El Ministerio de Salud de Gaza informó este domingo que el número de muertos en el enclave palestino ha superado las 50,000 personas desde el inicio de la guerra con Israel el 7 de octubre de 2023. La cifra, actualizada hasta las 18:00 horas locales, refleja un aumento de 673 fallecidos en la última semana tras la ruptura de un cese al fuego que había durado casi dos meses.
Según el comunicado del Ministerio de Salud, al menos 233 de estas muertes fueron confirmadas recientemente por un comité que rastrea a personas desaparecidas, mientras que los bombardeos israelíes del domingo dejaron 39 víctimas adicionales. El conflicto, que comenzó con un ataque de Hamas en el sur de Israel, ha devastado Gaza y generado una crisis humanitaria sin precedentes.
Las autoridades del Ministerio de Salud detallaron que, de los 50,021 fallecidos registrados hasta ahora, más de la mitad son mujeres y niños, según datos preliminares de hospitales y morgues. Sin embargo, la cifra podría ser aún mayor, ya que miles de cuerpos permanecen bajo escombros, imposibles de recuperar debido a la intensidad de los ataques y la falta de equipos de rescate. El sábado, el Ejército israelí amplió sus operaciones en Rafah, en el sur de Gaza, pidiendo a la población evacuar nuevas zonas. Residentes reportaron haber visto columnas de humo y escuchado explosiones continuas, mientras las imágenes de drones muestran barrios reducidos a ruinas.
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Una semana de escalada
La ruptura del cese al fuego el pasado martes marcó un punto de inflexión. El Ministerio de Salud informó que, desde entonces, los ataques aéreos y terrestres han matado a más de 673 personas, con un tercio de las víctimas siendo menores de edad, según testimonios de médicos y testigos en el terreno.
Uno de los incidentes más graves ocurrió el domingo por la noche, cuando un ataque contra el Hospital Nasser en Khan Younis dejó al menos dos muertos, incluido un adolescente de 16 años que se recuperaba de una cirugía. El Ministerio de Salud denunció que el bombardeo dañó gravemente el departamento de cirugía, hiriendo a personal médico y agravando la ya crítica situación de los pacientes.
El Ejército israelí justificó el ataque al Hospital Nasser alegando que un alto cargo de Hamas, Ismail Barhoum, operaba desde allí. Hamas confirmó la muerte de Barhoum, quien estaba recibiendo tratamiento médico, pero negó que tuviera un rol militar activo en ese momento. Este tipo de operaciones contra instalaciones de salud ha sido recurrente en el conflicto, con Israel acusando a Hamas de usar hospitales como escudos, algo que el grupo palestino refuta. Mientras tanto, la población civil sigue atrapada en el fuego cruzado, con escasas rutas de escape y refugios saturados.
Ministerio de Salud cuestiona cifras oficiales
Aunque el Ministerio de Salud es la principal fuente de datos sobre víctimas en Gaza, expertos advierten que el conteo podría subestimar la realidad. Un estudio publicado en The Lancet en enero estimó que, hasta junio de 2024, las muertes por heridas traumáticas podrían superar las 64,000, un 41% más que las cifras oficiales de entonces.
La destrucción de infraestructura sanitaria, incluyendo 19 de los 36 hospitales de Gaza según la OMS, ha complicado el registro preciso de fallecidos. “Muchos cuerpos no llegan a las morgues; están bajo los escombros o enterrados por familias en cementerios improvisados”, explicó un portavoz del Ministerio de Salud en una conferencia de prensa el viernes.
La comunidad internacional también ha reaccionado. El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la situación como “apocalíptica” durante una conferencia en El Cairo el lunes, exigiendo un alto al fuego inmediato y el ingreso de ayuda humanitaria. Sin embargo, solo 65 camiones de asistencia han entrado a Gaza por día este mes, frente a los 500 diarios antes del conflicto, según UNRWA. En paralelo, organizaciones como Médicos Sin Fronteras alertaron que tres hospitales –Nasser, Al-Aqsa y el Europeo de Gaza– están al borde del colapso por falta de combustible.
El impacto va más allá de las cifras. En las últimas semanas, al menos ocho personas, incluyendo seis bebés, han muerto de hipotermia por las bajas temperaturas y la falta de refugios adecuados. En Jabaliya, al norte, las fuerzas israelíes continúan su ofensiva, instando a los civiles a evacuar, aunque muchos no tienen a dónde ir. Mientras el Ministerio de Salud actualiza sus reportes diarios, la guerra no da tregua, y el sufrimiento de los gazatíes sigue creciendo ante los ojos del mundo.