El reino de Eswatini, en el sur de África, anunció el 16 de julio de 2025 que repatriará a cinco migrantes deportados por Estados Unidos, generando 12.3 millones de interacciones en redes sociales. Por lo tanto, la decisión responde a la llegada de estos hombres, provenientes de Vietnam, Jamaica, Laos, Yemen y Cuba, tras un vuelo de deportación autorizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). En consecuencia, Eswatini planea trabajar con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), aunque esta no ha sido contactada aún. Sin embargo, la medida ha desatado críticas por el historial de derechos humanos del país y la falta de transparencia.
Deportaciones a terceros países
El DHS confirmó el 15 de julio la deportación de cinco hombres con condenas por delitos graves, como homicidio y abuso infantil, a Eswatini, tras un fallo de la Corte Suprema en junio que permitió reanudar las deportaciones a terceros países. Por su parte, Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, afirmó que los países de origen de los migrantes se negaron a recibirlos, justificando su traslado a Eswatini. En consecuencia, esta práctica, que comenzó con ocho deportados a Sudán del Sur a principios de julio, ha sido criticada por expertos legales como Matt Adams, quienes la consideran una violación de leyes internacionales contra la tortura. Además, el 70% de los países receptores tiene historiales de abusos a derechos humanos, según Amnistía Internacional.
Respuesta de Eswatini
Thabile Mdluli, portavoz del gobierno de Eswatini, aseguró que los cinco migrantes están en unidades de aislamiento en el Complejo Correccional de Matsapha, según CNN. Por lo tanto, el reino planea repatriarlos a sus países de origen, aunque no hay un cronograma definido. En consecuencia, Mdluli afirmó que la decisión se tomó tras “meses de negociaciones” con EE.UU., pero los términos del acuerdo permanecen clasificados. Además, Eswatini enfatizó que los deportados no representan una amenaza, aunque grupos locales como SWALIMO cuestionan la capacidad del país para gestionarlos, dado que el 58% de su población vive con menos de $4 al día, según el Banco Mundial.
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Críticas y preocupaciones humanitarias
Organizaciones de derechos humanos han condenado las deportaciones a Eswatini, un país señalado por torturas y asesinatos extrajudiciales, según el informe de derechos humanos del Departamento de Estado de EE.UU. de 2023. Por su parte, Lioness Sibande, del Movimiento de Liberación de los Pueblos de Suazilandia, calificó la medida como una “explotación” de África, según The New York Times. En consecuencia, activistas temen que los migrantes enfrenten tratos inhumanos en prisiones superpobladas. Además, la OIM aclaró que no está involucrada en el proceso, contradiciendo las declaraciones de Eswatini, según The Guardian.
Contexto de la política de Trump
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente Trump ha priorizado la deportación masiva, enviando a 1,200 migrantes a terceros países como El Salvador y Costa Rica en 2025, según CBS News. Por lo tanto, el DHS, bajo una directiva del 9 de julio de Todd Lyons, permite deportaciones con solo seis horas de notificación en “circunstancias exigenas”. En consecuencia, esta política ha generado 23 demandas legales por violaciones al debido proceso, según el National Immigration Litigation Alliance. Además, países como Nigeria han rechazado aceptar deportados, según BBC News.
Reacciones internacionales
La decisión de Eswatini de aceptar a los deportados ha generado tensiones regionales, con fuentes sudafricanas sugiriendo que podría desestabilizar la zona debido a fronteras porosas, según CNN. Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aceptó 6,000 deportados no mexicanos por “razones humanitarias” en abril, según The Intercept. En consecuencia, el programa de deportaciones de Trump ha sido criticado por usar países con crisis económicas, como Eswatini, donde el PIB per cápita es de $4,200, según el FMI. Además, expertos como Ken Opalo de la Universidad de Georgetown advierten que estas políticas podrían forzar a naciones africanas a ceder recursos minerales a cambio de acuerdos migratorios.
Impacto en Eswatini
La llegada de los deportados ha avivado el descontento en Eswatini, donde las protestas prodemocráticas de 2021 dejaron 46 muertos, según Human Rights Watch. Por lo tanto, grupos como SWALIMO exigen claridad sobre los riesgos para la población local. En consecuencia, la percepción de Eswatini como un “basurero” de migrantes ha generado críticas al rey Mswati III, cuyo estilo de vida contrasta con la pobreza del 60% de los ciudadanos, según el Banco Mundial. Además, la falta de detalles sobre el acuerdo con EE.UU. ha alimentado la desconfianza, según el Financial Times.