La bancada demócrata en la Cámara Baja de Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos para visibilizar y combatir la política migratoria del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En una reciente rueda de prensa, legisladores como Norma Torres, Adriano Espaillat y Joaquín Castro hicieron un llamado a la ciudadanía para que documente y denuncie cualquier abuso cometido por ICE, especialmente en casos que involucren a niños y familias inmigrantes.
El caso de los niños deportados: una violación al debido proceso
Uno de los incidentes que ha generado mayor indignación es la deportación de tres niños estadounidenses, de dos, cuatro y siete años, junto con sus madres indocumentadas. Según los congresistas, estos niños fueron expulsados sin pasar por un tribunal estadounidense ni recibir una audiencia ante un juez. El legislador Adriano Espaillat calificó esta acción como una violación flagrante del estado de derecho y de los derechos procesales de los ciudadanos estadounidenses.
Espaillat, de origen dominicano y representante por Nueva York, enfatizó que este tipo de acciones no solo afecta a los inmigrantes, sino que también pone en riesgo las garantías fundamentales de todos los residentes en Estados Unidos. «No seremos silenciados», afirmó, reiterando el compromiso del Caucus Hispano del Congreso (CHC) de continuar denunciando tales abusos.
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Fotografía de archivo que muestra al Capitolio, sede del Congreso de EE.UU., en Washington. EFE/Shawn Thew
La importancia de la colaboración ciudadana y comunitaria
Los legisladores han subrayado la necesidad de una respuesta colectiva ante estos abusos. Norma Torres, representante por California y originaria de Guatemala, instó a las comunidades a documentar y exponer cada caso de abuso por parte de ICE. «Si el gobierno no cumple con la ley, nos vamos a asegurar de que el público vea cada vez que la rompe», declaró Torres, destacando el papel crucial de la ciudadanía en la vigilancia y denuncia de estas prácticas.
Además, se ha hecho un llamado a las organizaciones de derechos civiles, iglesias y trabajadores federales a unirse en la lucha contra estas políticas inhumanas. El congresista Joaquín Castro enfatizó que la colaboración ciudadana es esencial para frenar lo que calificó como una marcha hacia el autoritarismo.
Las tácticas de CBP y la política migratoria
Paralelamente, más de 40 congresistas demócratas han expresado su preocupación por las tácticas empleadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En una carta dirigida a los jefes interinos de CBP e ICE, los legisladores señalaron que la agencia está implementando interrogatorios más duros, detenciones prolongadas y denegaciones arbitrarias de entrada. Estas acciones han convertido los viajes internacionales ordinarios en un «calvario de pesadilla» para turistas, viajeros de negocios, residentes permanentes legales e incluso ciudadanos estadounidenses.
Los informes indican que CBP está sometiendo a los viajeros a tácticas de interrogatorio más agresivas y detenciones prolongadas, lo que ha generado preocupación sobre la violación de los derechos procesales de los individuos. Además, se ha reportado que la agencia está denegando la entrada a no ciudadanos con mayor frecuencia, sometiendo a los viajeros a «tácticas de interrogatorio más duras, detenciones prolongadas y denegaciones arbitrarias de entrada».
Fotografía de archivo de un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) toma las huellas digitales a una inmigrante que aplicó para entrar por la apliación CBP One. EFE/César Contreras
La respuesta de los legisladores y la comunidad internacional
Los legisladores han enfatizado que estas acciones no solo afectan a los inmigrantes, sino que también socavan los principios fundamentales del estado de derecho y los derechos humanos. Senadores como Elizabeth Warren han expresado su preocupación por la falta de transparencia y responsabilidad en las acciones de CBP, instando a una investigación exhaustiva sobre las denuncias de mala conducta de los agentes.
Además, se ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que observe y, en su caso, presione por el respeto a los derechos humanos en Estados Unidos. Organizaciones internacionales de derechos humanos han expresado su alarma por las políticas y prácticas de ICE y CBP, instando al gobierno estadounidense a adherirse a los estándares internacionales de derechos humanos y a garantizar la protección de todos los individuos bajo su jurisdicción.