Un grupo de 287 empleados y exempleados de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) ha expresado de manera contundente su preocupación por los cambios propuestos por la Administración Trump. A través de una carta publicada en el sitio web de la plataforma Stand Up for Science, los trabajadores transmitieron su rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump, en especial ante los recortes presupuestarios y el cambio de prioridades científicas.
Dirigida al nuevo administrador interino de la agencia, Sean Duffy, la misiva —conocida como la “Declaración Voyager”— denuncia decisiones políticas que, según afirman, comprometen la seguridad, el avance científico y el correcto uso de los recursos públicos. Los firmantes consideran que los cambios no solo son arbitrarios, sino que violan leyes federales y debilitan la posición de la NASA a nivel nacional e internacional.
Empleados de la NASA critican recortes y decisiones “arbitrarias”
Uno de los ejes principales del rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump es la reducción presupuestaria de casi el 25%. De concretarse, la NASA perdería alrededor de 6 mil millones de dólares en su presupuesto para el año fiscal 2026. Esta disminución, según la carta, afectará directamente a múltiples programas científicos, provocando cancelaciones, despidos y debilitando la capacidad investigativa de la agencia.
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“La comunidad científica necesita estabilidad, no decisiones arbitrarias que ponen en peligro años de trabajo”, se lee en la carta. Los firmantes también señalaron que estos recortes contradicen la ley de asignaciones presupuestarias del Congreso, lo que podría generar conflictos legales si se ejecutan sin el respaldo legislativo correspondiente.

Fotografía cedida por la Universidad de Iowa a través de la NASA de los satélites gemelos de Reconexión en Tándem y Reconocimiento de Electrodinámica de Cúspide (TRACERS) en órbita sobre la Tierra. Foto: EFE/ Andy Kale/ Universidad de Iowa
Los empleados también denunciaron el reciente despido de la científica jefe de la NASA, Katherine Calvin, en marzo pasado, lo cual consideran una señal preocupante sobre la posible eliminación de voces técnicas en la toma de decisiones estratégicas.
Rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump: prioridades políticas sobre científicas
Los firmantes de la “Declaración Voyager” consideran que la nueva administración está priorizando las misiones de exploración humana por encima de la investigación científica, lo que supone un giro significativo respecto al enfoque tradicional de la NASA. Bajo esta visión, proyectos orientados al cambio climático, la astrofísica y la colaboración internacional podrían quedar relegados o eliminados.
Otro motivo que justifica el rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump es la cancelación de misiones ya financiadas por el Congreso, así como el retiro unilateral de la NASA de misiones internacionales. Esta ruptura con aliados científicos debilita la credibilidad de Estados Unidos como socio confiable en investigaciones espaciales.
“Las decisiones recientes atentan contra décadas de cooperación internacional que han definido a la NASA como líder mundial en exploración pacífica del espacio”, señala la carta.
Los trabajadores también denunciaron una creciente “cultura del silencio” dentro de la agencia, en la que las críticas o cuestionamientos son mal vistas y pueden derivar en represalias laborales. Esta situación, advierten, no tiene precedentes en los últimos veinte años.

Un grupo de personas participan en la inauguración de la experiencia inmersiva ‘The Gantry at LC-39’ en el Centro Espacial Kennedy de Florida, EE.UU., este jueves. EFE/ Cristobal Herrera-Ulashkevich
El rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump se suma a otras cartas de protesta
La carta enviada por el personal de la NASA no es un hecho aislado. En los últimos meses, empleados de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) también han dirigido cartas abiertas a las autoridades en rechazo a decisiones del presidente Donald Trump.
Estos documentos revelan una preocupación creciente dentro de la comunidad científica por el rumbo que podría tomar el país si se desmantelan programas esenciales de investigación y protección ambiental. En todos los casos, se denuncia una tendencia a priorizar decisiones políticas por encima de criterios técnicos, lo que podría afectar gravemente la seguridad pública, el medioambiente y el desarrollo científico.
En el caso específico de la NASA, el rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump también tiene implicancias internacionales. La suspensión de colaboraciones con países como Japón, Alemania o la Agencia Espacial Europea podría traducirse en la pérdida de acceso a datos clave y en la duplicación innecesaria de esfuerzos.
¿Qué significa una carta de disidencia formal en la NASA?
La carta enviada por los empleados de la NASA es parte de un proceso institucional conocido como “disidencia formal”. Se trata de un mecanismo establecido para que trabajadores de la agencia puedan expresar su desacuerdo con decisiones administrativas que consideren de alto impacto.
Este procedimiento, aunque poco frecuente, está regulado por políticas internas y permite que los directivos revisen las preocupaciones expuestas por el personal. De este modo, la carta no solo representa una protesta simbólica, sino que constituye un recurso formal de revisión y apelación.
Los firmantes esperan que esta herramienta sirva para abrir un debate público y técnico sobre la dirección que debería tomar la NASA, especialmente en un momento en el que la ciencia enfrenta múltiples desafíos globales.
En este contexto, el rechazo al rumbo de la agencia bajo Trump refleja una pugna más amplia sobre el papel de la ciencia en la toma de decisiones públicas y sobre el futuro del liderazgo estadounidense en el ámbito espacial.