El Vaticano informó que el estado de salud del papa Francisco se mantiene estable, tras divulgar una fotografía del sumo pontífice —la primera desde su internación por una neumonía grave — oficiando una misa en la capilla del hospital donde sigue bajo atención médica.
Fuentes vaticanas comunicaron a NBC News que Francisco ha retomado sus actividades laborales y continúa con sus tratamientos. «Pronto se podrán observar los frutos de su esfuerzo», afirmaron.
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A mediados de febrero, la Santa Sede anunció que el papa, de 88 años, padecía neumonía en ambos pulmones, describiendo su estado como «complejo» tras ser admitido en el hospital Gemelli de Roma, luego de que su salud se agravara por un episodio de bronquitis.
Los médicos señalaron entonces que presentaba una infección polimicrobiana en las vías respiratorias, lo que indica la presencia simultánea de virus, bacterias y, potencialmente, otros agentes en su sistema respiratorio.
Cabe recordar que a Francisco le fue extirpada una parte del pulmón en su juventud debido a una infección, lo que lo hace más susceptible a episodios de bronquitis durante el invierno.
Papa Francisco desde el Vaticano expresa condolencias por incendio en Macedonia del Norte
Él mismo ha reconocido en el pasado que no siempre sigue las recomendaciones médicas, y personas cercanas a su entorno han comentado que se esforzó en exceso incluso tras el diagnóstico de bronquitis. Este domingo, el papa envió un telegrama expresando sus “sinceras condolencias” y su “cercanía espiritual a los heridos” por el trágico incendio ocurrido la noche anterior en una discoteca de Kocani, Macedonia del Norte, que dejó 59 fallecidos y 155 lesionados.
En el mensaje, Francisco asegura que reza por “aquellos que perdieron la vida” y pide “consuelo divino para quienes enfrentan las secuelas” de esta dolorosa tragedia.
Papa Francisco: la hospitalización desde el Vaticano
El papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero de 2025 en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma debido a una bronquitis severa que se complicó con una infección polimicrobiana en el tracto respiratorio.
Según el comunicado inicial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el pontífice presentaba síntomas respiratorios que empeoraron tras días de actividad intensa durante el Jubileo 2025, un evento clave para la Iglesia Católica que había comenzado a finales de 2024.
Los médicos le ordenaron «reposo total» tras su ingreso, cancelando eventos como la audiencia general del miércoles previo y otras actividades públicas.
El 17 de febrero, el Vaticano informó que Francisco padecía un «cuadro clínico complejo» debido a una infección polimicrobiana que requería hospitalización prolongada.
Al día siguiente, el 18 de febrero, un TAC torácico reveló que la bronquitis había evolucionado a una neumonía bilateral, afectando ambos pulmones. Esto llevó a la implementación de una nueva terapia farmacológica con antibióticos y cortisona, según Vatican News. A pesar de la gravedad, el papa se mantuvo lúcido, recibiendo la Eucaristía y dedicando tiempo a la oración y la lectura.
La salud de Francisco entró en una fase crítica a finales de febrero. El 22 de febrero, el Vaticano reportó una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió oxigenoterapia de alto flujo y transfusiones de sangre debido a una trombocitopenia (baja cantidad de plaquetas) asociada con anemia.
Ese día, su estado fue descrito como «crítico», y los análisis mostraron una insuficiencia renal leve, aunque controlada, según BBC News Mundo. Sin embargo, el 23 de febrero, la Santa Sede indicó que no había nuevas crisis respiratorias desde la noche anterior, y el pontífice asistió a misa en su habitación del décimo piso del hospital, mostrando signos de estabilidad.
El 27 de febrero, tras una noche tranquila, Francisco continuó con oxigenoterapia y realizó pruebas adicionales. Una tomografía computarizada mostró una evolución normal de la inflamación pulmonar, y los análisis de sangre indicaron una ligera mejoría, según Vatican News.
Sin embargo, el pronóstico seguía siendo «reservado» debido a su edad, la extirpación parcial de un pulmón en su juventud (a los 21 años por pleuresía), y su historial de problemas respiratorios.
El 28 de febrero, un episodio aislado de broncoespasmo complicó su estado, acompañado de vómitos y empeoramiento respiratorio. Se inició ventilación mecánica no invasiva (VMNI), que mostró buena respuesta, según BBC.
Al día siguiente, el 1 de marzo, el Vaticano confirmó que había superado esta crisis sin consecuencias inmediatas, aunque el cuadro clínico permanecía complejo.
A principios de marzo, el estado de Francisco osciló entre mejorías y recaídas. El 3 de marzo, tras dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el día anterior, causados por acumulación de mucosidad endobronquial, se realizaron dos broncoscopias para aspirar secreciones.
A pesar de esto, durmió bien esa noche y no requirió VMNI, según El Mundo. El Vaticano destacó que estaba «estable», aunque el pronóstico seguía reservado.
El 5 de marzo, El Confidencial reportó que Francisco retomó la VMNI nocturna tras dos crisis respiratorias el día anterior, pero se mantuvo lúcido y activo, enviando mensajes de paz en redes sociales, como: «Desde aquí la guerra parece aún más absurda». Pietro Parolin, secretario de Estado, lo visitó por segunda vez desde su ingreso, y el papa expresó gratitud por las oraciones recibidas.
El 7 de marzo, Vatican News describió un día de descanso y oración, con Francisco rezando 20 minutos en la capilla del hospital y alternando oxigenoterapia diurna con VMNI nocturna. Su condición era estable, pero el equipo médico seguía actuando con cautela.
El 10 de marzo, tras 25 días hospitalizado, los médicos levantaron el pronóstico reservado, señalando que no estaba en «peligro inminente». Los exámenes de sangre y la respuesta a la terapia mostraron una «mejoría consolidada», según El Financiero. Ese día, siguió los ejercicios cuaresmales de la Curia por videoconferencia.
El 13 de marzo, coincidiendo con su 12º aniversario como papa, una radiografía torácica confirmó mejorías previas, y su estado se mantuvo estable, según El Confidencial. Pasó el día con fisioterapia respiratoria y viendo los ejercicios espirituales por televisión, mientras actos de celebración se realizaron mundialmente, como una misa en Buenos Aires.
Hasta el 16 de marzo de 2025, Francisco lleva 31 días hospitalizado. No hay un parte médico oficial del día exacto, pero los reportes más recientes (hasta el 13 de marzo) indican que su condición es estable dentro de un cuadro complejo. Continúa con fisioterapia motora y respiratoria, usando oxigenoterapia diurna y VMNI nocturna.
Aunque muestra signos de recuperación, como celebrar misa en la capilla del hospital (según tu texto del 16 de marzo), el Vaticano no ha anunciado una fecha de alta. Fuentes médicas, como el doctor Sergio Alfieri (citado por El Confidencial el 22 de febrero), sugieren que podría permanecer en el hospital «el tiempo necesario» debido a su fragilidad y la gravedad inicial de la neumonía.