En respuesta a los nuevos aranceles comerciales anunciados por el expresidente estadounidense Donald Trump, el mandatario venezolano Nicolás Maduro firmó un decreto de emergencia económica que le otorga facultades extraordinarias para dictar leyes dirigidas a proteger el aparato productivo nacional. La medida fue presentada este martes durante un acto televisado desde el Palacio de Miraflores.
“El decreto me faculta por dos meses a obrar, actuar y accionar distintas modalidades de políticas públicas para defender la economía nacional”, señaló Maduro ante miembros de su gabinete. Esta iniciativa surge tras la decisión de Washington de imponer un arancel del 25 % a todas las importaciones provenientes de países que mantengan relaciones comerciales con la industria energética venezolana, además de un 15 % adicional específico para bienes procedentes de Venezuela.
Fotografía de archivo de una persona contando dólares en una máquina. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
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Decreto de emergencia económica busca enfrentar la presión externa
El decreto de emergencia económica requiere la aprobación formal de la Asamblea Nacional y del Tribunal Supremo de Justicia, ambos dominados por el oficialismo, lo que garantiza su entrada en vigor inmediata. Según explicó Maduro, el texto legal contempla herramientas para “dictar todas las medidas que considere necesarias para garantizar el desarrollo y crecimiento” de la economía venezolana, frente a lo que calificó como una “guerra comercial y económica” liderada por Estados Unidos.
Entre las medidas previstas en el decreto se encuentra la implementación de porcentajes obligatorios de compra de producción nacional, con el fin de sustituir importaciones. También se autoriza la suspensión generalizada del cobro de tributos nacionales, estadales y municipales, con el objetivo de aliviar la carga fiscal sobre el sector productivo local.
Además, Maduro advirtió que los aranceles estadounidenses pueden desencadenar “un gran riesgo de recesión mundial con el correspondiente desplome de la economía global”. No ofreció detalles sobre las leyes específicas que planea implementar, pero insistió en que su prioridad será proteger a la industria venezolana frente al nuevo escenario comercial.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acompañado de la primera dama Cilia Flores participan en un acto conmemorativo al Día de la Juventud hoy, en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez
Contexto económico detrás del decreto de emergencia económica
Más allá de las tensiones bilaterales, la situación económica de Venezuela ya atravesaba una etapa delicada. Tras una breve estabilización entre 2021 y 2023, marcada por un freno temporal a la hiperinflación, la economía entró nuevamente en declive a partir de octubre de 2024.
El tipo de cambio oficial, que había sido sostenido artificialmente en torno a los 36 bolívares por dólar gracias a las inyecciones de divisas del Banco Central de Venezuela (BCV), se disparó luego de un aumento en el gasto público, lo que desató una nueva fase de depreciación del bolívar.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acompañado de la primera dama Cilia Flores participan en un acto conmemorativo al Día de la Juventud hoy, en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez
Según economistas consultados por la agencia AP, como Pedro Palma, director de la firma Ecoanalítica, el deterioro se agudizó con la reciente suspensión de la licencia que permitía a la empresa estadounidense Chevron operar en Venezuela. Chevron representaba una fuente clave de ingresos en divisas para el Estado venezolano.
Este desequilibrio cambió drásticamente el panorama de precios. Con una economía dolarizada de facto, los bienes y servicios comenzaron a encarecerse de manera sostenida. El Banco Central de Venezuela no publica cifras oficiales de inflación desde octubre de 2024, pero estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas calculan una inflación acumulada de 36,1 % en el primer trimestre de 2025, con una variación interanual del 136 %.
Fotografía de archivo de una venta de pantalones en una tienda, en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutierrez