Este último jueves 27 de marzo, Texas Tech logró una victoria emocionante sobre Arkansas en la ronda Sweet 16 del torneo de la NCAA, con un marcador final de 85-83 en tiempo extra. El partido, disputado en el Chase Center, mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos mientras los Red Raiders remontaban una desventaja de 16 puntos en la segunda mitad para asegurar su pase a la Elite Eight. El juego fue un espectáculo de intensidad y habilidad, con Darrion Williams emergiendo como el héroe de la noche al anotar el layup decisivo en los últimos segundos del overtime.
El encuentro comenzó con un Arkansas dominante, liderado por Karter Knox, quien anotó 11 puntos en la primera mitad, incluyendo tres triples que pusieron a los Razorbacks en ventaja temprana. Sin embargo, Texas Tech no se rindió. A pesar de un inicio difícil, con Darrion Williams acertando solo 2 de 14 tiros en la segunda mitad, el equipo encontró su ritmo cuando más importaba. Un triple suyo con menos de 10 segundos en el tiempo reglamentario forzó el empate a 72, llevando el juego a un overtime cargado de dramatismo.
Texas Tech remonta contra Arkansas
La clave del triunfo de Texas Tech estuvo en su capacidad para reaccionar bajo presión. En el segundo tiempo y el overtime, los Red Raiders superaron a Arkansas 54-45, mostrando una combinación letal de defensa agresiva y aciertos oportunos. Williams terminó con 20 puntos, mientras que Christian Anderson aportó triples cruciales que mantuvieron viva la esperanza del equipo. Por su parte, Arkansas luchó hasta el final, con Johnell Davis sumando 14 puntos y Trevon Brazile destacando con jugadas espectaculares cerca del aro.
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El entrenador de Texas Tech, Grant McCasland, elogió el esfuerzo colectivo tras el partido: «Este equipo nunca se rinde. Hoy mostramos corazón y determinación». La remontada de 16 puntos es la segunda más grande en la historia de la Sweet 16, solo superada por la de Gonzaga ante UCLA en 2006. Para los Red Raiders, esta victoria no solo significa un avance en el torneo, sino también una declaración de su potencial en la competencia de 2025.
El impacto de Texas Tech en la NCAA
Con esta victoria, Texas Tech se prepara para enfrentar al ganador del duelo entre Florida y Maryland en la Elite Eight, programada para el sábado 29 de marzo. El equipo, clasificado como el tercer sembrado en la región oeste, ha demostrado ser un contendiente serio tras vencer a UNC Wilmington y Drake en rondas anteriores. La ausencia de Chance McMillian, uno de sus mejores tiradores de tres puntos, no detuvo a los Red Raiders, quienes encontraron en Williams y Anderson las respuestas necesarias para superar a un Arkansas resiliente.
Arkansas, por su parte, llegó a este partido tras sorprender a Kansas y St. John’s en las rondas previas. Bajo la dirección de John Calipari, los Razorbacks mostraron destellos de grandeza, pero no pudieron contener el embate final de Texas Tech. «Nos duele perder así, pero estoy orgulloso de lo que este equipo logró este año», comentó Calipari tras el juego. La derrota marca el fin de su campaña en la NCAA, dejando a los aficionados con la sensación de que estuvieron a un paso de algo aún más grande.
El partido también destacó por su intensidad física. Arkansas dominó temprano con un 46.7% de acierto en triples, mientras que Texas Tech luchó con un pobre 15.8% desde larga distancia hasta el tramo final. Sin embargo, los Red Raiders ajustaron su estrategia, enfocándose en el juego interior y aprovechando errores de los Razorbacks para sellar la victoria. El próximo desafío para Texas Tech será mantener este impulso en un torneo que promete más emociones en los días por venir.