El acceso al Cristo Redentor, uno de los monumentos más emblemáticos de Brasil, fue cerrado este lunes por las autoridades de Río de Janeiro debido a la falta de asistencia médica adecuada. Esta decisión fue tomada un día después de la muerte de un turista brasileño de 54 años que sufrió un colapso mientras subía las escaleras hacia el monumento, ubicado en el Cerro del Corcovado. Este evento trágico ha puesto en evidencia serias deficiencias en la infraestructura del lugar y la atención médica proporcionada a los miles de turistas que visitan el Cristo Redentor cada año.
Suspensión de servicios turísticos en el Cristo Redentor
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La empresa concesionaria Trem do Corcovado, encargada de la gestión del funicular que transporta a los turistas hasta el Cristo Redentor, y que también opera el puesto médico del monumento, informó que el acceso al sitio fue suspendido temporalmente. A través de un comunicado, la empresa explicó que quienes ya habían adquirido boletos para el transporte serían reembolsados. Además de la suspensión de los trayectos en funicular, también se suspendieron los traslados en camionetas, el otro medio de transporte utilizado para acceder al monumento.
La Secretaría de Defensa del Consumidor del estado de Río de Janeiro tomó la decisión del cierre tras el incidente fatal. La muerte del turista brasileño ocurrió el domingo por la mañana, cuando el hombre sufrió un paro cardíaco mientras ascendía las escaleras que llevan al Cristo Redentor. En ese momento, el puesto médico del monumento aún no había abierto, lo que generó cuestionamientos sobre los protocolos de seguridad en el área.
Fotografía de archivo del Cristo Redentor, en Río de Janeiro (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda
Críticas al sistema de asistencia médica y las condiciones del Cristo Redentor
Gutemberg Fonseca, secretario de Salud de Río de Janeiro, declaró en una entrevista con la cadena Globo que el puesto médico abre a las 9:00 a.m. (hora local), aunque los turistas comienzan a subir al Cristo desde las 7:30 a.m. Para evitar que se repitan incidentes como el ocurrido, Fonseca pidió a la concesionaria que ajustara los horarios de funcionamiento del servicio médico, como condición para reabrir los accesos al monumento.
La falta de servicios médicos oportunos ha sido un punto de crítica desde hace tiempo. El Cristo Redentor, inaugurado en 1931, es uno de los puntos turísticos más importantes de Brasil, recibiendo cada año alrededor de 2,5 millones de visitantes. Sin embargo, a pesar de su importancia, el monumento carece de servicios básicos como ambulancias, puntos de hidratación y baños adaptados para personas con problemas de movilidad. Además, se ha señalado que el sistema de ascenso, que incluye el funicular y las escaleras, no está completamente preparado para manejar emergencias médicas de manera eficiente.
La responsabilidad del Instituto Chico Mendes en la gestión del Cristo Redentor
El Santuario del Cristo Redentor, que depende de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, responsabilizó al Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), el organismo federal encargado de supervisar el parque nacional donde se encuentra el monumento, por no haber fiscalizado adecuadamente las labores de la concesionaria. El Santuario denunció la falta de infraestructura adecuada para atender a los turistas, haciendo hincapié en que el Cristo Redentor no cuenta con los recursos básicos que garantizan la seguridad y el bienestar de los visitantes.
Además de los problemas con la atención médica, el Santuario criticó la falta de baños adaptados para personas con movilidad reducida y la ausencia de elevadores, lo que complica el acceso al monumento para personas con discapacidades. Estos problemas han sido reportados durante años, pero no habían sido abordados de manera efectiva hasta ahora.
Fotografía tomada con un dron en la que se registró el monumento del Cristo Redentor. EFE/André Coelho
El impacto del cierre en el turismo de Río de Janeiro
El Cristo Redentor es uno de los monumentos más visitados del mundo y un símbolo de Brasil. Cada año, alrededor de 2,5 millones de turistas lo visitan, atraídos por sus impresionantes vistas panorámicas de Río de Janeiro, la bahía de Guanabara y las playas de Copacabana e Ipanema. La suspensión del acceso a este icónico sitio tiene un impacto significativo en el sector turístico de la ciudad.