El cónclave para elegir al nuevo papa comenzará el próximo 7 de mayo en el Vaticano, con la participación de 133 cardenales electores, luego de confirmarse dos ausencias por motivos de salud. Se trata de una de las ceremonias más relevantes del calendario eclesiástico, marcada por la tradición, el secreto y la expectativa mundial ante la designación del nuevo líder de la Iglesia Católica.
Dos ausencias confirmadas para el cónclave para elegir al nuevo papa
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó este martes que dos cardenales no participarán en el cónclave para elegir al nuevo papa debido a problemas de salud. Uno de ellos es el español Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia, de 79 años. El otro ausente es un cardenal bosnio cuya identidad no ha sido confirmada oficialmente.
Inicialmente, estaban convocados 135 cardenales con derecho a voto, ya que solo los menores de 80 años pueden participar en el proceso. Con estas dos ausencias, la cifra final de electores será de 133, según confirmó la Santa Sede.
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La elección del nuevo pontífice exige que al menos dos tercios de los cardenales electores coincidan en su voto. Eso significa que, en esta ocasión, serán necesarios al menos 89 votos para proclamar a un nuevo papa.
Agenda del cónclave para elegir al nuevo papa: rituales y normas
El proceso del cónclave para elegir al nuevo papa está meticulosamente organizado. Comenzará oficialmente el 7 de mayo a las 10:00 horas (hora local) con la tradicional misa Pro Eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro. Posteriormente, a las 16:15 horas, los cardenales se reunirán en la Capilla Paolina del Palacio Apostólico y, minutos después, ingresarán en procesión a la Capilla Sixtina.
Allí entonarán el himno Veni Creator Spiritus e iniciarán el juramento de secreto. Luego, el maestro de ceremonias pronunciará la famosa fórmula extra omnes, que implica la salida de todos los no electores. A partir de ese momento, comenzará el aislamiento de los cardenales.
Durante el cónclave, los cardenales no podrán utilizar teléfonos móviles, acceder a internet ni tener contacto con la prensa. El proceso de votación contempla dos rondas por la mañana y dos por la tarde. El mundo entero conocerá que un nuevo papa ha sido elegido cuando aparezca la fumata blanca —humo blanco que sale desde la chimenea de la Capilla Sixtina— anunciando el Habemus Papam.
La fumata blanca surge de la chimenea de la Capilla Sixtina, en el Vaticano, para anunciar la elección de un nuevo papa. EFE/Alessandro Di Meo
Contexto del cónclave para elegir al nuevo papa: herencia y expectativas
En la sexta congregación general, celebrada este martes, participaron 183 cardenales, de los cuales aproximadamente 120 tienen derecho a voto. Estas reuniones previas permiten a los purpurados compartir opiniones, conocer a sus pares y comenzar a perfilar los criterios que definirán al nuevo pontífice.
La necesidad de continuidad ha sido una de las ideas más repetidas en estas reuniones. Varios cardenales han expresado su deseo de que el próximo papa mantenga la línea pastoral y doctrinal de Francisco.
El argentino Vicente Bokalic Iglic, cercano al pontífice fallecido, declaró: “Nos estamos conociendo. No nos conocemos todavía”, refiriéndose a la importancia de las congregaciones generales para entablar vínculos antes del cónclave. Por su parte, el patriarca caldeo Louis Raphael Sako subrayó que existe un “espíritu de responsabilidad” y “atmósfera fraternal”.
El cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez afirmó que “es una herencia tan especial que no podemos dejarla escapar”, mientras que el austríaco Christoph Schönborn dio un mensaje claro: “Andamos siempre adelante, no tengan miedo”.
El caso Becciu: una sombra sobre el cónclave para elegir al nuevo papa
Uno de los temas que ha generado controversia en los días previos al cónclave para elegir al nuevo papa es la situación del cardenal italiano Angelo Becciu. A pesar de haber sido condenado a cinco años y medio de prisión por delitos financieros y de haber sido despojado de algunos privilegios cardenalicios por el papa Francisco en 2020, Becciu mantenía, en principio, el derecho a participar.
Finalmente, este martes, Becciu anunció que no formará parte del cónclave. “He decidido obedecer como siempre he hecho a la voluntad del papa Francisco y no entrar en el cónclave”, declaró. La decisión se dio luego de que el propio Francisco firmara documentos que ponían en duda su elegibilidad.
El cardenal Angelo Becciu. EFE/EPA/Riccardo Antimiani
El caso Becciu provocó incomodidad entre algunos cardenales, como señaló el purpurado italiano Fernando Filoni, quien admitió que la situación generaba “sufrimiento”. A pesar de haber sido el primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano, Becciu insistía en su inocencia. La causa judicial incluye la compra de un edificio de lujo en Londres y el desvío de fondos hacia una organización gestionada por uno de sus hermanos.