En la madrugada del miércoles 1 de mayo de 2025, el Ejército de la India lanzó un ataque aéreo contra nueve supuestas bases terroristas ubicadas en territorio paquistaní y en la región de Cachemira administrada por Pakistán. La operación, conocida como Operación Sindoor, fue anunciada por el Ministerio de Defensa de la India, que explicó que las instalaciones atacadas servían como puntos clave para la planificación y ejecución de ataques terroristas contra la India.
Operación Sindoor: ataques de precisión y moderación
Según el comunicado oficial del Ministerio de Defensa de la India, la Operación Sindoor consistió en un ataque de precisión «centrado, mesurado y de naturaleza no escalatoria». La India subrayó que su ataque estuvo dirigido exclusivamente a infraestructuras terroristas, evitando atacar instalaciones militares paquistaníes. Este enfoque estratégico fue resaltado por las autoridades indias como un esfuerzo por limitar las consecuencias de la operación y evitar una escalada del conflicto.
La India ha acusado repetidamente a Pakistán de albergar y respaldar a grupos terroristas que operan en la región de Cachemira, y la operación se llevó a cabo en respuesta a un ataque terrorista en Pahalgam, Cachemira controlada por la India, ocurrido el 22 de abril, en el que murieron 26 personas, 25 de ellas de nacionalidad india.
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Fotografía de archivo de aviones de la Fuerza Aérea de la India, país que atraviesa tensiones con Pakistán. EFE/Jagadeesh NV
La respuesta de Pakistán y la acusación de víctimas civiles
Tras el ataque, Pakistán condenó enérgicamente la operación india. El Ejército paquistaní denunció que la India había atacado varias posiciones civiles, incluida una mezquita en la provincia de Punjab, que limita con India. De acuerdo con las fuerzas de seguridad paquistaníes, una persona murió en el ataque y dos más resultaron gravemente heridas, entre ellas un niño.
Pakistán ha comenzado a tomar represalias, y las autoridades han prometido que habrá una respuesta proporcional a lo que consideran una «provocación cobarde» por parte de la India. Las tensiones entre ambos países han llegado a niveles críticos, con intercambios de fuego a lo largo de la Línea de Control (LOC) y la frontera internacional.
El conflicto de Cachemira: raíz de la disputa India-Pakistán
El conflicto entre India y Pakistán por Cachemira es una disputa histórica que se remonta a 1947, cuando ambos países lograron su independencia del Imperio Británico. Cachemira ha sido un punto caliente en las relaciones bilaterales, ya que ambos países reclaman el control total de la región, aunque actualmente está dividida por la LOC, con India controlando una parte y Pakistán otra.
Desde 1989, la parte de Cachemira bajo control de la India ha sido escenario de una insurgencia armada, que, según Nueva Delhi, es patrocinada por Pakistán. Estos enfrentamientos han causado decenas de miles de víctimas a lo largo de los años, y la presencia de grupos terroristas en la región ha exacerbado las tensiones. En 2019, India revocó el estatus especial de semiautonomía de la región de Cachemira, lo que desató protestas y disturbios, así como un aumento de las tensiones entre los dos países.
Fotografía de archivo de un soldado paramilitar indio patrullando cerca del centro de Srinagar, la capital de verano de Cachemira controlada por India. EFE/EPA/FAROOQ KHAN
La escalada de tensión tras el ataque de Pahalgam
El ataque ocurrido en Pahalgam, en el que murieron 26 personas, fue un punto de inflexión en la relación entre India y Pakistán. Aunque Pakistán negó su implicación en el atentado, India insistió en que los responsables fueron terroristas apoyados por Islamabad. Este evento desencadenó una serie de medidas de represalia, tanto militares como diplomáticas, por parte de India, que incluyeron el cierre de fronteras y la expulsión de diplomáticos paquistaníes.
Además, India suspendió varios acuerdos comerciales con Pakistán, lo que incrementó aún más la tensión entre ambos países. El conflicto no solo se limita a los enfrentamientos militares, sino que también ha tenido repercusiones en la vida cotidiana de las personas, especialmente en la región fronteriza de Punjab, donde las familias han sido separadas por las nuevas restricciones de visados y el cierre de puntos de cruce fronterizos.
Repercusiones globales y el llamado al diálogo internacional
El aumento de las tensiones entre India y Pakistán ha atraído la atención de la comunidad internacional, especialmente debido a que ambos países son potencias nucleares. Los países vecinos y las organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas y la Comisión Europea, han instado a ambas naciones a resolver sus diferencias a través del diálogo diplomático, para evitar que el conflicto escale a una guerra abierta.
Bruselas, por ejemplo, ha pedido «diálogo político bilateral en el interés de la paz y estabilidad regional», mientras que Estados Unidos ha expresado su preocupación por la violencia en la región. A pesar de estos llamados, las acciones militares continúan, y el futuro de la región sigue siendo incierto.