El 28 de marzo de 2025, un terremoto de magnitud 6.2 estremeció el norte de Tailandia, con epicentro a unos 20 kilómetros de la ciudad de Chiang Rai, según informó el Departamento de Meteorología de Tailandia. El sismo, registrado a las 03:47 hora local, tuvo una profundidad de 10 kilómetros, lo que intensificó sus efectos en la superficie. Aunque no se reportaron víctimas fatales hasta el momento, las autoridades confirmaron daños en viviendas y pequeños deslizamientos en zonas rurales. Este evento ha puesto de nuevo la mirada en los países más sísmicos del mundo, una lista donde Tailandia aparece como un caso atípico pero no exento de riesgo.
El temblor despertó a miles de residentes en Chiang Rai y se sintió en ciudades cercanas como Chiang Mai y hasta en partes de Laos y Myanmar. «Fue un sacudón fuerte, las ventanas temblaron y algunos objetos cayeron», relató un oficial de la policía local en Chiang Rai. El gobierno tailandés desplegó equipos de emergencia para evaluar las estructuras afectadas, mientras que el Departamento de Prevención de Desastres reportó 15 réplicas menores en las horas posteriores. A pesar de que Tailandia no es conocida por su alta actividad sísmica, su cercanía a fallas activas como la de Sumatra-Andamán y otras en el sudeste asiático la mantiene en una posición vulnerable.
Te Recomendamos
Tailandia y su lugar entre los países sísmicos
Aunque Tailandia no figura entre los líderes mundiales en actividad tectónica, eventos como este recuerdan su exposición a sismos de moderada intensidad. Japón, por ejemplo, encabeza la lista de los países más sísmicos, con un promedio de 1,500 temblores detectables al año, según datos del Instituto Geológico de Japón. Su ubicación sobre cuatro placas tectónicas lo convierte en un hotspot inevitable. Indonesia, otro gigante sísmico, ha enfrentado tres terremotos superiores a magnitud 6.0 en 2025, incluyendo uno de 6.8 en Sumatra en febrero, reportó la Agencia Meteorológica de Indonesia. Estos países, junto a Chile, forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona que concentra el 90% de los sismos del planeta.
Chile, por su parte, sigue siendo un referente en América Latina. El 15 de enero de 2025, un sismo de magnitud 7.1 golpeó Antofagasta, dejando daños en carreteras y obligando a evacuaciones, según la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI). En contraste, Tailandia registra un promedio de 16 sismos de magnitud 4 o superior cada año en un radio de 300 kilómetros, un número bajo frente a los gigantes tectónicos, pero suficiente para mantener a las autoridades en alerta. Filipinas e Irán también destacan, con frecuentes movimientos debido a sus posiciones en placas activas, mientras que México y Turquía suman riesgo por su historial de temblores devastadores.
Tailandia enfrenta un evento inesperado
El sismo de este viernes en Tailandia no solo sorprendió por su intensidad, sino por el momento en que ocurrió, en plena madrugada, lo que limitó una respuesta inmediata de la población. Las autoridades locales informaron que varias escuelas y hospitales en Chiang Rai están siendo inspeccionados para descartar daños estructurales, mientras que en zonas montañosas se reportaron deslizamientos que bloquearon caminos secundarios. «Estamos revisando cada reporte para garantizar la seguridad», afirmó un portavoz del gobierno provincial. La rápida sucesión de réplicas ha mantenido a los residentes en vilo, aunque ninguna ha superado la magnitud 4.0 hasta ahora.
A nivel global, los países más sísmicos comparten características como cercanía a fallas o alta densidad poblacional en zonas de riesgo. Nepal, por ejemplo, sigue marcado por el terremoto de 2015, mientras que en México, el sismo de Puebla de 2017 sigue fresco en la memoria. En Tailandia, el evento de hoy refuerza la necesidad de preparación, especialmente en el norte, donde las fallas cercanas a Myanmar y Laos pueden generar temblores inesperados. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) destacó que, aunque el sismo tailandés no alcanzó magnitudes extremas, su poca profundidad lo hizo más perceptible. Mientras Chiang Rai evalúa los daños, el mundo recuerda que los terremotos no discriminan fronteras ni calendarios.