El movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, llamó este miércoles 23 de julio de 2025 a “los pueblos libres del mundo” a movilizarse a partir del viernes en protestas mundiales por Gaza, exigiendo el fin del bloqueo israelí y la hambruna que azota el enclave. La convocatoria, que busca un “movimiento masivo” en capitales y ciudades globales, responde a una crisis humanitaria sin precedentes, agravada por las restricciones de Israel a la entrada de alimentos, medicinas y combustible. Con más de 59,000 muertos y una población al borde del colapso, Hamás urge a la comunidad internacional a actuar para detener lo que describe como una “aniquilación” de los palestinos.
Protestas mundiales por Gaza contra el bloqueo
En un comunicado, Hamás instó a realizar manifestaciones los días 25, 26 y 27 de julio, y a continuarlas hasta que cese el asedio que, según el grupo, provoca una “muerte lenta” en Gaza. La organización señaló que la falta de acción global ha permitido que la crisis se intensifique, dejando a 2.1 millones de habitantes en condiciones de extrema precariedad. Desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque contra Israel que mató a 1,200 personas y tomó 251 rehenes, la respuesta militar israelí ha devastado el enclave, destruyendo el 70% de las edificaciones y colapsando los sistemas de salud y agua, según la ONU.
Además, el bloqueo impuesto por Israel, que restringe severamente la entrada de ayuda humanitaria, ha generado escenas de desesperación, como las de niños compitiendo por comida en Beit Lahia. Hamás reclama que estas protestas mundiales por Gaza sirvan para presionar a Israel y a sus aliados, especialmente a Estados Unidos, para que levanten las restricciones y permitan la reconstrucción del territorio.
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Hambruna mortal impulsa protestas mundiales por Gaza
La crisis alimentaria en Gaza ha alcanzado niveles críticos, con al menos 101 personas, incluyendo 80 menores, fallecidas por desnutrición desde el inicio del conflicto, según el Ministerio de Sanidad gazatí. En marzo de 2025, Israel cerró por completo el acceso de ayuda humanitaria hasta finales de mayo, y desde entonces, solo cantidades mínimas han ingresado al enclave. La ONU reporta que el 22% de la población, unas 470,000 personas, enfrenta una “fase catastrófica” de inseguridad alimentaria, con niños y madres necesitados de tratamiento urgente por desnutrición aguda.
Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advirtió que la hambruna se está extendiendo rápidamente, con más de 50 niños muertos por desnutrición desde marzo. Estas cifras han alimentado la indignación global, con manifestaciones previas en ciudades como Yakarta, Tokio y Londres, donde miles han exigido un alto el fuego y el fin del bloqueo. Hamás espera que las protestas mundiales por Gaza amplifiquen estas demandas y obliguen a la comunidad internacional a intervenir.
Protestas mundiales por Gaza ante la escalada de violencia
La violencia en Gaza no cesa, con bombardeos recientes que han incrementado el número de víctimas. Esta madrugada, un ataque israelí a un apartamento en Ciudad de Gaza mató a nueve personas, incluyendo cuatro menores, según fuentes médicas locales. Desde el colapso de un alto el fuego de dos meses en marzo, Israel ha intensificado su ofensiva, prometiendo continuar hasta que Hamás libere a los 59 rehenes restantes, de los cuales se cree que 24 están vivos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha defendido la operación, mientras que Hamás exige un cese permanente de hostilidades y la retirada total de las fuerzas israelíes.
Sin embargo, las protestas mundiales por Gaza también enfrentan críticas. En algunos países europeos, como Francia y Alemania, el apoyo público a Palestina ha sido restringido, con arrestos de manifestantes propalestinos. En Gaza, las fuerzas de Hamás han reprimido manifestaciones locales contra su gobierno, acusando a los participantes de traición, según Amnistía Internacional. Pese a estas tensiones, el llamado de Hamás busca canalizar el descontento global hacia una acción coordinada, presionando por un cambio en la política internacional hacia el conflicto.