Los gobiernos de ambos países declararon estados de emergencia tras una pérdida abrupta de energía, mientras sigue sin conocerse la causa del apagón en España y Portugal.
Madrid y Lisboa vivieron este lunes una de las mayores interrupciones eléctricas de su historia reciente. El apagón en España y Portugal comenzó alrededor de las 12:30 p. m. en la capital española y a las 11:30 a. m. en Lisboa, dejando a millones de personas sin luz, paralizando infraestructuras críticas y generando un caos inusual en trenes, aeropuertos, carreteras y hospitales. Aunque el suministro ya se ha restablecido parcialmente en ambos países, la causa exacta sigue sin esclarecerse.
El apagón en España y Portugal activa los protocolos de emergencia
Ante la magnitud del incidente, las autoridades reaccionaron con rapidez. El ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, declaró el estado de emergencia en cinco comunidades autónomas: Andalucía, Extremadura, Murcia, La Rioja y Madrid. Por su parte, el gobierno portugués, tras una reunión de gabinete de urgencia, activó una situación de crisis energética nacional.
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“Hemos tenido conocimiento de un apagón general en la red eléctrica, que se originó fuera de nuestro territorio, muy probablemente en España”, declaró el primer ministro portugués, Luís Montenegro. Desde Lisboa, se formó un gabinete de crisis para coordinar las acciones y se pidió a la ciudadanía reducir al mínimo el consumo eléctrico.
En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, indicó que se trata de un evento sin precedentes. “Se perdieron 15 gigavatios de energía en solo cinco segundos. Eso equivale al 60 % de la demanda del país en ese momento”, explicó en una conferencia de prensa nocturna. Aunque se descartó un ciberataque como origen, todavía no se ha determinado una causa técnica o humana específica.
Fotografía del interior de la estación de Príncipe Pío, en Madrid, tras el apagón. EFE/ Rodrigo Jiménez
Casi la mitad del suministro, restablecido tras el apagón en España y Portugal
Pese al caos inicial, las redes eléctricas de ambos países lograron avances rápidos. En Portugal, la Red Nacional de Energía (REN) informó que la electricidad ya fue restablecida para 2,5 millones de clientes. Asimismo, se reactivaron 85 de las 89 subestaciones afectadas. En España, Sánchez confirmó que cerca del 50 % del suministro nacional volvió en pocas horas, aunque con desigualdades marcadas entre regiones.
“Algunas comunidades ya tienen hasta el 97 % de energía restaurada, pero otras están por debajo del 15 %”, señaló Sánchez. Valencia, por ejemplo, recuperó la electricidad en medio de una procesión religiosa sin que muchos vecinos notaran inicialmente el corte, debido a la desconexión con dispositivos móviles y la atmósfera festiva del evento.
Mientras tanto, en Oporto, los efectos del apagón en España y Portugal se sintieron de manera diferente. Kate Su, una turista estadounidense que visitaba la ciudad, relató que las tiendas cerraron, los baños públicos quedaron inhabilitados y el uso del celular se volvió ineficiente. “Todo quedó en silencio. Era como si la ciudad se hubiese detenido”, describió.
El apagón en España y Portugal paralizó trenes, aeropuertos y hospitales
Las consecuencias del apagón en España y Portugal afectaron directamente a los sistemas de transporte. En España, el ministro de Transporte, Óscar Puente, informó que los trenes de media y larga distancia suspendieron temporalmente su servicio. Aunque el tráfico aéreo se mantuvo relativamente estable, se limitó el número de llegadas en un 20 % durante las horas más críticas.
Los aeropuertos registraron largas filas y confusión generalizada, especialmente en Madrid-Barajas y Lisboa-Portela. En muchas estaciones, los sistemas de control automatizados dejaron de funcionar, lo que obligó a personal de seguridad a gestionar el flujo manualmente. Las líneas de metro en Madrid, Lisboa y Oporto también se vieron comprometidas durante varias horas.
Los hospitales de ambas naciones activaron sus sistemas de respaldo. En España, el Ministerio de Sanidad informó que todos los centros médicos cuentan con generadores diésel de emergencia, los cuales se activaron de forma automática. También se confirmó que los reactores nucleares españoles se apagaron de manera segura, sin riesgos asociados.
Foto: EFE
Un evento sin precedentes que plantea nuevas preguntas
Aunque ya se ha logrado una recuperación parcial del sistema, las investigaciones continúan. El operador de la red eléctrica española aún no ha emitido un informe concluyente, pero los primeros análisis indican que la falla podría haberse originado en una línea de interconexión o en una sobrecarga repentina de la demanda.
Una hipótesis técnica apunta a una posible caída masiva de producción solar, en un momento en que gran parte del suministro de España depende de esta fuente. Portugal, que importa electricidad de su vecino en las primeras horas del día debido a la diferencia horaria y la eficiencia de las plantas solares españolas, se vio arrastrado por el efecto dominó.
João Faria Conceição, portavoz de REN, explicó que este tipo de dependencia requiere de una sincronización extremadamente precisa. “Cualquier alteración repentina en la red interconectada puede tener consecuencias en cadena. Hoy fue una de esas ocasiones”, dijo.
Las autoridades insisten en que no hay indicios de sabotaje o ataque cibernético, pero reconocen que el evento expone la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas. El Consejo de Seguridad Nuclear español ha reiterado que todas las instalaciones operaron según los protocolos de emergencia establecidos.