La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este miércoles un proyecto de ley que autoriza a Brasil tomar medidas de represalia contra países que impongan barreras comerciales unilaterales, específicamente contra Estados Unidos, en respuesta al arancel del 10 % anunciado por el presidente Donald Trump para los productos brasileños. La ley, que había sido respaldada previamente por el Senado, ahora se encuentra en espera de la sanción presidencial para entrar en vigor.
Medidas de represalia: respuesta a un proteccionismo global
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su rechazo contundente al proteccionismo promovido por Estados Unidos. En su intervención pública en Brasilia, Lula afirmó que su gobierno no tolerará intentos de imponer barreras comerciales unilaterales que, según él, ya no tienen cabida en un mundo globalizado. «Defendemos el multilateralismo y el libre comercio», sostuvo el mandatario brasileño, destacando que las medidas contra los aranceles impuestos por Trump serán adoptadas bajo el marco legal establecido por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
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El proyecto de ley aprobado por el Congreso brasileño establece las herramientas necesarias para que el país pueda implementar represalias si es necesario. Esto incluye la posibilidad de imponer aranceles a productos de países que, como Estados Unidos, decidan imponer tarifas comerciales adicionales de manera unilateral. De esta manera, Brasil se prepara para defender sus intereses económicos y proteger tanto a sus empresas como a sus trabajadores ante la creciente ola de medidas proteccionistas a nivel mundial.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. EFE/Andre Borges
Lula enfrenta desafíos internos y externos
El anuncio de medidas contra los aranceles estadounidenses coincide con la presentación de un balance de los primeros dos años del mandato de Lula, un periodo que, según el gobierno, ha sido positivo en términos de crecimiento económico y reducción del desempleo. No obstante, también se enfrenta a desafíos internos, ya que las encuestas indican que su nivel de apoyo ha disminuido al 40 %. A pesar de esto, Lula sigue siendo considerado el principal favorito para las elecciones presidenciales de 2026, aunque aún no ha decidido si se postulará para un segundo mandato.
En su discurso, Lula subrayó que el gobierno brasileño ha logrado importantes avances en varios frentes, incluyendo un crecimiento económico del 3,2 % en 2023 y un pronóstico del 3,4 % para 2024. Además, destacó los avances en la reducción del desempleo, que alcanzó el 6,6 %, el nivel más bajo en más de una década. También mencionó el aumento del salario mínimo por encima de la inflación, que actualmente se sitúa en torno al 5 % interanual.
Impacto del proteccionismo de Trump en la economía global
El reciente anuncio de Trump de imponer un arancel del 10 % sobre los productos brasileños refleja la tendencia proteccionista que ha caracterizado su administración. Esta política, que afecta a países de todo el mundo, ha generado una reacción negativa de varios gobiernos, especialmente de economías emergentes como la de Brasil. El aumento de aranceles a productos brasileños pone en riesgo las exportaciones, un sector clave para la economía nacional.
Sin embargo, el gobierno de Lula ha resaltado los esfuerzos para diversificar los mercados de exportación. En particular, el acuerdo alcanzado con la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que ha sido negociado durante 25 años, representa un avance significativo en la apertura de nuevos mercados para las exportaciones brasileñas, lo que podría mitigar parcialmente los efectos de los aranceles de Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante el anuncio de sus aranceles, en la Casa Blanca, Washington. EFE/EPA/Jim Lo Scalzo/Pool
Un Brasil comprometido con la sostenibilidad y el multilateralismo
Otro tema importante que abordó el gobierno brasileño en su balance fue la transición energética y los esfuerzos para promover un desarrollo económico sostenible. Se destacó especialmente la significativa reducción de la deforestación ilegal en la Amazonía, que cayó un 46 % en comparación con el año anterior, un logro importante en la lucha contra el cambio climático.
En el ámbito social, el gobierno subrayó los avances en la lucha contra el hambre y la pobreza, además de la recuperación de programas de vivienda popular y mejoras en los sectores de salud, educación y cultura. Estos logros, según el gobierno, son evidencia del compromiso de Brasil con el bienestar de sus ciudadanos y su contribución a un desarrollo inclusivo.