunos buscaron otras oportunidades laborales, mientras que otros esperaban una resolución favorable en los tribunales. La situación también afectó a otras emisoras afiliadas, como Radio Free Europe/Radio Liberty y Radio Free Asia, que enfrentaron recortes de fondos y despidos.
Fotografía de archivo de la sede de Voice of America en Washington (EE.UU.). EFE/EPA/ Shawn Thew
Voice of America: resiliencia y el compromiso con la información veraz
A pesar de los desafíos, el personal de Voice of America ha demostrado una notable resiliencia. Steve Herman, corresponsal jefe de VOA, comparó la situación con revivir una organización de un «coma profundo», destacando el esfuerzo necesario para restaurar las operaciones y reconectar con una audiencia global estimada en 340 millones de personas.
La comunidad internacional y diversas organizaciones de defensa de la libertad de prensa han expresado su apoyo a VOA. Consideran que su labor es esencial para proporcionar información veraz en regiones donde la censura y la desinformación son comunes. Además, subrayan la importancia de mantener la independencia editorial de las emisoras financiadas por el gobierno para preservar la credibilidad y la confianza del público.
Mientras se espera una resolución definitiva en los tribunales, el caso de Voice of America resalta la necesidad de proteger las instituciones que promueven la libertad de expresión y el acceso a información objetiva, especialmente en un contexto global donde la desinformación representa una amenaza creciente.
Fotografía de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/ Jim Lo Scalzo