En un movimiento que marca un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre Washington y Moscú, los Emiratos Árabes Unidos confirmaron el «éxito» de un intercambio de presos entre Rusia y EE.UU. que tuvo lugar en Abu Dabi. Este gesto diplomático fue posible gracias a la mediación activa de Emiratos, que sirvió como escenario neutral para una transacción cargada de simbolismo geopolítico y profundo impacto humano.
La operación involucró a Ksenia Karelina, una ciudadana ruso-estadounidense detenida en Rusia bajo cargos de traición, y a Artur Petrov, ciudadano ruso-alemán arrestado por Estados Unidos por su implicación en el contrabando de tecnología sensible.
El Ministerio de Asuntos Exteriores emiratí subrayó que el acuerdo “fue realizado en presencia de representantes de ambos países” y enfatizó que su intención es “reforzar el diálogo y la estabilidad a nivel regional e internacional”. Aunque los detalles del canje no se hicieron públicos de inmediato, las imágenes difundidas por medios oficiales mostraron el momento en que ambos detenidos fueron trasladados a sus respectivos países.
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INTERCAMBIO DE PRESOS ENTRE RUSIA Y EE.UU.: KARELINA, LA BAILARINA ACUSADA DE TRAICIÓN
Ksenia Karelina, de 34 años, fue arrestada en febrero de 2024 durante una visita familiar a Ekaterimburgo, Rusia. Según el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso, la bailarina —quien residía en Los Ángeles— fue acusada de traición por realizar una donación de 51,80 dólares a la organización Razom for Ukraine, una fundación estadounidense fundada por la diáspora ucraniana con el fin de enviar ayuda al ejército de Ucrania.
El gesto, que en EE.UU. pasaría desapercibido, fue interpretado por el Kremlin como una «actividad de inteligencia hostil», resultando en una condena de 12 años de prisión. El caso generó fuertes críticas por parte del gobierno estadounidense, que lo calificó como “absolutamente ridículo”, mientras que grupos de derechos humanos señalaron que era otro ejemplo del uso político de detenciones por parte del Estado ruso.
Su liberación fue recibida con emoción tanto por sus allegados como por figuras públicas. Chris van Heerden, su prometido y boxeador profesional, publicó un comunicado en el que expresó: “Ha soportado una pesadilla durante 15 meses y no puedo esperar para abrazarla”. El presidente Donald Trump, en tanto, agradeció a los Emiratos y celebró su liberación, agradeciendo también a su amigo Dana White, CEO de la UFC, por haber presionado para que el caso se resolviera.
La ciudadana ruso-estadounidense Ksenia Karelina, en una imagen de archivo. EFE/EPA/STR
INTERCAMBIO DE PRESOS ENTRE RUSIA Y EE.UU.: QUIÉN ES ARTUR PETROV
A cambio de la libertad de Karelina, Moscú recibió a Artur Petrov, un ciudadano ruso-alemán arrestado en Chipre en agosto de 2023 y extraditado a Estados Unidos, donde enfrentaba cargos por contrabando de microelectrónica sujeta a controles de exportación. Según el Departamento de Justicia, Petrov habría participado en un esquema para enviar componentes sensibles a Rusia, destinados a la industria armamentística, eludiendo las sanciones impuestas por Occidente.
Petrov se enfrentaba a una pena de hasta 20 años de prisión por su participación en estas operaciones ilegales. El gobierno ruso lo consideraba un objetivo de alto perfil y su repatriación fue manejada con sumo cuidado, incluyendo exámenes médicos durante el vuelo de regreso y su aparición en medios oficiales como símbolo de «victoria diplomática».
Este tipo de intercambios ha sido una estrategia recurrente de Moscú en los últimos años. Actualmente, al menos 20 ciudadanos estadounidenses o con doble nacionalidad permanecen detenidos en Rusia. Organizaciones internacionales y el propio gobierno de EE.UU. han acusado al Kremlin de utilizar a estos individuos como “fichas de negociación”, reteniéndolos como rehenes políticos para futuros canjes.
El periodista de The Wall Street Journal (WSJ) Evan Gershkovich en el Tribunal de Yekaterimburgo, el pasado mes de julio. EFE/EPA/STR
LOS EMIRATOS COMO MEDIADORES INTERNACIONALES
El rol de los Emiratos Árabes Unidos no es menor. Ya en diciembre de 2022, Abu Dabi fue el escenario del intercambio entre la estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner y el traficante de armas ruso Viktor Bout. Ahora, nuevamente se posiciona como un actor clave en la diplomacia internacional, capaz de negociar con potencias en conflicto.
Este liderazgo se refuerza con el aumento de residentes, tanto rusos como ucranianos, que han migrado a Dubái desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022. Con su neutralidad aparente y relaciones comerciales con ambos bandos, EAU se ha convertido en uno de los pocos países con la capacidad de facilitar acuerdos en medio de una polarización geopolítica creciente.
AVANCES Y LÍMITES DEL DESHIELO DIPLOMÁTICO
El intercambio se produce mientras diplomáticos de ambos países mantienen reuniones en Estambul para normalizar el funcionamiento de sus embajadas. A pesar de las profundas tensiones por la guerra en Ucrania, el Departamento de Estado de EE.UU. indicó que se están logrando avances para garantizar la estabilidad de las misiones diplomáticas, incluyendo acuerdos bancarios y la gestión de propiedades diplomáticas incautadas.
Alexander Darchiyev, embajador ruso en Washington, destacó el tono “positivo” de las conversaciones y la intención mutua de facilitar los viajes diplomáticos. No obstante, persisten obstáculos, como la prohibición rusa de contratar personal local para su embajada en Moscú, medida que Washington considera uno de los principales impedimentos para mantener operaciones estables.
En paralelo, la CIA también valoró el canje de presos como una muestra de la importancia de mantener abiertos los canales de comunicación, aún en contextos de hostilidad. “El intercambio muestra que se pueden encontrar soluciones incluso en las circunstancias más complejas”, declaró un portavoz.