El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sorprendió este jueves al declarar públicamente que Israel ha “activado” a clanes palestinos locales en la Franja de Gaza para colaborar en la lucha contra Hamás. Esta es la primera vez que un alto funcionario israelí reconoce oficialmente el respaldo a grupos armados palestinos no afiliados al gobierno ni al ejército, en medio de una de las guerras más prolongadas y sangrientas que ha vivido el territorio.
En un video publicado en su cuenta de la red social X (antes Twitter), Netanyahu señaló que esta decisión fue tomada con base en las recomendaciones de “funcionarios de seguridad”, quienes buscan reducir las bajas del ejército israelí en las operaciones terrestres dentro de Gaza. La estrategia, según el mandatario, busca reforzar la seguridad en ciertas zonas donde Hamás ha perdido presencia o apoyo.
El anuncio llega en un momento de creciente presión internacional sobre Israel, tras los miles de muertos en Gaza y la crítica situación humanitaria. Grupos de derechos humanos han denunciado el uso excesivo de la fuerza, mientras que la población civil sigue pagando el precio más alto.
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Clanes palestinos en Gaza: ¿aliados estratégicos de Israel o actores criminales?
La colaboración entre Israel y clanes palestinos ha generado una gran controversia. Los clanes familiares en Gaza, estructuras tribales con fuertes raíces sociales, han tenido una relación ambigua con Hamás. En algunos casos han sido aliados, pero también han protagonizado disputas violentas por el control de recursos, poder local o territorio.
Vista de la frontera entre Egipto y Gaza, imagen de archivo. Foto:HAITHAM IMAD/EFE
Uno de los grupos mencionados de forma indirecta por Netanyahu es el liderado por Yasser Abu Shabab, una figura influyente en Rafah. Un funcionario israelí —bajo condición de anonimato— afirmó que Abu Shabab lidera un grupo llamado Fuerzas Populares, que estaría colaborando con el ejército israelí para proteger centros de distribución de ayuda humanitaria en el sur de Gaza.
Este grupo ha anunciado públicamente en redes sociales que sus combatientes resguardan los cargamentos de alimentos y medicinas dirigidos a zonas vulnerables. La ayuda es gestionada en parte por la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización que cuenta con respaldo logístico de Israel.
Sin embargo, esta colaboración ha sido rechazada por varios miembros del clan Abu Shabab, quienes emitieron un comunicado en el que rompen vínculos con Yasser. En el mensaje declaran que él y sus seguidores “ya no están vinculados” a la familia, calificando su alianza con Israel como una traición a los principios del pueblo palestino.
Netanyahu busca apoyo en clanes palestinos para reforzar la ofensiva en Gaza
Las declaraciones de Netanyahu sobre clanes palestinos reflejan un cambio de estrategia en la guerra contra Hamás, que estalló el 7 de octubre de 2023, cuando militantes islamistas mataron a unas 1.200 personas en el sur de Israel y tomaron a más de 250 rehenes. Desde entonces, Israel ha lanzado una ofensiva militar sin precedentes sobre Gaza, dejando más de 54.000 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás.
Foto: MOHAMMED SABER/EFE/EPA
Netanyahu afirmó que involucrar a clanes palestinos es una medida destinada a salvar vidas de soldados israelíes. No obstante, algunos sectores dentro de Israel han criticado la decisión, temiendo que armar a grupos no estatales pueda generar una nueva ola de violencia o incluso guerras internas en el futuro.
Además, existen acusaciones de que varios de estos clanes habrían cometido saqueos, robado ayuda humanitaria y perpetrado abusos contra civiles. Algunos trabajadores humanitarios han reportado ataques a camiones de alimentos y violencia contra personal local, lo que ha intensificado el debate sobre si la cooperación con estos clanes es prudente o contraproducente.
La situación sigue siendo volátil. A pesar de las declaraciones oficiales, Hamás aún mantiene a 56 rehenes en su poder. Se cree que un tercio de ellos siguen con vida, aunque su situación es crítica tras la reanudación de los bombardeos y operaciones terrestres de Israel, que comenzaron de nuevo tras el colapso del alto el fuego en marzo.
Mientras la guerra continúa, la población civil en Gaza enfrenta un escenario de devastación total. La mayoría de sus 2,3 millones de habitantes han sido desplazados, muchos viven en campamentos improvisados sin acceso adecuado a agua, alimentos ni medicinas. La ONU ha advertido que el territorio está “al borde de la hambruna”.
El giro en la estrategia israelí, al incluir clanes palestinos en su ofensiva contra Hamás, añade una nueva capa de complejidad al conflicto. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue dividida entre apoyar el derecho de Israel a defenderse y condenar el elevado costo humano de la guerra.