El presidente Donald Trump ha vuelto a generar polémica tras declarar públicamente que Barack Obama “le debe un gran favor”, luego de una decisión clave de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial. Según Trump, el fallo, emitido en julio de 2024, no solo lo protege a él en sus propios procesos legales, sino que también beneficia indirectamente a su antecesor demócrata.
Esta declaración surge en medio de una creciente confrontación entre el expresidente y el actual presidente, avivada por acusaciones de traición por parte de Trump, quien asegura que Obama manipuló información sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. La oficina del expresidente Obama respondió con firmeza, señalando que los hallazgos del informe del Comité de Inteligencia del Senado de 2020 reafirmaron que no se alteraron votos y que Rusia no logró manipular el resultado electoral.
La inmunidad presidencial y su impacto legal
La Corte Suprema de Estados Unidos, en una votación de 6-3, dictaminó que los presidentes cuentan con inmunidad total frente a procesamientos penales por actos considerados parte de sus funciones constitucionales. Esta decisión, emitida el 1 de julio de 2024, responde directamente a las acusaciones contra Trump por su conducta durante y después de las elecciones de 2020.
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🚨 JUST IN: President Trump on if Barack Hussein Obama can be criminally prosecuted for the Trump-Russia Treasonous Conspiracy hoax
«He has immunity, it probably helps him a lot. He OWES ME BIG. Obama owes me big.»
«But it DOESN’T help the people around him AT ALL.» pic.twitter.com/WE8nRQkoT3
— Eric Daugherty (@EricLDaugh) July 25, 2025
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, subrayó que este tipo de protección legal es crucial para garantizar la independencia del Poder Ejecutivo. Roberts enfatizó que esta inmunidad aplica a todos los ocupantes de la presidencia, sin importar su afiliación política o ideológica. No obstante, aclaró que los actos no oficiales no están protegidos y que “el presidente no está por encima de la ley”.
Para Trump, esta resolución significa que muchos de los cargos en su contra podrían debilitarse, mientras que para otros expresidentes, como Obama— también podría representar una salvaguarda legal en escenarios hipotéticos. Según sus palabras, “probablemente lo ayuda mucho… ha cometido actos criminales, sin duda. Pero tiene inmunidad, y eso probablemente lo ayuda mucho”. Luego agregó: “Me debe un gran favor. Obama me debe mucho”.
Trump intensifica acusaciones contra Obama
Trump ha elevado el tono contra Barack Obama al acusarlo, sin pruebas concretas, de haber fabricado inteligencia que vinculaba su campaña de 2016 con el gobierno ruso. Esta acusación, calificada por algunos medios como infundada, ha reavivado teorías conspirativas sobre la legitimidad de las investigaciones contra el expresidente republicano.
Ante estas acusaciones, la oficina de Obama emitió un inusual comunicado, reiterando la validez de las investigaciones oficiales realizadas por el Senado. “Nada en el documento emitido la semana pasada desacredita la conclusión ampliamente aceptada de que Rusia intentó influir en las elecciones de 2016, pero no logró manipular votos”, afirmó el portavoz Patrick Rodenbush.
Fotografía de archivo del expresidente de EE.UU. Barack Obama (i), junto al mandatario estadounidense, Donald Trump (c). EFE/Samuel Corum/Pool
Aunque Trump ha sugerido que Obama podría beneficiarse del fallo de la Corte Suprema, actualmente no hay investigaciones oficiales anunciadas por el Departamento de Justicia que involucren a Obama o a su administración por presuntos delitos relacionados con los comicios de 2016.
El precedente para futuros presidentes
El fallo de la Corte Suprema no solo tiene implicancias para Trump, sino que establece un precedente duradero para futuros presidentes de cualquier partido. Al reconocer la inmunidad frente a acciones oficiales, se restringe la posibilidad de procesar penalmente a los mandatarios por decisiones tomadas durante su gestión.
Sin embargo, el mismo tribunal dejó claro que este escudo legal no es absoluto: no se extiende a actos personales o no oficiales. Esta distinción será clave en los juicios futuros que analicen los límites de lo que se considera una “acción oficial” bajo la Constitución estadounidense.
Mientras tanto, el uso político de la decisión ya ha comenzado. Trump la ha utilizado para argumentar que, si bien él se beneficia directamente, también otros expresidentes podrían verse favorecidos, como en el caso de Obama. Sus declaraciones refuerzan la idea de que la inmunidad presidencial podría convertirse en un tema recurrente en las campañas políticas y los debates legales de los próximos años.