En medio de su convalecencia, el papa Francisco, quien se recupera tras una grave infección respiratoria, mostró su solidaridad con las víctimas del devastador terremoto que sacudió Myanmar el 28 de marzo de 2025. A pesar de encontrarse en reposo, el pontífice expresó su cercanía espiritual hacia las naciones afectadas y rezó por los damnificados, como ha sido habitual en situaciones de catástrofe. Este terremoto, de magnitud 7.7, causó más de 20 muertes en Myanmar y Tailandia, con cientos de personas heridas y decenas desaparecidas.
El papa Francisco, quien fue dado de alta del hospital el domingo anterior después de pasar 38 días internado, envió un telegrama con palabras de consuelo a los líderes de ambos países, señalando su tristeza por la tragedia y elevando oraciones por las víctimas. Este gesto de apoyo se une a las continuas iniciativas de ayuda humanitaria y asistencia en el terreno, aunque la magnitud de los daños sigue siendo difícil de evaluar debido a la difícil accesibilidad a las zonas más afectadas.
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Un terremoto devastador en Myanmar
El terremoto que golpeó Myanmar y sus alrededores el 28 de marzo de 2025 ha sido descrito como uno de los más destructivos en la región en más de un siglo. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), la magnitud de 7.7 de este terremoto dejó miles de personas expuestas a intensas sacudidas sísmicas. Se estima que más de 10 millones de personas experimentaron movimientos fuertes o muy fuertes en diversas zonas de Myanmar y Tailandia, con un número significativo de ellos reportados como heridos.
En Myanmar, se ha confirmado la muerte de al menos 144 personas, con más de 700 personas heridas. Las autoridades locales y los equipos de rescate continúan trabajando para localizar a más sobrevivientes entre los escombros de edificios colapsados, especialmente en ciudades como Mandalay, donde los daños fueron especialmente graves. El líder de la junta militar de Myanmar, Min Aung Hlaing, hizo un raro llamado a la comunidad internacional para que brinde ayuda, reconociendo la magnitud de la tragedia.
Un terremoto de magnitud 7,7 ha sacudido este viernes Birmania y se ha sentido también con fuerza en Bangkok.
Impacto en Tailandia: muertos y desaparecidos
El impacto del terremoto también se dejó sentir con fuerza en Tailandia, particularmente en la capital Bangkok, donde se reportaron muertes y graves daños en infraestructuras. Al menos 10 personas han muerto en Bangkok, y 80 más permanecen atrapadas bajo los escombros de un edificio en construcción que colapsó debido a las sacudidas sísmicas. Además, 101 personas están desaparecidas, y más de 16 personas resultaron heridas en la ciudad, según informaron las autoridades tailandesas.
La situación en Bangkok es crítica, con varios edificios afectados y más de mil informes de daños estructurales en distintos puntos de la ciudad. Las autoridades locales han activado refugios temporales para los residentes afectados y han desplegado equipos de ingenieros para evaluar los daños. A pesar de la magnitud de la tragedia, las autoridades han asegurado que los residentes de la ciudad pueden regresar a sus casas tras realizarse las inspecciones pertinentes.
La reacción internacional y los esfuerzos de ayuda
El papa Francisco, al ser informado sobre la catástrofe, envió un telegrama de condolencias firmado por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. En el mensaje, el pontífice expresó su «profunda tristeza» por las vidas perdidas y por los daños causados por el terremoto. También ofreció oraciones por los heridos y por las personas que han quedado atrapadas entre los escombros, pidiendo fortaleza para todos los afectados.
El Vaticano ha estado brindando apoyo moral y espiritual a las víctimas a través de sus misas y oraciones. Sin embargo, también se ha instado a la comunidad internacional a unirse a los esfuerzos de ayuda humanitaria, especialmente en áreas de difícil acceso. Las organizaciones de rescate como Médicos Sin Fronteras y el Comité Internacional de Rescate (IRC) ya están presentes en la región, aunque la destrucción de las infraestructuras y las malas condiciones de las carreteras han dificultado la entrega de asistencia.
Rescatistas buscan sobrevivientes en un edificio derrumbado en Naypyidaw, Birmania, por el terremoto. EFE/EPA/Nyein Chan Naing
La magnitud de los daños causados por el terremoto en Myanmar es tal que expertos en ayuda humanitaria señalan que algunas áreas afectadas podrían tardar años en recuperarse. El Dr. Kyi Minn, director de World Vision Myanmar, declaró que la reconstrucción de las zonas más gravemente afectadas será un desafío monumental debido a la destrucción de infraestructuras vitales como carreteras, aeropuertos y hospitales. La comunicación entre las ciudades también se ha visto severamente interrumpida, lo que está retrasando los esfuerzos de rescate.
Además de la destrucción de edificios y viviendas, el Dr. Minn explicó que los daños a las infraestructuras de transporte están dificultando la movilización de recursos y equipos de emergencia. En algunas áreas, como en la capital Naypyidaw, el aeropuerto militar y varias instalaciones clave también han sufrido graves daños, lo que complica aún más las tareas de auxilio.
