El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, rechazó el lunes 28 de julio de 2025 las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien calificó de “estúpidas” las declaraciones de Teherán sobre la reanudación de su programa de enriquecimiento de uranio. En un mensaje publicado en X, Araghchi afirmó que Irán no cederá ante amenazas y defendió el programa nuclear como un logro nacional crucial para fines médicos y pacíficos. La tensión, exacerbada por recientes ataques estadounidenses e israelíes a instalaciones nucleares iraníes, amenaza con desestabilizar la región y complicar las negociaciones internacionales.
Una respuesta desafiante desde Teherán
Araghchi, en su declaración en X, subrayó la resiliencia de Irán tras los bombardeos estadounidenses del 22 de junio de 2025, que dañaron gravemente las plantas de enriquecimiento de Natanz y Fordow, según la Agencia Internacional de Energía Atómica. “Nuestra determinación no está dañada”, escribió, destacando que el programa nuclear, construido “con sangre, sudor y lágrimas”, es esencial para producir radioisótopos médicos que benefician a más de un millón de iraníes anualmente. El Reactor de Investigación de Teherán, que requiere uranio enriquecido al 20%, es clave para estos tratamientos, un suministro que EE.UU. proporcionó hasta 1989, según el Organismo Internacional de Energía Atómica.
Por su parte, Trump, durante una visita a Escocia el 27 de julio, ridiculizó la postura iraní. “Acaban de salir de una situación grave y dicen que continuarán con el enriquecimiento. ¿Qué tan estúpido puedes ser?”, afirmó en una conferencia junto al primer ministro británico Keir Starmer. La retórica de Trump responde a los ataques iraníes con misiles a la base estadounidense de Al-Udeid en Qatar el 25 de junio, que dejaron 12 soldados heridos, según el Pentágono, en represalia por la ofensiva previa de EE.UU. e Israel.
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Negociaciones en riesgo
Irán mantiene diálogos con Reino Unido, Francia y Alemania (E3) para evitar que activen el mecanismo de “snapback” del acuerdo nuclear de 2015, que reimpondría sanciones de la ONU. Este mecanismo, si se activa, podría colapsar el Tratado de No Proliferación Nuclear y aislar aún más a Irán, cuya economía perdió 1.3 billones de dólares entre 2018 y 2024 por sanciones, según el Banco Mundial. Araghchi insistió en que solo “una solución negociada” resolverá las preocupaciones de Occidente sobre el programa nuclear, que EE.UU. y el Organismo Internacional de Energía Atómica temen pueda desviarse hacia fines militares, aunque Irán lo niega.
Sin embargo, las hostilidades recientes han complicado las conversaciones. Los ataques de EE.UU., que destruyeron el 40% de la capacidad de enriquecimiento de Irán, según expertos del Instituto de Estudios Estratégicos, fueron autorizados por Trump tras una ofensiva israelí de 12 días en junio. Irán, que enriqueció uranio al 60% en 2024, está a un paso técnico del nivel armamentístico del 90%, lo que eleva las alarmas en Washington. El Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. no ha respondido a las últimas declaraciones de Araghchi, pero la Casa Blanca insiste en que busca una “solución diplomática”.
Repercusiones regionales y globales
Pese a todo, la escalada retórica tiene implicaciones globales. La Unión Europea, a través de su alto representante Josep Borrell, expresó preocupación por la “falta de diálogo” y pidió a ambas partes evitar provocaciones. En Irán, el líder supremo Alí Jamenei respaldó el mensaje de Araghchi, afirmando que el programa nuclear es “un derecho inalienable”. Mientras tanto, aliados de Irán como Hezbolá han intensificado su retórica, con amenazas de represalias contra bases estadounidenses en la región, según Al Jazeera. En 2024, Irán exportó 1.7 millones de barriles de petróleo diarios, el 60% a China, sorteando sanciones, lo que le da cierto margen económico para resistir presiones.
Además, la disputa coincide con tensiones internas en EE.UU., donde Trump enfrenta críticas por su manejo de otros conflictos, como Gaza. La administración ha prometido reforzar sanciones contra Irán, que ya afectan al 80% de su comercio exterior, según el Fondo Monetario Internacional. Mientras Teherán planea aumentar su producción de uranio enriquecido en instalaciones subterráneas menos vulnerables, según Reuters, la región se prepara para nuevas rondas de negociaciones en Viena, previstas para agosto, aunque el escepticismo sobre un acuerdo persiste.