Este sábado, cerca de 18 millones de australianos acudirán a las urnas para decidir el futuro político del país. En juego está la reelección del gobierno laborista encabezado por Anthony Albanese, quien asumió el poder en 2022 y ahora busca mantenerse al frente del Ejecutivo. Las elecciones federales en Australia no solo son un evento democrático crucial, sino también una oportunidad para que los ciudadanos expresen su opinión sobre temas clave, como el costo de vida, la política exterior y las relaciones comerciales internacionales.
Votación anticipada y alto nivel de participación
Australia es uno de los pocos países en los que el sufragio es obligatorio, lo que asegura una participación electoral significativa. En esta ocasión, la participación anticipada ha sido especialmente alta, con un 31% de los votantes —alrededor de 5,6 millones de personas— ya habiendo expresado su decisión antes del día de la elección, según datos de la Comisión Electoral Australiana. A esta cifra se suman aquellos que optaron por votar por correo, lo que eleva el porcentaje de participación anticipada al 40% del padrón electoral.
Los centros de votación abren a las 8:00 hora local (22:00 GMT del viernes) y permanecerán abiertos hasta las 18:00, ofreciendo a los ciudadanos una ventana amplia para emitir su voto.
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Un grupo de personas deposita su voto en la cabina electoral del Bondi Surf Bathers Life Saving Club el día de las elecciones federales, en la circunscripción de Wentworth, en Sídney, Australia. EFE/EPA/Bianca De Marchi
Alianzas políticas clave para formar gobierno
En estas elecciones, no solo se decidirá si Anthony Albanese sigue siendo primer ministro, sino también la composición de la Cámara de Representantes, que estará integrada por 150 miembros. Para formar un gobierno, la formación política que obtenga 76 escaños podrá ejercer el poder ejecutivo. Sin embargo, se espera que, debido a la polarización política y la fragmentación del voto, ninguno de los principales partidos consiga una mayoría absoluta.
Ante esta posibilidad, analistas y expertos políticos señalan que las alianzas con partidos minoritarios o diputados independientes serán esenciales para asegurar la estabilidad del gobierno.
La campaña electoral: alto costo de vida y comercio internacional
La campaña electoral de este año ha estado centrada en dos temas clave: el costo de vida y las políticas comerciales, especialmente aquellas impuestas por el gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. La imposición de aranceles del 10% sobre las exportaciones de todos los países y un 25% sobre el acero y el aluminio ha tenido un impacto considerable en la economía australiana. Ante esta situación, Albanese ha prometido que, si logra retener el poder, viajará a Estados Unidos como su primer destino internacional para negociar una revisión de estas tarifas comerciales.
El alto costo de vida, una preocupación generalizada entre los ciudadanos australianos, también ha sido un tema central durante la campaña. Las promesas del gobierno laborista incluyen medidas para aliviar la presión económica sobre las familias y mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.
Varias personas hacen cola para depositar su voto en la circunscripción de Wentworth, en Sídney, Australia. EFE/EPA/Bianca De Marchi
El desafío de la coalición conservadora
Por otro lado, el Partido Liberal, en coalición con el Partido Nacional, busca recuperar el poder perdido en 2022 bajo el liderazgo de Anthony Albanese. El principal candidato de esta coalición es Peter Dutton, un expolicía y veterano político, que ha hecho campaña con un discurso conservador similar al de figuras internacionales como Donald Trump. Dutton ha prometido tomar medidas estrictas en materia de inmigración y reducir el gasto público, alineándose con posturas populistas que apelan a una parte del electorado australiano.
En la recta final de la campaña, Dutton ha asegurado que los resultados de estas elecciones podrían traer «grandes sorpresas», sugiriendo que las encuestas previas podrían no reflejar con exactitud el ánimo real de la población. Esta declaración alimenta la incertidumbre sobre el resultado final y la posibilidad de una victoria sorpresiva para la coalición conservadora.
Multas por no votar: el sistema electoral obligatorio
Es importante recordar que en Australia el voto es obligatorio, lo que significa que todos los ciudadanos registrados deben participar en las elecciones. Aquellos que no acudan a votar sin una justificación válida pueden enfrentarse a una multa de 20 dólares australianos (aproximadamente 14 dólares estadounidenses o 13,30 euros). Esta medida busca asegurar una alta participación electoral y una representación justa de la voluntad del pueblo australiano.