La tensión en Asia ha alcanzado un nuevo pico este 7 de mayo de 2025, después de que el almirante Samuel Paparo, jefe del Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, alertara sobre los crecientes preparativos militares de China para un posible ataque contra Taiwán.
Según declaraciones oficiales, Paparo señaló que las actividades militares chinas no son meros ejercicios, sino ensayos claros para un conflicto, lo que ha encendido las alarmas en Washington. Esta advertencia llega tras semanas de maniobras militares intensas, como los ejercicios «Strait Thunder-2025A» realizados a principios de abril, donde China desplegó 76 aviones y 15 buques alrededor de la isla, según el Ministerio de Defensa de Taiwán. La Secretaría de Relaciones Exteriores de Estados Unidos expresó que estas acciones amenazan la estabilidad regional.
Ejercicios militares alarmantes
Desde finales de marzo, China ha incrementado la presión sobre Taiwán con simulacros que incluyeron ataques a objetivos marítimos y terrestres, así como bloqueos de rutas comerciales clave. El 1 de abril, el ejército chino lanzó ejercicios sorpresa que abarcaron el estrecho de Taiwán, con el objetivo de probar capacidades de «control y bloqueo conjunto», según el portavoz del Comando del Teatro del Este, Shi Yi.
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Estas maniobras, que incluyeron un portaaviones y 10 barcos de la guardia costera, fueron condenadas por el Ministerio de Defensa taiwanés como «provocaciones irresponsables». Taiwán respondió enviando buques de guerra y activando defensas aéreas, mientras detectaba aviones chinos cruzando la línea media del estrecho, un límite no oficial que separa a ambos territorios.
Respuesta de Washington
Washington ha reafirmado su compromiso con Taiwán frente a la creciente controversia en Asia, mientras busca contrarrestar lo que califica como «agresión china». El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un comunicado el 2 de abril, condenando las tácticas de intimidación de Pekín y destacando que estas acciones solo sirven para aumentar los riesgos de un conflicto mayor.
Además, la Marina estadounidense realizó un segundo tránsito por el estrecho de Taiwán el 25 de abril con el destructor USS William P. Lawrence, una operación que China acusó de ser un intento de «engañar a la opinión internacional», según el portavoz militar Shi Yi. La Secretaría de Defensa de Estados Unidos también ha intensificado su apoyo a la isla con la venta de equipos militares, incluyendo aviones F-16 y tanques Abrams en los últimos años.
Reacciones en Taiwán
En Taiwán, la respuesta ha sido de máxima alerta. El presidente William Lai, a quien Pekín ha llamado «parásito» y acusado de fomentar el separatismo, ha implementado medidas para contrarrestar la influencia china, incluyendo la restauración de tribunales militares para casos de espionaje.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán reportó que la isla sigue fortaleciendo sus capacidades defensivas, mientras que la población, con encuestas que muestran un rechazo mayoritario a la unificación con China, permanece vigilante. La Secretaría de Turismo de Taiwán señaló que, a pesar de las tensiones, el flujo de visitantes no ha disminuido, aunque las actividades culturales con China, como las del Museo del Palacio, han sido suspendidas debido a las amenazas militares.
La situación sigue siendo volátil, con China intensificando su retórica y acciones militares, mientras Washington y sus aliados en la región, como Japón y Filipinas, refuerzan sus posiciones para disuadir cualquier escalada. La tensión en Asia no muestra signos de disminuir, y los próximos días podrían ser cruciales para determinar si las advertencias de un conflicto se materializan. Mientras tanto, Taiwán se prepara para defender su democracia, y el mundo observa con atención los movimientos de Pekín en este delicado equilibrio geopolítico.