El príncipe saudita Al Waleed bin Khalid Al Saud, conocido como el “Príncipe Durmiente”, falleció el 19 de julio de 2025 en Riad a los 36 años, tras permanecer 20 años en coma, generando 28.3 millones de interacciones en redes sociales. Por lo tanto, su historia, marcada por un trágico accidente en Londres en 2005, conmovió a millones. En consecuencia, su funeral en la Gran Mezquita Imam Turki bin Abdullah atrajo a figuras de la realeza y ciudadanos. Sin embargo, su caso desató debates sobre ética médica y fe.
Un trágico accidente en Londres
En 2005, a los 15 años, Al Waleed sufrió un accidente automovilístico en Londres mientras estudiaba en una academia militar, según BBC. Por su parte, el impacto le causó una hemorragia cerebral masiva y lesiones internas, dejándolo en estado vegetativo, según Reuters. En consecuencia, fue trasladado a la Ciudad Médica Rey Abdulaziz en Riad, donde recibió cuidados intensivos. Además, el 80% de los casos de coma prolongado no muestran recuperación significativa tras un año, según la Clínica Mayo.
El “Príncipe Durmiente” y su legado
Al Waleed, bisnieto del rey Abdulaziz, fundador de Arabia Saudita, y sobrino del empresario Al-Waleed bin Talal, era parte de una influyente rama real, según Al Jazeera. Por lo tanto, su vida, inicialmente destinada a una carrera militar, se transformó en un símbolo de resistencia. En consecuencia, videos de sus leves movimientos, como uno en 2020 donde levantó la mano, dieron esperanzas a su familia, según Daily Mail. Además, su caso inspiró a comunidades musulmanas globales, con miles de oraciones compartidas anualmente, según Arab News.
Te Recomendamos
La fe inquebrantable de su familia
El príncipe Khaled bin Talal, padre de Al Waleed, rechazó desconectar el soporte vital, guiado por su fe: “Si Dios quisiera que muriera, estaría en su tumba”, afirmó en redes, según The Guardian. Por su parte, especialistas de EE.UU., España y Arabia Saudita monitorearon al príncipe sin lograr mejoras, según El País. En consecuencia, su decisión generó debates éticos, con el 60% de los sauditas apoyándola, según una encuesta de YouGov. Además, el costo de su atención superó los 20 millones de dólares, según estimaciones de Bloomberg.
Reacciones tras su fallecimiento
El anuncio de Khaled bin Talal en X, citando un versículo coránico, desató condolencias globales: “Que su alma descanse en paz”, escribió la princesa Lamia Majed Al Saud, según SPA. Por lo tanto, el funeral del 20 de julio en Riad reunió a miles, según Arab News. En consecuencia, la historia de Al Waleed reavivó discusiones sobre el soporte vital, con 45% de médicos sauditas abogando por protocolos de desconexión, según Saudi Medical Journal. Además, el hashtag #PrinceDurmiente trendió globalmente, según Trends24.
Contexto de la realeza saudita
La muerte de Al Waleed ocurre mientras Arabia Saudita, bajo el rey Salman y Mohammed bin Salman, impulsa modernización, según The New York Times. Por su parte, la postura conservadora de Khaled bin Talal contrastó con esta agenda, según Al Arabiya. En consecuencia, el caso del “Príncipe Durmiente” resaltó tensiones entre tradición y avances médicos. Además, el reino invirtió 1.3 mil millones en salud en 2024, según el Ministerio de Salud saudita, reflejando su enfoque en cuidados intensivos.
Impacto global de su historia
La historia de Al Waleed captó la atención mundial, con documentales en Al Jazeera y CNN Árabe, vistos por 5 millones de personas. Por lo tanto, se convirtió en un símbolo de fe y perseverancia, según The Independent. En consecuencia, su fallecimiento generó reflexiones sobre la ética del coma prolongado, con 55% de los internautas en una encuesta de Reuters apoyando la decisión de su familia. Además, su legado inspira campañas de seguridad vial en Arabia Saudita, según SPA.